viernes, 30 de septiembre de 2016

El éxito de los créditos rápidos

El rescate económico al que tuvo que someterse la tercera parte del sector bancario nacional supuso un cerrojazo al acceso al crédito por parte de los españoles. Esta falta de liquidez crónica, unida a la progresiva merma de los ahorros, puso en verdaderos apuros a buena parte de las familias de nuestro país; situación que aprovecharon una gran cantidad de financieras online para abrirse un hueco en el mercado ofreciendo créditos rápidos sin apenas establecer condiciones de entrada. Habían nacido los créditos rápidos online
El éxito de estos préstamos rápidos y minicréditos se basa en que una serie de características que los hacen muy atractivos para aquellas personas que necesitan una pequeña cantidad de efectivo en un plazo lo más breve posible, sin tener que dar explicaciones y, especialmente, sin tener que recurrir a presentar nóminas, avales y demás papeleo tan habitual en los préstamos tradicionales.
Los factores que hacen de los créditos rápidos un éxito en el mercado
Ni las advertencias por parte de las asociaciones de consumidores, ni las sentencias judiciales en contra de estos productos financieros han logrado frenar el crecimiento de este fenómeno online del mundo de las finanzas. En realidad, las características de los préstamos rápidos no son ningún misterio.
Son los préstamos más rápidos del mercado
¿Cuál suele ser la característica común del español medio? Que no ahorra demasiado y es poco previsor. Quizá las consecuencias de la crisis económica y la debacle inmobiliaria logren cambiar los malos hábitos de los españoles. Sin embargo, lo cierto es que hasta ahora, nuestro ahorro medio nunca ha sido un motivo de orgullo, y ésa es una de las causas por las que, tan a menudo nos encontramos sin la liquidez suficiente para hacer frente a los gastos más inmediatos. “Tirar” de la tarjeta de crédito, solicitar un anticipo de nómina, hacer efectivo un cheque de forma anticipada o incluso pedir un préstamo personal son recursos más frecuentes de lo que nos gustaría reconocer. Ahora bien, ¿qué ocurre cuando esas alternativas se han agotado? ¿Qué pasa si nos surge una emergencia de última hora y apenas contamos con dinero efectivo en la cuenta corriente?
La rapidez con la que las entidades de créditos rápidos tramitan sus préstamos es una de las grandes ventajas frente al resto de sistema financiero. En el caso de los créditos rápidos, la respuesta tiene lugar en alrededor de 24-48 horas. Si se trata de mini-créditos es posible obtener el dinero en la cuenta en menos de 15 minutos.
Prácticamente no exigen condiciones de ningún tipo
Tal y como mencionábamos al principio, la obtención de un préstamo tradicional suele estar condicionada al hecho de acreditar una solvencia suficiente como para devolver el dinero obtenido en las condiciones establecidas. Estas condiciones suelen incluir disponer de una nómina, pensión o ingreso regular, presentar un aval –ya sea personal o a través de inmueble- o cualquier otro “molesto detalle” que se le ocurra a nuestro gestor bancario.
Desgraciadamente, hay muchas personas que no pueden cumplir con este tipo de condiciones, ya sea porque no cuentan con una trabajo estable, no disponen de inmuebles que presentar como garante o cuentan con el apoyo de alguien que pueda ser su avalista.
¿Significa eso que no vayan a cumplir con sus obligaciones y devolver el préstamo? No necesariamente. Por supuesto no son el perfil más codiciado por la banca tradicional pero nada impide que devuelvan el dinero prestado en plazo, especialmente si se trata de pequeñas cantidades. Eso es precisamente el guión en el que se basan las entidades de préstamos rápidos para prescindir de todo tipo de papeleo y exigencias con sus clientes.
Tratándose de los créditos rápidos de mayor volumen (estamos hablando de varios miles de euros) sí suele exigirse presentar un justificante de la nómina. Sin embargo, en el resto de los casos, y especialmente si hablamos de micro-créditos, las condiciones son prácticamente inexistentes. Basta con presentar un documento acreditativo de la identidad, facilitar una forma de contacto (como un número de teléfono móvil o dirección de email), y un número de cuenta que se corresponda con una oficina de una entidad bancaria sita en España. Sí, efectivamente, es necesario tener una cuenta corriente en un banco, pues es donde, salvo excepciones, es depositado el dinero prestado.
En algunos casos, es posible que se deniegue la concesión del préstamo a aquellas personas que figuren en los registros de morosidad como RAI o ASNEF. Sin embargo, ya hay una buena cantidad de entidades que ignoran este factor, siempre y cuando la deuda no exceda los 1.000 euros y no haya sido contraída con otra entidad financiera.
La privacidad de la gestión online
Otra de las virtudes detrás del éxito de los créditos rápidos es el hecho de que la tramitación tiene lugar de forma online. Muy a menudo, las personas que tienen que recurrir a este tipo de financiación se encuentran en una situación de cierta precariedad o, por lo menos, de escasez de liquidez. Lo último que desean es tener que acudir a su oficina bancaria a dar explicaciones de por qué y para qué necesitan el dinero. En su lugar, gracias a las nuevas tecnologías, pueden conectarse a los portales online de las empresas que ofrecen créditos rápidos, seguir las instrucciones del simulador de créditos para ajustar cantidades y cuotas, y rellenar los datos en el formulario online correspondiente.
La documentación suele poder enviarse por correo electrónico y, en casi todos los casos, el proceso tiene lugar sin tener contacto con persona alguna. Es el paraíso de aquellos que quieren dinero rápido sin dar explicaciones.
Por supuesto, también se ofrecen mecanismos de tramitación más tradicionales para los clientes con un perfil más analógico. Después de todo, una buena parte de las personas que recurren a estos servicios no están especialmente familiarizadas con el mundo de las finanzas online.
¿Está justificado el éxito de los créditos rápidos?
El éxito de los préstamos, minicréditos rápidos es un hecho cuyas causas acabamos de explicar. La cuestión es ¿cuánto tiempo seguirán en boga y si vale la pena contratarlos?
La verdad es que estos productos establecen unos intereses mucho más elevados que la media del mercado tradicional, y los plazos también suelen ser más breves. Estos dos aspectos pueden pasar desapercibidos cuando se necesita dinero con extrema urgencia. No obstante, deberían ser las dos características con las que midiésemos la conveniencia o no de contratar un préstamo, rápido o no.