jueves, 19 de julio de 2012

Etapa Virenque para Voeckler

Usted: aficionado al ciclismo que se cita una tarde para ver una supuesta gran etapa de montaña. Usted: aficionado al ciclismo con ánimo proselitista que dice a sus amigos futboleros que habrá una gran etapa. Usted, que acaba la tarde con cara de tonto.

Si te reconoces en esta situación, y sabes que va a volver a suceder en el futuro, es que no tienes remedio. Creo que todos lo sabemos bien. Ayer hubo otra más de esas etapas.

Los organizadores quisieron hacer un carrusel Pirenaico entre Pau y Luchon, pasando por Aubisque, Tourmalet, Aspin y Peyresourde. De salida se formó una fuga con tre-in-ta-y-o-cho corredores, 38, treinta y ocho.

No recuerdo una fuga tan numerosa, y menos en una etapa de montaña, en todos los Tours que he visto, y son muchos. Al pelotón le pareció bien: al tran-tran de Eisel y después el infatigable Boasson Hagen, subieron el Tourmalet de una manera humillante para este deporte, especialmente si quiere competir en el cada vez más reñido mercado del "espectáculo deportivo".

Por delante, la fuga se fue desnatando al ritmo que marcaba un corredor que va "un puntito" por delante de los demás, el repugnante Voeckler. El pequeño francés ha logrado convertirse en un personaje de sí mismo -había gran materia prima- y, por tanto, querido y respetado por el público, especialmente el connacional. Así puede narrar su epopeya sin que nadie se pasme o se lleve las manos a la cabeza.

Al parecer, el corredor alsaciano estuvo muy malísimo, pero malo de verdad, justo antes del Tour, tanto que parecía que no iba a poder salir en la carrera que lidero el año pasado durante 11 días, y de la que sólo se bajó del podio por hacer el estúpido en el Galibier mientras Contador demostraba que los hay aún más estúpidos en el pelotón. A todo eso se llamó, en su momento, espectáculo.

Estuvo sin tocar la bici, si hay que hacer caso a su relato, 13 días. En la primera semana perdió tiempo y después, a lo suyo: a ganar etapas. Antes lo hacía con mezcla de picardía y determinación, ahora lo hace sencillamente porque va "un puntido por encima". Su equipo ayuda, claro, como siempre en estos casos: ayer el sprinter japonés Arashiro le lanzó para el Aubisque, pasando el nipón en tercer lugar por la cima pirenaica.

También recibió ayuda de Kern, uno que en Dauphiné (6º en 2011, sin ningún resultado previo anterior) tuvo que abandonar, porque el dolor de rodilla de Voeckler era extensivo a todo su equipo, otro más de hombrecillos verdes que se crecen en la alta montaña. Les dieron un toque repugnante por lo que tiene de "se lo que estais haciendo, pero no vamos permitir algo como lo de 2011, pero no temais, no vamos a hacer nada", y ya llevan tres etapas ganadas, dos de ellas de alta montaña.

Voeckler puso a tirar a Kern en el Tourmalet para aumentar la diferencia con el pelotón, que no le parecía suficiente, y como en el pelotón iban sesteando, ¡la escapada aumento la diferencia sobre el pelotón en 4´! ¡Subiendo el Tourmalet! A estas alturas, Voeckler ya tenía la etapa ganada, y encima la quería ganar a lo Virenque.

Se desembarazó de Brice Felliou cuando quiso, y se fue en solitario a ganar en Luchon tras haber pasado en cabeza los cuatro puertos pirenaicos. A lo Virenque, que estaba en meta para felicitarle. Según Voeckler, en un relato que gusta mucho en Francia de le petit, no iba con la intención de la cabalgada pirenaica, que afrontaba cada paso de puerto como si eso ya fuese el final de etapa.

