martes, 10 de julio de 2012

Año Olímpico


Muy buenos días a todos!!!

Ya hacía unos diítas que no os escribía y la verdad que hoy os voy a hablar de un tema del que es raro que aún no os aya escrito, ya que yo intento adelantarme bastante a temas como este, pero bueno, nunca es tarde si la dicha es buena, así que allá vamos.
Ya han pasado 4 años desde las olimpiadas de Beijing 2008 y si os soy sincero me parece que fueron ayer mismo, cuando con mis amigos veíamos las olimpiadas de aquel año desde la casita que nos alquilamos en la preciosa isla de Menorca.
Pues como digo, ya han pasado cuatro años... y esa cifra de tiempo solo quiere decir una cosa, que ya toca Olimpiadas.
Este año, el 2012, los juegos olímpicos, tal vez el evento deportivo más importante del mundo se celebra en la capital inglesa, Londres. (Para los “gafapastas” y alternativos os sonará más por London, jeje)
Cada año olímpico cuando quedan meses o días, como es el caso ahora mismo, para que empiecen los juegos, siempre oímos los mismos comentarios: 
Que si las obras aún no están terminadas, que si las infraestructuras no están al completo,  que si el dispositivo de seguridad va a ser un caos, que si amenazas terroristas... 
Y sobre todo una, que a ver si la ceremonia de apertura es tan bonita como aquella de Barcelona 92, que todavía nadie... y mira que hace años ya, a conseguido igualar o superar.
España lleva una gran representación de deportistas a estos juegos de Londres 2012, ya solo en atletismo, la disciplina por excelencia de las olimpiadas, podemos contar un numero de 142 deportistas.
Pero a estos 142, tenemos que sumarles muchos más en otras disciplinas, ya que en casi todos los deportes, tenemos el honor y el orgullo de contar con algún representante español.
Esperemos que el palmarés de medallas sea más amplio que el de Pekín en 2008 y ojalá superemos el palmarés que conseguimos en Barcelona 92 que es el mayor de la historia del deporte español, aunque lo dudo ya que en esa ocasión, jugábamos en casa y había más motivación.
Desde aquí no podemos hacer nada más que apoyar a nuestros deportistas, que seguro que lo harán genial y darán el 200% en cada y una de las pruebas.
Lo dicho, MUCHA SUERTE.
Un saludo y un abrazo divino ;) 

Todo sigue bajo el guión del Sky

Brazos caídos a la manera de El Greco
Ayer se disputó la primera crono larga del Tour, una novedad respecto a las últimas ediciones. En 2008 se disputó una el cuarto día, pero hacía muchos años que se no repetía la fórmula Tour de prólogo-llano-crono-1º ciclo montaña-macizo central-2º ciclo montaña-crono-sprint París que hay este año.

Como estaba previsto desde el día en que se anunció el recorrido de la carrera, ha ganado la etapa y lidera la carrera Bradley Wiggins, el mismo corredor que en 2009 fue 4º en París y porque los hermanos Schleck lo reventaron subiendo Romme, el único puerto duro de aquella edición tan soporífera.

Fue a base de ataques sucesivos, hasta que reventó su gregario Vandevelde -a su vez 4º en el Tour del año anterior- y Wiggins se vio solo y perdió una carrera en la que iba, como mínimo, hacia el podio. Que este resultado y el obtenido por su gregario -ambos en el Garmin- no tuviesen correspondencia alguna con su trayectoria deportiva hasta el momento pertenece al acervo cultural de este deporte, pero que todos los implicados en que se sostenga dan por bueno.

Esta misma gente debe estar esperando ahora un tipo de acción como la ejecutada brillantemente por los hermanos Schleck -esos de los que se decía que nunca atacaban- para intentar salvar del pasmo e intentar maquillar este Tour, que todavía no ha pasado ni Alpes, ni Pirineos ni Macizo Central, y que parece ya completamente sentenciado, porque si falla Wiggins ahí está su lugarteniente Froome para hacerlo incluso mejor que su jefe de filas, como Ullrich con Riis en el Tour 1996, el del debut del alemán para ser segundo en el podio y casi quitarle la carrera al danés en la última crono.

Que esperen sentados. Todo apunta a una lucha por la única plaza disponible en el podio, una lucha en la que hay 20 corredores agarrapiñados en torno a los 2´de diferencia, y con potentes equipos: cuando uno salte, ya mandarán tirar para que no quite el codiciado tercer puesto del cajón. O el cuarto. O el quinto. No hay nadie con la capacidad para aspirar a ganar o ser segundo, aunque el valor se presupone a Nibali y, últimamente, a Evans.

Ayer Wiggins ganó la crono de Besançon -con un diseño muy bonito por carreteras perdidas, saliendo de un pueblo-factoría ideado durante la Ilustración-, y lo hizo metiendo 2´5"/km a Evans, que se fue para la roulotte de su equipo con 1´43" de pérdida. Todavía queda una crono el penúltimo día, mucho más larga y con rectas más propicias para el británico.

Evans, a pesar de todo fue 6º en la etapa. El segundo fue Froome, recordando a De las Cuevas, a 35". El siguiente de los que cuentan para la general fue un impresionante Nibali, octavo pero a 2´07" del británico, y 1" mejor que Menchov, ayer de menos a más como siempre, pero todavía demasiado lejos de todo. Todos estuvieron lejos de la pareja del Sky, aunque estuviesen cerca entre ellos.

Wiggins manda en la general con 1´53" sobre Evans, 2´07" con Froome, 2´23" con Nibali, 3´02" con Menchov y 3´19" con el sorprendente Zubeldia -ayer hizo la mejor contrarreloj de la última década-, mientras que Van den Broeck se va a 5´20", que serían 2´ menos si no fuese por su inoportuno pinchazo antes de subir La Planche des Belles Filles. Salvo el belga, que sólo tiene una victoria profesional, y Nibali, ninguno es un atacante de lejos.

Todos a aguantar el tren del Sky hasta que reviente el último. Quedan once días de carrera, prácticamente toda la montaña, y está todo sentenciado. Al Sky le basta con aguantar y, si alguien se pone rebelde, soltar un soplamocos como el de Froome el otro día. Los demás lucharán por el podio, igual que se hacia en tiempos del UsPostal, con una sensible diferencia: por entonces se repartían dos plazas del podio, este año sólo hay una en disputa, pero ya verán como es suficiente.

lunes, 9 de julio de 2012

En el cielo de los pajeros

Fundido en negro para Froome
Primera etapa de montaña del Tour -es un decir: primer final en alto- y, como en los años más duros de este deporte, la carrera patas arriba por un equipo que vuela sobre los demás, ofreciendo un rendimiento pocas veces visto.

