jueves, 5 de julio de 2012

A Armstrong le crecen los gregarios

Año 1992, con Julich, Armstrong e Hincapie
Con las debidas precauciones en estos casos, parece que el veterano periodista de De Telegraaf @raykerckhoffs se ha apuntado una buena exclusiva: hoy publica que la USADA ha alcanzado un acuerdo secreto con Hincapie, Leipheimer, Zabriskie, Vandevelde y Vaughters para lograr su testimonio en la causa contra Armstrong a cambio de una reducción de su sanción particular por dopaje de dos años a seis meses. 


Como bien sabe usted, lector de este blog minoritario, el tema Armstrong me aburre sobremanera, y creo que cualquier mención a este personaje de sí mismo sólo redunda en su beneficio; sin embargo, la historia contiene elementos muy interesantes para entender el ciclismo tal y cómo está concebido, donde dopados hablan de dopados, dopados son comentaristas y prescriptores de opinión en medios de comunicación masivos (y públicos), defensores con fe ciega de dopados escriben en los principales periódicos sin nadie que los envare, y donde una autoridad encargada de la lucha contra el dopaje llega a acuerdos secretos con federados a espaldas de la UCI.


Así esta montado el vodevil, y ningún elemento es nuevo; quizás algún nombre, y ni eso. Disculpen mi falta de entusiasmo, pero había que haber parado a Armstrong hace muchos años, cuando competía, y entonces había prácticamente los mismos elementos que ahora, con una única excepción: los testimonios directos, esos que siempre que surgen y se rompe la omertá del ciclismo propician estas situaciones. Un saludo a Jesús Manzano, siempre tan solo en esta España de Roberto Heras, Jose Luis Rubiera, Benjamín Noval y Manuel Beltrán, compañeros que fueron de Armstrong y que, en el caso de los dos asturianos, siguen defendiendo a muerte. Los otros dos murieron en vida deportiva, quizás por eso estén tan callados.


Sacerdote de su propia religión
No es el caso de Landis y Hamilton, que también murieron en vida deportiva y que han decidido acusar -tras haber pasado años panza arriba defendiendo su inocencia, años en los que recibieron apoyos directos de Armstrong- a su antiguo jefe y la estructura de dopaje que tenía montada en su equipo. Andreu, el viejo amigo del joven Armstrong, lo había hecho mucho antes, pero nadie le escuchó: por entonces se ganaban los Tours de corrido, y la USADA estaba muy contenta.


No se sabe nada del testimonio que pueden haber aportado a la USADA, pero si que de el se ha derivado una acusación formal de dopaje contra Armstrong y su equipo médico, muy bien nutrido de españoles, y de Michelle Ferrari; si el testimonio se ajustado a la realidad del ciclismo, habrá sido prolijo en detalles como sustancias, tiempos, lugares y amedrantamientos -o peticiones- de dopaje, y ojalá eso vea a la luz, porque es lo más interesante.


De ser cierta la noticia que adelanta De Telegraaf, el testimonio más descollante de los añadidos a la investigación sería el de George Hincapié. El americano de origen colombiano estuvo en todos y cada uno de los siete Tours victoriosos, llegando incluso a acercarse al rendimiento de su capo. Era tal el aplastamiento que el bueno de George estaba entre los favoritos para el Tour 2006, el primero sin el americano.


En España siempre muy bien protegido
Como se ha contado varias veces aquí, ese Tour salió muy mal para el Discovery Channel, con una bajada de rendimiento que Carlos de Andrés y Juanma Castaño -por citar sólo dos egregias mentes del ciclismo hispano-  explicaron como "la falta de un líder hacer perder la motivación". Debió ser otra cosa. Desde entonces, Hincapie ha seguido compitiendo con curiosos giros de equipo, y en este Tour está batiendo un récord a sus 39 años: 17 ediciones disputadas de la carrera. 


Parece que este detalle de vanidad y coquetería es lo que justifica el apaño con la USADA. Hincapie anunció durante el Dauphine que dejaría el ciclismo -no parece que esté muy mal de forma, debe tener un buen certificado médico, quizás por su horrenda variz en la pierna- tras el Tour, donde le bastaba con salir para lograr el récord. A ver si lo consigue acabar, porque esa es otra historia.


Tanto el yanki de origen colombiano como Leipheimer (39 años, su director quiere que acabe entre los cinco primeros), como Zabriskie (compañero de piso de Landis en Girona), como Vandevelde y como Vaughters (director del Garmin, el equipo que ha ganado el Giro) están en plena disputa del Tour. En otro tiempo, la organización les habría invitado cortesmente a abandonar la carrera, pero desde que deja participar -entre otros- a Klöden o Petacchi ya no se puede esperar gran cosa. Ya saben: el dopaje ha muerto. No hay ningún positivo=no hay dopaje. El viejo argumento de los dopados, convertido en eslogan de la organización y el antidopaje.


Firmando autográfos. O ante periodistas, qué más da
Todo se soluciona entre bastidores: la USADA llega a un acuerdo con estos corredores para que su declaración no se sepa hasta después del Tour -alguno apunta hasta incluso después de la Vuelta-, pero por si acaso no selecciona a Leipheimer (bronce CRI en Pekín) o Zabriskie (campeón nacional CRI) para los JJ.OO, porque ahí quitan las medalla sin muchos miramientos. Y les pone sanción por confesar su dopaje (vinculado a Armstrong, y de hace mucho tiempo: nosotros no nos dopamos ya, señoría) de seis meses, estos que se cumplen entre octubre y marzo, cuando no hay carreras.