Hicieron de monigotes C.A Sorensen -otro corredor gesticulante, ayer la etapa parecía que consistía en a ver quien hacía más cucamonas- y Vinokourov, con un espléndido Gorka Izagirre que fue a lo suyo, y al final acabó tercero porque al kazajo se le salió el pie del pedal en el peor momento. Segunda fuga en el Tour, segundo puesto de honor. Hay madera de corredor.

En el pelotón Basso aceleró un poquito, lo suficiente para que Evans "con problemas estomacales" se descolgase y perdiese cualquier opción de podio. Quitó algún Sky de cabeza del pelotón, y Nibali atacó subiendo el Peyresourde. Sólo le pudieron seguir la pareja de Wiggins y Froome. Otro ataquito, y juntos hasta meta con 1´ de ventaja sobre otros corredores que tenían grandes esperanzas en la carrera.

Para hoy la organización tiene una etapa con Bâles -donde le saltó la cadena a Andy Schleck- y final en la estación de esquí del Peyresourde. Considerando que Nibali tiene casi 3´ de ventaja sobre Van den Broeck en la lucha por el podio, a lo mejor hoy conseguimos ver una etapa aún más birriosa que la de ayer. Eso sí, de recomendar este deporte mejor me abstengo.
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Habla Madariaga (Euskaltel, Euskaltel). Considerando el titular, y el tamaño de cuello que se gasta el susodicho, no hay que preocuparse mucho de las angustias que le afligen.
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Última entrevista conocida a Frank Schleck antes de su positivo, al acabar la etapa de Toussuire: reconoce que está cansado por los 71 días de competición acumulados en sus piernas. En el día de descanso también charló con periodistas de Luxemburgo, diciendo que estaba "muy cansado", pero que podía mejorar...

miércoles, 18 de julio de 2012

Positivamente Frank Schleck

Todo indica que Frank Schleck no se esperaba un control antidopaje el pasado (y reciente) 14 de julio, cuando se disputaba la etapa de Cap D´Agde. No iba de los primeros de la general, no iba a hacer entre los primeros de la etapa, pero ese día la etapa acabó con anticipo, o paso algo -faltan detalles en el caso- que hizo que los estrictos tiempos en los que se mueve el dopaje contemporáneo se equivocasen, con consecuencias nefastas para sus intereses.

¿Quizás iban tras el? Sabemos que muchas veces es así: controles al azar entre corredores que después resulta que no son tan al azar. Y qué día, en el que la carrera viraba al sur, aún más gente en el público, localidades turísticas que facilitan el trasiego de mensajeros y su equipaje, en el margen de rigor antes de la montaña que marca el calendario de dopaje.

Frank Schleck ha dado positivo por Xipamide, un diurético, dentro de la categoría de sustancias enmascaradoras de otra sustancia aún más gorda: ayuda a eliminar los restos en el organismo. No es un medicamento cualquiera: en Europa sólo se comercializa en Alemania y Austria, y lo más interesante es que alcanza su pico a las 2 horas de la ingesta, no dejando traza alguna a las 8 horas.

No se a qué hora le hicieron el control al luxemburgués, pero el 14 de julio la etapa duró apenas 5 horas: todo apunta a que fue al acabar la etapa. Algo falló en el estricto horario que utilizan los deportistas profesionales para sus prácticas más oscuras, un pequeño fallo que hizo que la tasa de diuréticos fuese de 100 picogramos en vez de los 5 que se dan de margen, según las declaraciones del jefe de prensa de RadioShack.

El equipo de Frank Schleck ha dejado a su corredor tirado. En el brutal y marmoleo comunicado de prensa declinan cualquier responsabilidad, al indicar que la Xipamida no se encuentra entre su catálogo de medicamentos: conviene recordar que las autoridades francesas obligan a los equipos a declarar qué sustancias y en qué cantidad llevan en sus botiquines antes de empezar la carrera.