Se llegaba a un final inédito, una subida al famoso Grand Ballon D´Alsace por otra vertiente, corta pero muy dura: 5´8 km. con pendiente por encima del 8´5% y picos del 14%. 200 km. para este final en pendiente.

No era la etapa de Tourmalet con final en Hautacam de 2008, ni mucho menos, aunque el referente es adecuado por su resolución. Nadie esperaba un destrozo parecido, ni siquiera un S. Sánchez que pronosticaba con el tino que caracteriza a su amigo Contador:

"La Planche des Belles Filles no es una llegada para que se produzcan diferencias. Igual alguien se despista y puede perder algo de tiempo.Con una pendiente del 8,5%, salvo que se le atragante a alguien, lo normal es que no haya muchas diferencias. Para sacar un minuto o un puñado importante de segundos hay que estar subiendo una hora. Es lo que desgasta. Son pocos kilómetros y poco desnivel".

El ciclista asturiano perdió 1´31" Quizás fue un despiste, pero visto que al día siguiente se cayó y abandonó la carrera por ir hablando a cola de pelotón con otro amigo como Valverde, habrá que utilizar la palabra "despiste" para lo que realmente significa. Por supuesto, ningún medio amigo dijo que iban hablando a cola de pelotón, porque aquí todos son santos y las caídas, una lotería. También los análisis de etapa.

Poco antes de la subida a La Planche des Belles Filles pinchó Valverde, o tuvo un problema mecánico, y perdió en meta 2´19". También le pasó algo parecido a Van den Broeck (1´52" de retraso), que al día siguiente si que iba centrado y atacó dos veces: vamos, no iba a cola de pelotón y se apoyó en su gregario Vanendert para atacar. A Cobo, el gregario de Valverde, sólo lo hemos visto para perseguir en grupos traseros.

Por supuesto, no consiguieron enlazar. La etapa ya venía lanzada por la persecución de la fuga del día, que iba integrada por corredores muy valiosos (SMS Sánchez, Albasini, Riblon) y el Sky gastó a Boasson-Hagen, un percherón para los trabajos de equipo raras veces visto. Después vino la cadena que ya sufrió el pelotón en París-Niza, Romandía o Dauphiné: Rogers empezó a reducir el grupo de favoritos en las primeras rampas, luego un Porte que no anduvo así jamás y por último Froome.

Con Porte se quedaron 16 corredores en cabeza, incluyendo a los 3 Sky. Cuando acabó de tirar, quedaban 8 corredores en cabeza, incluyendo los 3 del Sky:  eran Evans, Nibali, Taaramae y Menchov, con Zubeldia y Rolland haciendo la goma. Atrás quedaron todos los otros favoritos. Detrás de dos gregarios que, como Porte y Rogers, estuvieron lejos de desentenderse de la etapa: entraron 13º y 14º. Y quedaba Froome, claro.

Según Carlos de Andrés, la explicación a la escabechina -no justificada por el recorrido- se debía a "que puerto más traidor, cómo está pasando factura a los corredores", obviando que todo se debía a la velocidad imposible de un equipo imposible, donde los contrarrelojistas suben mejor que los escaladores. Eran apenas 5´8 km. de subida, pero fueron el Tourmalet. Incluyendo las diferencias en meta.

Froome reventó a todos menos a Evans y Nibali, soberbio y a la altura de Verbier 2009, su mejor ascensión  . El australiano intentó ir a por la etapa y dos segunditos atacando en la rampa final del 14%, un porcentaje que le va muy bien, pero Froome, que había tirado los dos últimos km. como un perro rabioso, se abalanzó sobre el manillar, superó al vigente campeón del Tour en la parte más dura y tuvo tiempo de celebrar la etapa y dos segunditos.

Que un gregario que va tirando gane la etapa, y con ese nivel, no se había visto ni en los tiempos más oscuros. Miren que Armstrong lo intentó con Heras en La Mongie 2001, o con Landis en 2004, pero no lo consiguió. Froome sí, y apabullando, no porque su jefe de filas tocase el freno. Que se destroce la carrera, con esas diferencias, en una etapa unipuerto de 5´8 km. tampoco se había visto.

Wiggins accedió al liderato, y era el máximo favorito para el triunfo final en la salida. Es la séptima etapa. Si consigue mantener el maillot amarillo hasta París, será el primer corredor que lo consiga desde un tal Bernard Hinault en 1981. No Armstrong, o Induráin, que gestionaba en montaña sus ganancias en la crono: Wiggins directamente manda a sus gregarios a ganar.

 "Sólo intenté probar un poco", decía el keniata en meta, en un inglés de upper class que denota que nació en África porque sus padres eran diplomáticos y no colonos. ¡Un poco! ¡En un rampa del 14% y reaccionando a un ataque de Evans, no porque la carrera fuese parada! Tremendo. Tampoco parecía estar muy cansado.

Al día siguiente -buena etapa de media montaña, ganó el más jóven del Tour Thibaut Pinot tras manejar muy bien una fuga y sus propias fuerzas- Wiggins también hizo unas declaraciones a la prensa, en su calidad de líder. Aquí no hubo nada de diplomacia, al contrario. Dejo las declaraciones en su integridad, porque la interpretación de las mismas ha dado para mucho, cuando son inequívocas:

"Honestly they’re just fucking wankers. I can’t be doing with people like that. It justifies their own bone idleness… because they can’t ever imagine applying themselves to anything in their lives. And it’s easy for them to sit under a pseudonym on Twitter and write that kind of shit rather than get off their arses and apply themselves and work hard at something and achieve something"
Seguidamente, se levantó y se fue, amenazando al jefe de prensa del Tour con no volver a ninguna rueda de prensa como volviese a haber preguntas que no le gustasen, que provocasen esa respuesta. ¿Y cual fue la pregunta? Pues simplemente qué opinaba el iracundo inglés sobre todos lo que hemos encontrado profundas similitudes (o mejoras) entre el actual Sky y el UsPostal.