¿A qué parece una solución digna de la Federación Española? O de la misma UCI, que intentó algo parecido con Contador y su famoso solomillo. Parece que es cosa común en el ciclismo. Aquí es donde está el interés del enésimo giro de tuerca de Armstrong: lo de los testigos se iba a saber tarde o temprano, porque su abogado lo había pedido, y parecía que ese era el mayor interés de Armstrong, más incluso que defenderse.

La USADA ha tenido el buen ojo de tomar declaración antes de que recibiesen las famosas amenazas del tejano, uno que cuando empezó a ganar Tours tenía a periodistas a sueldo -alguno español- para que amenazasen a colegas sobre las informaciones que publicasen -menuda manera de tirar el dinero, ninguno lo iba a hacer-, emprendía juicios, negaba todo y llegaba a amedentrar a corredores no afectos con su ley del silencio en plena carrera. No, en plena carrera no: en pleno Tour de Francia, que siempre ha sido más que una carrera.

Los que están detrás de lo que parece ser el golpe definitivo contra Armstrong -que nadie cante victoria- también se han llevado por medio, como víctima colateral, a Filippo Pozzato, por su especial y duradera relación con Michelle Ferrari. A la espera de la sanción de un año propuesta por el CONI, de momento ya se pierde los JJ.OO y su carrera se asemeja cada vez más a la de un Van den Broucke a la italiana. No deja de ser paradójico que el por entonces jovencísimo Pozzato fuese de los que más abuchease a Simeoni en los espantosos sucesos del final del Tour 2004. Un plato servido frío.


Sin embargo, si la sanción a Armstrong llega a término -dicen que le quieren quitar los siete Tours- será un plato más que frio, criogenizado. Volverá a dejar al descubierto las miserias de este deporte que se desangra: la connivencia de los organizadores con las estrellas del pedal, del propio organismo federativo, la incapacidad del sistema antidopaje para detectar sustancias dopantes, el lentísimo proceso, montañas de mentiras -especialmente, de periodistas aduladores en contra del sentido común- y, por terminar con un happy end tan americano que matice todo esto, al menos dará la señal que se pueden aplicar castigos deportivos -la via penal se acabó en febrero- sin importar los años que hayan pasado.
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Ayer en el Tour ganó Greipel: una caída dejó fuera de juego a Cavendish. Segundo Petacchi (39 años). Goss cuarto, superado por un lanzador de Kittel.
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Publicada en el BOE la ley vasca antidopaje, que tendrá un tratamiento desglosado en este blog. Como pasó en 2008 con la estatal, se publica justo antes de los JJ.OO -pero no entrará en vigor hasta tres meses después- para salvar la papeleta. Y es muy interesante: por lo que dice en el preámbulo de las "autorizaciones terapeúticas" y por todo lo demás. A los que nos les gusten los post en los que se mezclan política y deporte, ya saben.
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Gilbert saca un libro sobre su "año mágico". Dudo que tenga un epílogo sobre su igualmente "mágica resaca": quedándose en los muros más flojos de las clásicas y cero-cero-cero victorias a día hoy, mitad ya pasada de la temporada. Desde luego, debe tratarse de magia.
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Al final ese llorón mentiroso y pueril que es Millar ha conseguido lo que se proponía con su libro de hace un año: tras la revocación por parte del CAS de la doctrina del COI sobre sancionados por dopaje, el juerguista Millar -no hace mucho reconocía que se pillaba una cogorzas de campeonato, compatible con su nivel profesional- es agraciado con la quinta plaza para los JJ.OO en la selección británica. Irá con otros cuatro Sky, equipo que aporta los dos hombres para la crono: Wiggins y -sorpresa, sorpresa- Froome.
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Por su parte, Pozzato se queda fuera de una extremadamente pobre selección italiana: Nibali, Modolo, Pinotti, Trentin y Paolini. El esquema de carrera parece ser: meter a Nibali o el amigo del seleccionador Paolini en fugas; Pinotti a hacer amigos -es un especialista- y porque alguien tenía que ir para la crono; y, de llegar al sprint, el jovencísimo e inexperto Trentin, y Modolo, que apenas corre fuera de Italia, no ha ganado nada en su vida, y en el pasado Mundial fracasó estrepitosamente, por no hablar del pasado Giro. ¡Bravo por Bettini! ¡Hurra! Parece que quiere ser el único campeón olímpico italiano...

Me pregunto si alguno de los seleccionadores ha caído en la cuenta que el circuito olímpico podrá ser todo lo duro y tramposo que quieran en la primera parte, pero todo el final es un calle urbana de Londres sin curvas, llamada King´s Road. Y vale que las selecciones de 5 corredores no facilitan un control de carrera, pero no hay terreno para una fuga desde tan lejos....a no ser que vaya Cancellara en ella.
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En el documento bancario donde se hace constar el pago de Vinokurov a Kolobnev por la Lieja 2010 se ve el número de cuenta del kazajo y el del ruso. Lo digo por si alguien está interesado en hacer una donación anónima al kazajo o al ruso, en plan F. Schleck. Por cierto, el documento aparece en italiano, que para todos los asuntos bancarios no es una lengua minoritaria en Suiza.