Xipamida es un medicamento ideado originalmente para la hipertensión de origen renal pero, como tantos otros medicamentos relacionados con el riñón y su mal funcionamiento (la EPO, por ejemplo), ha acabado teniendo un uso como dopante en deportes de resistencia.  Por su características, especialmente las farmacocinéticas explicadas antes, es perfecto para limpiar el organismo tras un chute de bolsa de sangre.

A Frank Schleck lo han pillado pero que muy bien. Salió en el Tour, su carrera favorita, tras haber disputado 2/3 partes del Giro a regañadientes, y abiertamente enfrentado con Bruyneel. De hecho, hace unos días evitó hablar a la prensa sobre si era uno de los corredores que había demandado al equipo por impago de salario. Y ahora sale esto, lo que se puede considerar el primer positivo de Bruyneel en sus largos años en el ciclismo.

El primero de Bruyneel y el primero de Pedro Celaya, el simpático doctor poco amigo de las cámaras que acaba de ser vetado para ejercer de por vida por la USADA, por su relación de largos años con Armstrong. Y con Bruyneel. Con Schleck no ha pasado de medio año, pero ahí aparece en la página web: oficialmente era su doctor, aunque ahora en el equipo digan que no sabían nada.

Frank Schleck pedirá el análisis de la muestra B, y en caso de confirmarse el positivo, alegará contaminación alimentaria, como el famoso carnívoro de Pinto. No hablará jamás, porque estamos hablando de uno de los mejores corredores del pelotón, uno de los escasos cuatro-cinco que puede poner una carrera patas arriba, pero por soñar no se pierde nada: ojalá hablase de la casa de putas que se intuye que es el RadioShack, del médico español que nunca puede faltar en estos casos, de Bruyneel y de su increíble salto de calidad entre 2004 y 2005, entre otras cosas.

"No lo hará, no. Nunca lo hacen" es la frase que siempre suelo repetir en estos casos. Ya se ve que Frank Schleck ha optado por la vía de la huida hacia delante. Estaba haciendo un buen Tour, a pesar de haber tomado la salida con nada menos que 55 días de competición, el segundo corredor más rodado de todo el pelotón: iba 12º de la general y con todos los Pirineos por delante. Quizás esto ayude a entender por qué ha dado positivo por un enmascarante de un chute sanguíneo: el cansancio se iba a hacer notar ya.

Para Frank Schlek, que tenía además la importante misión de hacer ganar al RadioShack la clasificación por equipos, era demasiado tentador la posibilidad de volver a hacer entre los diez primeros del Tour, un Tour con además dos cronos. No es un positivo casual o por accidente: igual que Contador, que fue a comer el filete contaminado justo antes de las etapas decisivas de un Tour que encabezaba por sólo 30". Eso sí, no falta quien da pábulo a las escasas opciones de credibilidad del luxemburgués, miendras ahonda en su descrédito personal y profesional.

El corredor ha abandonado el Tour de Francia por indicación de su equipo, a su vez indicado por el Tour de Francia. Todo muy limpio y aséptico, como todos los años en Pau. Todo iba siendo muy limpio y aséptico, como nos indican que nos tenemos que creer al Sky de Cavendish escalador; tanto, tanto, que el diurético para limpiar el organismo apenas ha dejado traza, pero la suficiente, como los famosos picogramos de clembuterol.
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Fedrigo gana otra etapa en el Tour, esta vez resolviendo una escapada muy favorable a sus intereses camino de Pau: es un gran especialista en este tipo de terreno pre-montañoso. El último que resistió al buen ojo del francés -las crónicas españolas de su triunfo están plagadas de referencias al gran tamaño de su nariz, por eso no pongo buen olfato- fue el repugnante Vande Velde, ese corredor que, si hablase en algún momento de su vida, podría contar más cosas del ciclismo que ningún otro: CSC-Liberty-UsPostal-Garmin. Viene del Giro, donde fue fundamental en el triunfo de Hesjedal, y casi gana una etapa del Tour.
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Curioso: aquí se dice que Hoogerland -muy anónimo este Tour, como todo su equipo Vacansoleil- dio positivo por testosterona con 18 años.
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De los hermanos Izagirre hablan maravillas en el País Vasco. De Jon, el más joven, ya vimos su calidad en su belllísima victoria en Falzes durante el pasado Giro -y su escapada en la Gante-Wevelgem-; de Gorka, que es un año más viejo, estamos viendo en este Tour un arrojo similar al de su hermano y una pizca de humor y sana camadería que gusta (mucho), y más en un ambiente como el ciclista, a veces demasiado transcendente.