El término wanker es uno de los más ofensivos que puede haber en el idioma inglés, y de hecho está prohibida su publicación en la mayoría de los diarios ingleses. Se usa para expresar profundo rechazo y admite bastante polisemia: como la mayor parte de los peores insultos atañe a las mujeres/madres, y atañe al concepto de "puta".

Sin embargo, en el contexto usado por Wiggins la traducción más directa -otro de su significado es "masturbación"- sería "pajillero mental", muy bien captado por Arribas, que no cae en el error de traducir wanker por el políticamente más correcto "gilipollas" en el que han caído muchos medios. Por cierto, su crónica está muy bien. Se ha dado por aludido, visto que el inglés no le cae muy bien desde unas conocidas declaraciones suyas de hace un año y pico sobre su admirado carnívoro. 

Las declaraciones del británico tienen poquísimos precedentes, en este y otros deportes, y suenan muy estridentes en un ciclismo que hasta hace pocos años era muy correcto: sin fans ni hooligans, grupo este último donde se inserta Wiggins con sus declaraciones. La prensa inglesa, rendida ante Wiggins -y siempre muy crítica con este tipo de exabruptos- no ha dicho nada, ni reprobado nada. ¿Les suena la actitud? Algo tiene el deporte que hace adorar ídolos que se comportan como estrellas de rock.

Así, cuando vengan mal dadas -y ahí está el precedente de Millar- habrá que esconderse, porque se perdió hace tiempo la dignidad del periodista. Te llaman "pajillero mental" en plena rueda de prensa por una pregunta que entra perfectamente dentro de lo interrogable -es más, es necesaria- y bueno, el que tenía que haberse levantado e irse no era Wiggins, sino los que le van a bailar el agua.

Arribas hace bien recordando a Armstrong -que en sus primeros años amenazaba a periodistas que preguntasen por Ferrari-, pero hay otro más reciente. Fue el mítico "Pregunta antes de escribir" que Basso espetó a un periodista pocos días antes de la Operación Puerto. Después pasó lo que pasó y Basso, que se sentía muy poderoso como líder del Giro y máximo favorito al Tour, se volvió piadoso y solícito con la prensa, mientras le duró. Ojalá sirva de precedente.
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Revelador titular de Urraburu.
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Por fin ha acabado la Vuelta a Austria, una carrera que crece en interés por su ubicación en el calendario, en la primera semana del Tour. En la tercera semana la UCI ha colocado la Vuelta a Polonia, a ver si por fin arraiga. El favorito en la salida se ha impuesto: Fuglsang, especialista en vueltas nacionales menores, porque ya había ganado en su Dinamarca natal y en Luxemburgo este mismo año. Es el corredor con más éxito del RadioShack, por eso está corriendo la Vuelta a Austria y no el Tour.

Modolo ganó dos etapas, Di Luca otra -y acaba cuarto de la general-, Pinotti la crono y Arroyo, que fue excluido del Tour a última hora, hizo una carrera muy mala. Todas las etapas fueron para italianos excepto la que ganó Fuglsang.
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Entrevista a S. Sánchez, que termina con una maldición gitana a Valverde y SMS Sánchez, los dos únicos olímpicos que siguen en el Tour, y que ya han besado el suelo.
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Muy buena crónica de J.A Ezquerro de As sobre Freire en el hospital. Uno de los mejores corredores españoles de la historia merece esta atención en lo que es el accidente más grave de su carrera. Lo merecen todos los ciclistas, pero nunca se suele ver. Gracias. También han hecho lo propio con S. Sánchez.
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Interesante entrevista con Pozzato y sus abogados, donde habla de su relación con Ferrari. Además, dice que la llamada telefónica que le va a costar un disgusto la hizo con Guido Trenti, al que acusa de extorsionarle y de declarar en su contra en el CONI. Le podrá acusar de lo que quiera, y puede que gane por defecto de forma, pero la llamada es la que es. Y su relación con Ferrari también, aunque ahora se quiera hacer el longuis afirmando que no sabía que el médico estaba sancionado...

Dice, por ejemplo, que lo conoció "diez días después del Giro 2005" y que durante bastante tiempo hacía "test" con el famoso médico dopador cada ¡20 días! y que ha probado a casi todos los médicos deportivos italianos. Por cierto, las preguntas del periodista están muy bien y consiguen sacar mucha información. También la tradicional locuacidad de Pozzato.
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A este pasteleo se dedica Giorgio Squinzi -juegos de seducción con la incapaz lideresa del sindicato más importante de Italia- , el mandamás de Mapei y todavía con mucho ascendente en el ciclismo. Es algo más que un personaje pésimo: es siniestro.
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En la etapa de ayer Carlos de Andrés, de profesión locutor y nunca periodista, se equivocó varias veces con Thibaut Pinot, llamándolo Bruno Thibout. Este último fue un profesional de no hace muchos años, y de ahí la confusión. Para ayudarle a refrescar la memoria, comentó en antena que recibió un SMS de un tal Pedro Celaya informándole que el francés había corrido con ellos en Motorola. Sí, el mismo Pedro Celaya que está investigado por la USADA por dopaje. Para Carlos de Andrés es suficiente con esa información que puede encontrar en Internet: seguro que jamás preguntará a Celaya por sus prácticas, historia y lo que ha hecho en estos últimos 20 años. Así luce el pelo a este deporte.

sábado, 7 de julio de 2012

Hoy no empieza el Tour

Medio minuto después
Para esa gente a la que no le gusta el ciclismo, a pesar de que viven de él, todo lo sucedido esta semana ha sido "de transición", esa palabra que aleja al potencial aficionado de este deporte. Hay que recordar, una vez más, que el ciclismo es un deporte de resistencia, de fondo y de desgaste, y que para que haya etapas de montaña selectivas, tiene que haber antes todo lo anterior. Al parecer, el conocido bardo catalán López-Egea, definió la etapa del jueves -segunda victoria de Greipel- como "absolutamente prescindible", calificación que muy bien se podría aplicar a él mismo y su Periódico.

Como no habrán leído por ahí ni oído al Duo Cómico de TVE, en estas seis etapas "de transición" se han hecho siempre más de 200 km. de recorrido, pasando por lluvia, considerable velocidad -aunque menos que otros años- y otros elementos que configuran que el ciclismo sea conocido como el deporte más duro. Ellos sólo parecen interesados en las caídas, ese otro elemento que sin duda contribuye a la dureza y selección de este deporte, pero que nunca tiene que ser motivo de expectación o de gozo.

Escuchando la narración de la etapa, las continuas e indisimuladas muestras de aburrimiento de gente que vive de relatar este deporte, da la sensación de que estén esperando la caída para contar algo que les atraiga: a ellos y al resumen de medio minuto en el Telediario (El Parte), donde siempre tienen que aparecer caídas.

Ayer tuvieron buena carnaza, claro. Según Thibaut Pinot, el corredor más joven de este Tour, la brutal caída camino de Metz -quedaban algo más de 30 km. para el final de etapa- se produjo cuando el pelotón iba bajando una pequeña ondulación en una gran recta, con campos alrededor, y según su cuentakilómetros, a una velocidad de 78 km/h.

Claro, eso explica el desastre. Otros relatos abundan en que "de repente, hubo como una explosión en medio del pelotón, con bicis volando y todos al suelo". No era la primera del día: en una anterior se había caído Freire, que por entonces iba descolgado y que al llegar a meta descubría que tenía que abandonar el Tour con tres costillas rota y un pulmón perforado -ambas dolencias suelen ir unidas en este deporte-, y que dice adiós a lo que serían sus cuartos JJ.OO.

Los comentaristas de TVE no lo sabían, claro, y alabaron la inteligencia de Freire ¡quedándose a 30 km. de meta!. Después ya tuvieron elementos para comentar, de los que les gustan: una tremenda carnicería que se saldó con varios abandonos, importantes corredores para la general con pérdidas considerables de tiempo en meta y un pelotón desbocado.

Los que estaban por delante de la caída aceleraron el ritmo, especialmente un Vacansoleil que se dejó en la cuneta a Poels, su supuesto líder para la general. Y qué decir del RadioShack del líder Cancellara, que dejó atrás a F. Schleck, acompañado únicamente de un gregario. Si los hermanos luxemburgueses siguen el próximo año en ese equipo serían aún más idiotas de lo que se intuye que son en circunstancias normales. Parece que con tener a Cancellara y al cuarentón Horner delante les bastaba. También al joven Gallopin: pensarían que iba a poder ganar la etapa. Tremendo lo de este equipo.

Como suele pasar en estos asuntos, también estaban Gesink y todo el Rabobank que cuenta, además de Valverde -vimos a Cobo relevando, la primera vez en la temporada que estaba en cabeza de algo, aunque fuese el tercer pelotón-, Brajkovic y otros sospechosos habituales, porque dirán que las caídas son una loterías, pero siempre pillan a los mismos.

El balance en meta fue desolador: abandonos de Freire, Txurruka, Gutiérrez, Erviti, Astarloza, Poels, Danielson, Hesjedal, Wynant, Vigano y Dupont. Diez de los once abandonos se deben a una única caída, algo que yo no recuerdo. Se va el vigente campeón del Giro, que estaba muy centrado en carrera, dos gregarios de Valverde -o de Rui Costa- y dos de S. Sánchez -y otro como Verdugo está seriamente tocado-.

Además, corredores con muchas opciones como Brajkovic, Scarponi -muy enfadado en meta-, Sorensen o Vanendert se dejan 2´, y ahora tienen que recuperar ese tiempo si aspiran a entrar en el top-five o en el top-ten de la carrera. Etapas de transición. A veces se olvida que lo primero que se enseña en el ciclismo es a no caerse de la bici, y que en estas etapas de transición pasan estas cosas.

Según Valverde, todo un as, "parece que todo el mundo quiere ganar el Tour de Francia", incluyéndole a él. Según Voeckler, que parece un poco más sabio, la caída se debió a las emisoras, supuestas garantes de la seguridad del ciclista en carretera, pero que llaman a rebato a todos al mismo tiempo, produciéndose la caída.

Se cayeron, y se cayeron muchos, tantos como no se recuerda en otro Tour, especialmente por las consecuencias. La llegada fue para un increíble Sagan, que también evitó otra posible caída en pleno sprint, cuando se salió la cadena de un lanzador y lo esquivó rebasándole por la derecha, y teniendo todavía fuerzas para remontar a todos los corredores desarrollando una cadencia de pedaleo increíble, tampoco nunca vista en un sprint donde predomina el 11.

Se impuso a Greipel, que se había caído dos veces a lo largo de la etapa, y a Goss, que tiene serias dificultades para ganar: basta ver su palmarés. El eslovaco consigue ganar tres etapas en su debut en el Tour, y sólo se han disputado siete días. El anterior corredor que ganó tres etapas en su Tour de estreno fue Hinault en 1978, pero no las ganó en un espacio tan corto de tiempo. Es un corredor que marcará una época.

Hoy el Tour de Francia aborda su primer final en alto, al cumplirse justo una semana de carrera. Y no es un final fácil: la Planche des Belles Filles es una subida dura, con grandes porcentajes, nada que ver con las llegadas a SuperBesse de 2008 y 2011, sus antecedentes más cercanos en cuanto a recorrido y situación en carrera. El Tour gira, pero todo lo pasado no ha sido de transición. Nunca lo ha sido, pero año tras año se vende así.
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Siguiendo la línea marcada por otros grandes hispanistas como John Elliott o Raymond Carr, el corresponsal de The Independent en España publica un libro sobre el genial e inevitable Federico Martín Bahamontes. No he tenido ocasión de leerlo, pero seguro que está bien. Lo que hay que preguntarse en estos casos y en los dos egregios ejemplos que pongo al inicio es por qué tiene que hacer este tipo de cosas un inglés.