Miren que vídeo. Qué canteo a Sagan. Una broma, no más, un indicio. Una broma entre uno de 22 años y otro de 24 años. Me gusta. Hacen falta más como los Izagirre y su actitud en la bici.
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Evans achaca los pinchazos a los españoles.  Que Van Garderen no le esperase también es culpa de alguien: todavía no lo ha dicho, pero seguro que Evans ya tiene una hipótesis.
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Valverde es una persona muy mal orientada a lo largo de su vida: he aquí una nueva muesca.
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A 12 días de los JJ.OO, S. Sánchez se sube por primera vez desde su caída a una bici.
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O pondría copas en un bar, como en la canción de Carlos Berlanga.
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En Copenhague plantean directamente hacer autopistas para bicicletas: no por la velocidad, pero sí por la anchura.  De miras.

lunes, 16 de julio de 2012

La cita anual de SMS Sánchez

Cambio de maillot a mitad de 2006
Que Luis León Sánchez gane una etapa en el Tour de Francia ya no es noticia, es algo que lleva haciendo desde hace cinco años y sólo ha faltado una vez a la cita (fue segundo). Ayer ganó en Foix de una manera espectacular y en solitario, dejando clavados a Gilbert -mejor corredor en 2011- y Sagan -acabará como mejor corredor de 2012 después de Wiggins-.

Precisamente el británico fue objeto de la frustación del popular SMS Sánchez, cuando el día anterior fue a neutralizarle en persona siendo líder de la carrera, y todo por ayudar a un compeñero. El murciano, un tipo tranquilo pero que cuando se calienta dice sus cositas -en 2010, cuando perdió la etapa y la posibilidad de dar un vuelco a la general, cargó contra sus directores: salió del equipo en unos meses-   dijo que el Sky "quiere ganarlo todo, y así no se puede".

Profundo conocedor de las normas internas que rigen el ciclismo, normas endogámicas de difícil acceso y que en gran medida se basan en la lealtad y sumisión más que en el mérito o el consenso, poco después se expresó por el canal en que se siente más cómodo (un SMS, claro) y dijo que -con bastante ironía- dado que el Sky es el líder de la carrera, puede hacer lo que le de la gana.

El líder eres tú, macho. Y también puedes hacer lo que te la gana, al menos en España. Líder porque con tu planta y tu rodar me robaste el corazón ciclista hace muchos años, cuando en 2005 tu Amado Líder te envió al norte y rodabas en solitario en los 3 días de la Panne -llegó a hacer podio- con la misma planta que ahora. Nunca se había visto un panzer así por el norte viniendo de España.

Como pertenecemos a la cultura ciclista que pertenecemos (¡ay!), lo orientaron hacia otras cosas, y con notable éxito. Lo hubiese obtenido en cualquier caso, pero siempre da la sensación de que ser un cazaetapas es demasiado poco para el potencial del murciano. Ahí está, a punto de cumplir los 30 años y sin mejora aparente en las cronos o en la montaña. De las clásicas mejor no hablamos, que es de Murcia.