En los historiadores, siempre se ha justificado de manera maniquea; con un deportista de la talla de Bahamontes, a ver qué explicación hay. Es cierto que en Reino Unido hay una importante industria editorial sobre temas deportivos -sustentada en que hay lectores, que compran cualquier tipo de libro sobre sus ídolos en cualquier deporte- que ayuda a la publicación de este género, pero ¿por qué no existe en España? ¿porque no hay lectores? ¿o porque nadie ofrece esto a los lectores? Porque gente dispuesta a escribir sobre estos temas los hay a patadas, y muy buenos.
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Su señoría La Senadora, aficionada al oro y al platino, seleccionada para los JJ.OO de Atenas. Ahora está lesionada, esa cosa tan frecuente en los deportistas profesionales (¿es deportista profesional o senadora profesional?) cuando se acerca una gran cita. Y seguro que rinde a gran altura, tanto, tanto como la Cámara Alta. Y con el mismo preparador de siempre.

jueves, 5 de julio de 2012

A Armstrong le crecen los gregarios

Año 1992, con Julich, Armstrong e Hincapie
Con las debidas precauciones en estos casos, parece que el veterano periodista de De Telegraaf @raykerckhoffs se ha apuntado una buena exclusiva: hoy publica que la USADA ha alcanzado un acuerdo secreto con Hincapie, Leipheimer, Zabriskie, Vandevelde y Vaughters para lograr su testimonio en la causa contra Armstrong a cambio de una reducción de su sanción particular por dopaje de dos años a seis meses. 


Como bien sabe usted, lector de este blog minoritario, el tema Armstrong me aburre sobremanera, y creo que cualquier mención a este personaje de sí mismo sólo redunda en su beneficio; sin embargo, la historia contiene elementos muy interesantes para entender el ciclismo tal y cómo está concebido, donde dopados hablan de dopados, dopados son comentaristas y prescriptores de opinión en medios de comunicación masivos (y públicos), defensores con fe ciega de dopados escriben en los principales periódicos sin nadie que los envare, y donde una autoridad encargada de la lucha contra el dopaje llega a acuerdos secretos con federados a espaldas de la UCI.


Así esta montado el vodevil, y ningún elemento es nuevo; quizás algún nombre, y ni eso. Disculpen mi falta de entusiasmo, pero había que haber parado a Armstrong hace muchos años, cuando competía, y entonces había prácticamente los mismos elementos que ahora, con una única excepción: los testimonios directos, esos que siempre que surgen y se rompe la omertá del ciclismo propician estas situaciones. Un saludo a Jesús Manzano, siempre tan solo en esta España de Roberto Heras, Jose Luis Rubiera, Benjamín Noval y Manuel Beltrán, compañeros que fueron de Armstrong y que, en el caso de los dos asturianos, siguen defendiendo a muerte. Los otros dos murieron en vida deportiva, quizás por eso estén tan callados.


Sacerdote de su propia religión
No es el caso de Landis y Hamilton, que también murieron en vida deportiva y que han decidido acusar -tras haber pasado años panza arriba defendiendo su inocencia, años en los que recibieron apoyos directos de Armstrong- a su antiguo jefe y la estructura de dopaje que tenía montada en su equipo. Andreu, el viejo amigo del joven Armstrong, lo había hecho mucho antes, pero nadie le escuchó: por entonces se ganaban los Tours de corrido, y la USADA estaba muy contenta.


No se sabe nada del testimonio que pueden haber aportado a la USADA, pero si que de el se ha derivado una acusación formal de dopaje contra Armstrong y su equipo médico, muy bien nutrido de españoles, y de Michelle Ferrari; si el testimonio se ajustado a la realidad del ciclismo, habrá sido prolijo en detalles como sustancias, tiempos, lugares y amedrantamientos -o peticiones- de dopaje, y ojalá eso vea a la luz, porque es lo más interesante.


De ser cierta la noticia que adelanta De Telegraaf, el testimonio más descollante de los añadidos a la investigación sería el de George Hincapié. El americano de origen colombiano estuvo en todos y cada uno de los siete Tours victoriosos, llegando incluso a acercarse al rendimiento de su capo. Era tal el aplastamiento que el bueno de George estaba entre los favoritos para el Tour 2006, el primero sin el americano.


En España siempre muy bien protegido
Como se ha contado varias veces aquí, ese Tour salió muy mal para el Discovery Channel, con una bajada de rendimiento que Carlos de Andrés y Juanma Castaño -por citar sólo dos egregias mentes del ciclismo hispano-  explicaron como "la falta de un líder hacer perder la motivación". Debió ser otra cosa. Desde entonces, Hincapie ha seguido compitiendo con curiosos giros de equipo, y en este Tour está batiendo un récord a sus 39 años: 17 ediciones disputadas de la carrera. 


Parece que este detalle de vanidad y coquetería es lo que justifica el apaño con la USADA. Hincapie anunció durante el Dauphine que dejaría el ciclismo -no parece que esté muy mal de forma, debe tener un buen certificado médico, quizás por su horrenda variz en la pierna- tras el Tour, donde le bastaba con salir para lograr el récord. A ver si lo consigue acabar, porque esa es otra historia.


Tanto el yanki de origen colombiano como Leipheimer (39 años, su director quiere que acabe entre los cinco primeros), como Zabriskie (compañero de piso de Landis en Girona), como Vandevelde y como Vaughters (director del Garmin, el equipo que ha ganado el Giro) están en plena disputa del Tour. En otro tiempo, la organización les habría invitado cortesmente a abandonar la carrera, pero desde que deja participar -entre otros- a Klöden o Petacchi ya no se puede esperar gran cosa. Ya saben: el dopaje ha muerto. No hay ningún positivo=no hay dopaje. El viejo argumento de los dopados, convertido en eslogan de la organización y el antidopaje.


Firmando autográfos. O ante periodistas, qué más da
Todo se soluciona entre bastidores: la USADA llega a un acuerdo con estos corredores para que su declaración no se sepa hasta después del Tour -alguno apunta hasta incluso después de la Vuelta-, pero por si acaso no selecciona a Leipheimer (bronce CRI en Pekín) o Zabriskie (campeón nacional CRI) para los JJ.OO, porque ahí quitan las medalla sin muchos miramientos. Y les pone sanción por confesar su dopaje (vinculado a Armstrong, y de hace mucho tiempo: nosotros no nos dopamos ya, señoría) de seis meses, estos que se cumplen entre octubre y marzo, cuando no hay carreras.


¿A qué parece una solución digna de la Federación Española? O de la misma UCI, que intentó algo parecido con Contador y su famoso solomillo. Parece que es cosa común en el ciclismo. Aquí es donde está el interés del enésimo giro de tuerca de Armstrong: lo de los testigos se iba a saber tarde o temprano, porque su abogado lo había pedido, y parecía que ese era el mayor interés de Armstrong, más incluso que defenderse.

La USADA ha tenido el buen ojo de tomar declaración antes de que recibiesen las famosas amenazas del tejano, uno que cuando empezó a ganar Tours tenía a periodistas a sueldo -alguno español- para que amenazasen a colegas sobre las informaciones que publicasen -menuda manera de tirar el dinero, ninguno lo iba a hacer-, emprendía juicios, negaba todo y llegaba a amedentrar a corredores no afectos con su ley del silencio en plena carrera. No, en plena carrera no: en pleno Tour de Francia, que siempre ha sido más que una carrera.

Los que están detrás de lo que parece ser el golpe definitivo contra Armstrong -que nadie cante victoria- también se han llevado por medio, como víctima colateral, a Filippo Pozzato, por su especial y duradera relación con Michelle Ferrari. A la espera de la sanción de un año propuesta por el CONI, de momento ya se pierde los JJ.OO y su carrera se asemeja cada vez más a la de un Van den Broucke a la italiana. No deja de ser paradójico que el por entonces jovencísimo Pozzato fuese de los que más abuchease a Simeoni en los espantosos sucesos del final del Tour 2004. Un plato servido frío.


Sin embargo, si la sanción a Armstrong llega a término -dicen que le quieren quitar los siete Tours- será un plato más que frio, criogenizado. Volverá a dejar al descubierto las miserias de este deporte que se desangra: la connivencia de los organizadores con las estrellas del pedal, del propio organismo federativo, la incapacidad del sistema antidopaje para detectar sustancias dopantes, el lentísimo proceso, montañas de mentiras -especialmente, de periodistas aduladores en contra del sentido común- y, por terminar con un happy end tan americano que matice todo esto, al menos dará la señal que se pueden aplicar castigos deportivos -la via penal se acabó en febrero- sin importar los años que hayan pasado.
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Ayer en el Tour ganó Greipel: una caída dejó fuera de juego a Cavendish. Segundo Petacchi (39 años). Goss cuarto, superado por un lanzador de Kittel.
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Publicada en el BOE la ley vasca antidopaje, que tendrá un tratamiento desglosado en este blog. Como pasó en 2008 con la estatal, se publica justo antes de los JJ.OO -pero no entrará en vigor hasta tres meses después- para salvar la papeleta. Y es muy interesante: por lo que dice en el preámbulo de las "autorizaciones terapeúticas" y por todo lo demás. A los que nos les gusten los post en los que se mezclan política y deporte, ya saben.
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Gilbert saca un libro sobre su "año mágico". Dudo que tenga un epílogo sobre su igualmente "mágica resaca": quedándose en los muros más flojos de las clásicas y cero-cero-cero victorias a día hoy, mitad ya pasada de la temporada. Desde luego, debe tratarse de magia.
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Al final ese llorón mentiroso y pueril que es Millar ha conseguido lo que se proponía con su libro de hace un año: tras la revocación por parte del CAS de la doctrina del COI sobre sancionados por dopaje, el juerguista Millar -no hace mucho reconocía que se pillaba una cogorzas de campeonato, compatible con su nivel profesional- es agraciado con la quinta plaza para los JJ.OO en la selección británica. Irá con otros cuatro Sky, equipo que aporta los dos hombres para la crono: Wiggins y -sorpresa, sorpresa- Froome.
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Por su parte, Pozzato se queda fuera de una extremadamente pobre selección italiana: Nibali, Modolo, Pinotti, Trentin y Paolini. El esquema de carrera parece ser: meter a Nibali o el amigo del seleccionador Paolini en fugas; Pinotti a hacer amigos -es un especialista- y porque alguien tenía que ir para la crono; y, de llegar al sprint, el jovencísimo e inexperto Trentin, y Modolo, que apenas corre fuera de Italia, no ha ganado nada en su vida, y en el pasado Mundial fracasó estrepitosamente, por no hablar del pasado Giro. ¡Bravo por Bettini! ¡Hurra! Parece que quiere ser el único campeón olímpico italiano...

Me pregunto si alguno de los seleccionadores ha caído en la cuenta que el circuito olímpico podrá ser todo lo duro y tramposo que quieran en la primera parte, pero todo el final es un calle urbana de Londres sin curvas, llamada King´s Road. Y vale que las selecciones de 5 corredores no facilitan un control de carrera, pero no hay terreno para una fuga desde tan lejos....a no ser que vaya Cancellara en ella.
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En el documento bancario donde se hace constar el pago de Vinokurov a Kolobnev por la Lieja 2010 se ve el número de cuenta del kazajo y el del ruso. Lo digo por si alguien está interesado en hacer una donación anónima al kazajo o al ruso, en plan F. Schleck. Por cierto, el documento aparece en italiano, que para todos los asuntos bancarios no es una lengua minoritaria en Suiza.

miércoles, 4 de julio de 2012

Gana(rá) Sagan

Sagan bailando-Boasson Hagen sprintando-Velits segundo mejor eslovaco
Cavendish ganó en Tournai, que es Bélgica -ya ha ganado cinco carreras ahí-, pero fue noticia lo justo, apenas el día que transcurrió entre su triunfo sin ayuda de su equipo y el segundo triunfo de la larga serie que va a establecer Sagan.

El campeón del mundo no contó ni con su fiel Eisel, y menos va a contar ahora: entre los damnificados de la etapa de ayer esta Konstantin Siutsou, el bielorruso que había estado quitando el viento a Wiggins en París-Niza, Romandía y Dauphiné. Es una baja sensible para el Sky.

Sean Yates, uno más de la legión de directores del equipo británico, ha dicho que su trabajo deberá ser suplido por el resto de corredores en conjunto, porque es insustituible per se. Si ya tenía poca ayuda Cavendish, ahora menos aún. Y sigue ganando. A lo Freire: el británico se insertó en el treno del Lotto, que de tan espléndido que es -según Greipel, el mejor del mundo- es capaz de dar asistencia al máximo rival.

Se situó a rueda del alemán que quiso ser grande y sigue ganando carreras de pueblo, y cuando quiso lo rebasó. El antiguo lanzador, enfurecido, apretó más que nunca los pedales y consiguió entrar muy cerquita, pero otra vez segundo. Tercero Goss, otro antiguo lanzador de Cavendish al que han construido un treno a medida.