En cuanto a hacer lo que te la gana, ya se vio ayer. Etapa de pre-macizo montañoso en la que SMS Sánchez  obtiene sus éxitos, fuga buena permitida por el pelotón, fuga que no tiene que ir rápido ni seleccionando porque el pelotón se toma el día de rebajas y va a 15´. Fuga en la que viaja tu pareja de hecho en el Tour -lo intentaste la primera semana a cola del pelotón con Tony Martin, pero no funcionó- Sandy Casar, como casi siempre. Fuga en la que viaja el corredor más rematador del pelotón y el que ha perdido el entorchado, un Gilbert que lleva casi un año sin ganar.

SMS Sánchez, bajado el segundo primera y bajo el cartel de salida de Foix -había que dar un circuito turístico no muy interesante a la población- atacó poderosamente mientras Sagan el puedelotodo estaba despistado comiendo algo rápido. Nadie quiso ni pudo salir tras el murciano, ni se organizó persecución: ¿para llevar en volandas a Sagan? ¿A Gilbert? Completaban la fuga Gorka Izagirre -hermano de Jon, no confundir- y el mencionado Casar, mucho más experto que el eslovaco y el belga, pero con peores piernas.

Con un planta cuadrada perfecta, con las muñecas caídas sobre la maneta de freno para inclinar la espalda aún más, el panzer murciano llegó a meta con 47" de ventaja sobre sus rivales, donde Sagan fue segundo. El eslovaco ha sentenciado este fin de semana la regularidad, al haber sido segundo en dos etapas consecutivas, y se adentra en la tercera semana del Tour sin ningún miedo y con alguna etapa marcada. Como ayer.

Un delincuente arrojó puntas de carpintero en la carretera entre el paso de los fugados y el pelotón -15 minutos, tuvo mucho tiempo para hacerlo-, que sufrió muchos pinchazos, incluyendo uno de Kiserlovski que tuvo que abandonar por la caída que le produjo encontrarse súbitamente su rueda pinchada en un descenso vertiginoso, el del Mur de Peguere.

El Sky paró aún más la carrera (Cavendish subió el anterior primera en cabeza, al trote)  hasta que entró Evans, el más importante de los pinchados -Van Garderen no le esperó-, pero Rolland se fue por delante azuzado por Bernardeau. Al final entraron todos juntos en meta a 18´, encabezados por Maté El Lince, ese corredor andaluz tan simpático y resalao que tiene encadilados a todos, y que no encontró mejor oportunidad de lucirse en carrera. Un lince, ya les digo.

Del vencedor se podría recordar su pantanosa trayectoria desde joven Liberty, incluyendo su debut en el Tour 2005 con "todo o nada como Igor", su exoneración de la Operación Puerto por su condición de joven con progresión, su padre Guardia Civil, su tráfico de SMS con médicos dopadores, que su mujer recibía paquetes con drogas en su trabajo y su condición de ser el corredor que con más días de competición está afrontando este Tour.

Haber empezado en Lieja con 58 días acumulados en la piernas no es óbice para que el mulo de Mula (la autoría es de Arribas) haya ido fugado este Tour como el más fresco, haya cumplido en su cita anual y todo estén contentos, desde el principal protagonista hasta el ciclismo español por lo que parece que será la única alegría del Tour, pasando por su equipo, un Rabobank cuyas últimas cuatro etapas en la carrera han venido por parte de españoles: Freire (2008), Gárate (2009) y las dos de SMS Sánchez.

Ante ese consenso en torno al murciano, ¿qué puedo decir yo? Pues nada: que me tiene robado el corazón, el muy ladrón.
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Por si alguien tiene preguntas para el héroe de ayer, las puede formular mañana. Ya saben qué tipo de preguntas.
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Pues Boonen se ha roto una costilla en Polonia y llegará justito a las Olimpiadas. Si llega. Malditas caídas y costillas, que van a dejar sin poder disputar el oro a los dos corredores de más alcurnia -por éxitos conseguidos- que hay en el pelotón, Freire y Boonen.
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Madrid tiene un proyecto olímpico para 2020 y una realidad de deporte en 2012.

domingo, 15 de julio de 2012

Millar, Arribas y cinismo: el nuevo ciclismo

¿Estoy guapo? Sácame bien
Aprovechando que el domingo la gente compra más el periódico, convertido en el caso de El País en un resumen de la semana, hoy el diario independiente de la mañana nos ofrece una extensa entrevista con David Millar, realizada por el simpático Carlos Arribas poco antes de comenzar el Tour. Una feliz coincidencia ha hecho que la publicación de la entrevista coincida con la reciente victoria de etapa de Millar en el Tour, por lo que al menos nos ahorramos las últimas tonterías sobre esto, aunque hay de todo lo demás: de este desgraciado personaje del ciclismo, y también de este periodista, que se interroga a sí mismo.

Utilizando ese lenguaje y código religioso que le gusta tanto, Arribas se siente cómodo con el autoproclamado héroe del antidopaje -saca sus buenos dinero de esto-, por lo menos mucho más cómodo que en una supuesta entrevista a algún dopado no confeso, como sus amigos Valverde o Contador. Con ellos nunca hablaría de dopaje, como mucho de ¿qué tiempo hace? o el clásico ¿tienes hambre de victorias?.

El titular es muy arribiano: "Los deportistas que se dopan son seres humanos". Tienes durante media hora a un tío que te puede hablar del dopaje contemporáneo en equipos como el Garmin y sacas un titular que dice una obviedad, al menos mientras no se compruebe que en la tierra habitan alienigenas. Ah, que lo que quiere decir es que los dopados son buenas personas merecedoras de respeto. Acabáramos.

¿Como Millar, que sigue repitiendo sus mentiras y medias verdades, sin que el periodista afecto lo incomode con preguntas? Será por eso que Arribas empieza su perorata con esta asunción: "En español la palabra periodismo rima con cinismo" (y yo hago de esto mi leiv motiv), que es como si Torrebruno hubiese salido algún día a la pista central del circo -es la edición del domingo de El País, doblan difusión- con un "En español circo rima con Cristo, oremos", en vez de cómo el tradicional "¿Cómo están ustedes?".

Toda la entrevista tiene ese aire de circo, de enano italiano, de cara pintada de payaso y de tradicional familiaridad infantil que desvela la última frase entrecomillada. Pregunta Arribas, el hombre que conociendo la Operación Puerto y muchas otras cosas más, se dedica a llamar arqueólogos a los que no comulgamos -lenguaje religioso: esto es un guiño- con su política de perdonar y olvidar, cuando no de hacer su trabajo, y responde David Millar, una especie de Armstrong -por lo que tiene de sacar dinero- del antidopaje.

Sufriendo mucho en el Saunier
Falta un explícito "¿Cómo está usted, David Millar?", sustituido para empezar por un por qué escribió su libro, ya reseñado aquí. Atentos a la respuesta: "pensé: “Si escribo el libro ahora, tengo que estar a la altura de lo que escriba, porque sigo en el pelotón”". Claro, esa es la clave: como sigo en el pelotón, no cuento nada del Garmin, muy poquito del Saunier y me quito mis años mozos -eh, que yo no he ganado siempre dopado, tengo una Edad Dorada de joven donde ganaba a megadopados con el hematocrito al 40%- y algunas otras cositas por aquí, por allá.

"Tengo que estar a la altura". ¿Qué se puede creer de este personaje? Yo jamás me creí su retorno limpio, el propio Arribas publicó por aquel 2006, a raíz de su victoria en una crono de la Vuelta a España, que lo llevaba Cecchini...Ya, estás a la misma altura a la que te fuiste: ya no quieres ganar el Tour (It´s Millar time) pero tampoco te quieres arrastar a cola del pelotón, como Sella, Valverde, Di Luca u otros corredores con tu misma parábola deportiva.

Es tan abanderado del antidopaje que, sobre el tema Armstrong -recuerden que el cowboy copatrocinó junto a Trek un libro de ensalzamiento propio que se regaló con revistas de ciclismo hace muchos años, donde Millar tenía la condición de heredero del yanki- dice que no se pronuncia. "No llego a entenderle del todo". Claro, David, claro.