Ayer se llegaba a Boulogne-sur-Mer, con repecho final incluido y aproximación peligrosa por carreteras estrechas y mojadas, porque por esa parte de Francia llueve en julio y en el resto de meses del año. La fuga del día contaba con Morkov, el fantástico danés que ama ir escapado, que es líder de la montaña, y que vale más que todo el resto de su equipo junto, y también con Grivko, el ucraniano que está muy arriba en la general.

No va-No debería-Debería ir-Debería dimitir
Llegaron hasta muy cerca de meta y así evitaron las montoneras de esta primera semana del Tour. Uno de los afectados fue Rojas, que ya se había caído en la primera etapa, y que, con un hueso roto, dice adiós a la carrera y a los JJ.OO. Que nadie se preocupe, si es que había alguien que se pudiera preocupar de que otro corredor de más valía sustituyese al murciano en la cita de dentro de 25 días: en los recientes campeonatos de España en Salamanca, Ventoso posó como modelo para el maillot del combinado nacional, que por una vez no es completamente horrible.

Otros afectados fueron Tjallingii del Rabobank -se rompió la pelvis y logró llegar a meta, Renshaw pierde a su único apoyo- y el conjunto del Garmin, que salvo Hesjedal -de nuevo muy arriba- se quedó en bloque por detrás, con gente como Danielson -octavo el año pasado- perdiendo 7´, los mismos que Voeckler, pero siempre menos que los 10´de Cobo, el compañero de Rojas y de Valverde.

El otro murciano del Movistar, que participa en su primer Tour desde 2008, iba muy bien colocado en la cuarta posición del pelotón cuando en una rotonda tras una bajada se fue de frente; no llegó a caerse -dada su situación en el grupo y el lugar hubiese provocado una caída horripilante-,  pero perdió cualquier opción en  la etapa, si que es que la tenía.

Chavanel hizo el mismo ataque del lunes, en pos de alcanzar el maillot amarillo que acaricia desde su tercera posición en la general, pero fue el ataque de Wout Poels -a ver qué Tour le sale a este DeGendt bis- el que desencadenó el sprint en cuesta, donde hubo una caída provocada por la terquedad de Freire de no quererse dejar llevar en uno de los habituales cierres que se producen en las llegadas.

Sagan se impulsó de manera brutal en una curva en cuesta y sacó tanta ventaja a sus rivales -menos de la que sacaba Gilbert el año pasado, en todo caso- que pudo celebrar la victoria con movimientos de corredor, dicen que imitando a Forrest Gump. Al parecer, el eslovaco es un admirador de Valentino Rossi, y quiere celebrar cada triunfo de una manera diferente, como hace el motociclista italiano: se empieza así y se acaba como el payaso balear de Jorge Lorenzo -encargando un traje de gladiador y clavando una bandera a lo Conan- , es un riesgo que hay que considerar.

Segundo Boasson Hagen -en el Sky dan para todo, ya fue tercero en la primera victoria de Sagan-, tercero Velits -se dejó un tiempo precioso para la general en la segunda etapa, pero con tanta crono tiene sus opciones- y cuarto Cancellara. Eslovaquia va camino de hacer en este Tour lo mismo que Noruega en el pasado: con dos corredores profesionales de gran nivel, ganar más cosas que países con 20 corredores en carrera.

Sagan ya ha dicho que quiere dos etapas más y el maillot verde en París. Eso como primer Tour. Vendrán más, y vendrán otro tipo de etapas, y ganará igual.
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Un periódico suizo publica las pruebas de la compra de la Lieja 2010 por parte de Vinokourov. Además, añade unas declaraciones de la viuda de Kivilev donde explica que el kazajo hizo lo mismo con la París-Niza de 2003, que dedicó a la memoria de su compatriota fallecido en plena disputa de la prueba.
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Realmente demencial el rumor que apunta a que los Schlecks y su grupo irán a un nuevo equipo alemán que tendrá como patrocinador un conocido crecepelos que lleva años anunciándose en las páginas de los diarios deportivos como "doping para el pelo".
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Según Acquarone, el italiano que ha sustituido a Zomegnan al frente de las carreras más importantes de Italia, la Tirreno-Adriático está en crisis y no está segura su celebración para la próxima temporada. Dice que la coincidencia de fechas con París-Niza es muy perjudicial. Bueno, como he venido indicando desde hace años, la T-A iba cada vez más a ciudades que albergaban dos o tres etapas, llegando a sinsentidos como no celebrar ninguna etapa en el Lazio, y no había nada de público en las cunetas. La participación de ciclistas seguía siendo altísima, mucho mejor que en P-N. No se en qué tiene que ver la cobertura televisiva con esto, todo sea echar balones fuera. 
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Interesante entrevista a S. Sánchez, un maestro en este arte. Reconoce que se ha ido a "cortar el pelo" (¡ay ese lenguaje!) antes del Tour, porque es un "ritual" (doble ¡ay!). "yo cuido mi imagen como persona. Quiero gustarme a mí mismo". Y así varias perlas, como cuando se define como ciclista ofensivo -se lo juro- 
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Es un asunto que ya saqué hace tiempo, y que a algunos les provocó risas: una bici, bien cuidada y sustituyendo sólo las partes que se gastan -cubiertas, frenos y, cada mucho más tiempo, cables y fundas y, cada muchísimo más tiempo, mecánica- es prácticamente inmortal. Todo lo demás es tontería. 

domingo, 1 de julio de 2012

Cancellara siempre escribe el guión de su derrota, Sagan corre sin guión

Brazos en jarra para la primera victoria
Absolutamente espectacular primera etapa del Tour. Pasará a la historia por el ganador, el sensacional   Peter Sagan, no por la etapa en sí, si no por ser la primera de la larga serie de victorias parciales, y quizás dentro de unos años final, del corredor eslovaco, que hoy ha corrido de manera genial, como un maestro, aprovechando a un corredor bastante estúpido llamado Cancellara.

La organización había propuesto un recorrido por la Valonia, con final en Seraing, habitual lugar de paso en la Lieja-Bastogne-Lieja. A pesar de eso, la etapa no era tan difícil como podía parecer.

En la escapada del día, con una climatología estupenda, iba compuesta por corredores de segunda fila pertenecientes a equipos de segunda fila, buscando liderar las clasificaciones secundarias que se ponían en liza; con esos preliminares, a Urtasun del Euskaltel le tocó disputar la clasificación de la montaña a Morkov, el estupendo danés que vale por la mitad del Saxo Bank, y que ya estuvo escapado durante toda la primavera.

El danés se llevó el honor, mientras los comentaristas del ciclismo hablaban de las jornadas por venir, otra muestra más de su amor por este deporte: no saben ni vender el producto que tienen entre manos. El recorrido, cuya penúltima cota se subía a 40 km. de meta, no favorecía la narración en directo, pero tiene que haber algo mejor que contar chistes.

Las primeras caídas del Tour animaron un poco la cosa para esta gente, especialmente cuando los que besaron primero el suelo fueron Rojas, Valverde y SMS Sánchez, en una especie de fatwa murciana. 198 corredores en carrera, caída en la que se ven implicados no más de 15, y los 3 murcianos de una tacada. Seguro que iban hablando entre ellos, y de sus cosas. El terruño, que tira más que otra cosa.

El peor parado fue el corredor del Rabobank, que en meta se dejó 4´ y una muñeca dolorida. Ya era el corredor con más días de competición en las piernas -nada menos que 56- y había muchas dudas sobre su rendimiento en carrera: ahora tiene la excusa perfecta para buscar sus queridas escapadas y cumplir su gran objetivo vital, el de plantarse en la treintena sin saber si vale para una vuelta por etapas de tres semanas.

En cuanto a Rojas, hoy no ha sumado ningún punto para la regularidad, esa clasificación secundaria del ciclismo -no cuenta como victoria profesional- obsesión particular suya, mientras van pasando los años y el sprinter de bolsillo murciano suma una victoria al año, cuando es un buen año. No, este año tampoco será maillot verde.

Por su parte, Valverde se pegó un buen calentón para llegar a las posiciones delanteras, y finalmente fue sexto en la etapa. Siempre ha sido el mejor de sus compatriotas -con la excepción de Jose Cayetano Juliá, ese corredorazo que tuvo que dejar el profesionalismo muy joven, cuando se agotó la gallina de huEPOs de oro-, pero es dudoso que eso sirva como aval en este Tour; su primera oportunidad de ganar una etapa se quedó en una conversación intranscendente cerca de meta. Después, a perseguir, su especialidad.

La organización había diseñado un recorrido muy atractivo para la parte final, con el pelotón atravesando la zona minero-siderúrgica de Seraing al lado del Mosa, una industria de cabecera genuina del siglo XX -el gran río para traer las barcazas llenas de carbón y sacar los productos siderúrgicos, la barriada obrera al lado- y que, como todas las de su estilo en el viejo continente, vivió tiempos mejores.

Si conocen la antigua margen izquierda de Bilbao, Avilés o Gijón se harán una idea del lugar por donde pasó hoy el pelotón; si no, las imágenes aéreas del Tour, que no escatimaron en sacar esos paisajes industriales -y lucían espléndidamente- dan una imagen muy cercana de esa combinación de verde, agua, óxido y negro del carbón.

En la cota entre casas -parecía la Lieja- que subía el cañón del Mosa tras salir de la siderurgia, atacó Chavanel y sólo Sagan le siguió. Poco después saltó Cancellara y el tremendo eslovaco, que debuta en este Tour, se acopló fácilmente a su rueda. Mucho más tarde consiguió enlazar Boasson Hagen, y ese trío, magníficamente impulsado por Cancellara, se separó del pelotón.

Ahí se vivió un guión torcido que Cancellara se empeña en interpretar, quizás porque sabe los aplausos que recibirá, aunque casi siempre pierda. El Dúo Dinámico de RTVE no esconde sus simpatías por el suizo, a pesar de su deficiente desempeño en carrera. Está muy bien eso de saltar y aumentar la renta en la general -todo apunta a que este año Cancellara también llevaré el liderato toda la primera semana de la carrera-, pero después que no quiera la etapa si detrás lleva a dos corredores más rápidos.

Cancellara pidió el relevo a Sagan, que muy astuto no pasó jamás. En un momento dado, el suizo dio un bandazo muy violento y amagó con dejar de pedalear ante la falta de asistencia del corredor del Liquigas. Ni por esas entró: sabe perfectamente, como sabe todo el pelotón -lo ha hecho en JJ.OO, dos veces en Sanremo, en Flandes...- que es todo un órdago, que sólo sabe pedalear hacia delante como un caballo desbocado...

Así siguió, llevando a meta a Sagan igual que hizo con Gerrans en la Sanremo de este año. A un paso de meta, y con el pelotón echándose encima -no consiguieron ninguna renta para la general-, Sagan superó como era de esperar a este suizo inconsciente y se fue a por su primera victoria de etapa en el Tour, celebrando de una manera peculiar. No parecía muy cansado: sólo había pedaleado de cara al viento los últimos cien metros. Como todos los que son capaces de seguir la rueda al primer arreón de Cancellara.

En el pelotón, el sprint fue para el local Gilbert sobre Mollema -mucho ojo a este corredor, muy bueno en la crono y que en montaña se pega como pocos-, y el citado Valverde, con un sorprendente Hesjedal en el noveno lugar. Froome se dejó minuto y medio, y Velits casi dos minutos, pero todavía queda mucho Tour.

Tanto, tanto, que no se sabe cuantas etapas va a ganar Sagan, que nunca se va con un único éxito de una ronda por etapas; de hecho, se suele ir con un mínimo de tres. Es el ganador más joven de etapa en el Tour desde la famosa victoria de Armstrong en Verdún en 1993 -el yanki ganó con 21 años, Sagan con 22-, y desde que Baldato ganó la primera etapa del Tour 1995, nadie había debutado en la carrera con victoria de etapa.

De Sagan ya se ha dicho de todo, pero a mí me gustaría destacar algo: corre sin guión. Corre para ganar siempre, y la demostración de hoy aguantando los gritos y la presión de Cancellara -le encanta hacerlo, y ha llegado a parar el pelotón del Tour con su estilo siciliano- es otra buena muesca. Corre sin un guión establecido: no hay una rueda buena para seguir, simplemente el primero que salte. Corre sin pensar en París, simplemente día a día. Sólo cuenta la victoria, y si se la tiene que arrebatar a su jefe de filas -como en la pasada Tirreno-Adriático- lo hace.

Y cómo corre sólo para ganar, jamás hará lo que hace Cancellara, que de tan amigo de Flecha que es, parece que ya sólo corra para el aplauso, o para facilitar la victoria a los demás.