"No se deben imponer inhabilitaciones de por vida si es la primera infracción" Claro, David, claro. Ambos llegan al mito actual consistente en lo que Arribas plasma en una frase propia de periodismo/cinismo, del que es un consumado maestro: "puede significar dos cosas: o que sigue haciendo lo de antes y miente o que el ciclismo ha cambiado y estando limpio se puede estar al primer nivel".

De cuando cruzaba la muga
¡Evidentemente! Y con los mismos rendimientos: se quita el gluten, se pone un condón a los cascos, se queman los monos de contrarreloj, y eso iguala lo que se consigue con la EPO, subir puertos a 26 km/h, o convertir a rodadores en escaladores, de Padrnos a Knees. Y todo por llevar buenos hábitos al alcance de todos: de ciclista del montón a dominador de todas las especialidades. Y no estoy pensando en Froome, uno de los abanderados del "nuevo ciclismo". Anglosajón.

"Como nos metimos en este deporte más tarde, hay una actitud moderna y unas técnicas modernas. Y estos atributos resultan muy útiles en el ciclismo moderno, que es limpio", dice Millar, siguiendo la línea argumental. Sí, han contado bien, dice hasta tres veces la palabra "moderno". Y combina muy bien con "actitud" (¿?), "técnica" y "ciclismo". También con su personaje.

Arribas le pregunta por su confesión religiosa, y como recibe un cortante "protestante escocés" -en Edimburgo hay un sitio llamado ChurchHill donde en cada esquina hay una iglesia de una confesión diferente, un buen ejemplo de la pluralidad religiosa en Escocia, algo difícil de entender para el católico castellano viejo Arribas- le suelta igualmente su hipótesis, leída en algún lugar que no es este, que se podría resumir en un "Ética protestante, espíritu menos dopador".

El único pellizco que suelta Arribas a Millar es que no cite en su libro a su médico dopador español -lo digo yo: Jesús Losa-, pero ¡él tampoco lo dice!, a pesar de que hubo juicio en Francia y su nombre aparece en los documentos, además de que fue el propio Millar quien lo delató. Estas son las condiciones: vamos a hacer como que hablamos de dopaje porque presentas tu libro, pero vamos a hablar de lo mismo de siempre. Sin nombres, sin decir nada, vamos a vender una historia de ascenso-caída-redención, que mi redactor-jefe dice que quedan muy bien en el periódico de los domingos, cuando se lee en pareja.

"Periodismo rima con cinismo". En español arribiano. No vamos a citar a Jesús Losa, pero vamos a decir que el ciclismo ha cambiado cuando los médicos de entonces son los de ahora: ninguno ha cambiado de profesión, ninguno, porque no han tenido ninguna necesidad. Ni siquiera tienen que salir a buscar sus clientes: como ha dicho Pozzato sobre Ferrari, son tan famosos que llegas a ellos a ciegas. Y a tientas, después de probar todo.

Con Botero, "un tipo magnífico"
"Es una pena que Italia y España hayan adquirido una reputación tan mala porque en realidad eran solo unos pocos médicos los que lo estaban haciendo. Pero se podría decir que eran los mejores", dice Millar. Y lo dice cuando su actual equipo está, casualmente, radicado en Girona, escenario desde los tiempos de Armstrong de algunas de las transformaciones más milagrosas en el ciclismo. Girona es España, aunque Andorra no lo sea.

Dentro de su relato autoconstruido, "yo decidí dejar de doparme en 2003, después del Mundial, y luego me di cuenta de que había tomado la decisión correcta cuando me enteré de la muerte de Pantani y de Jiménez". Cuando registraron su casa a raíz del llamado caso Cofidis -ya habían caído los polacos de su equipo y Gaumont, pero él seguía callado- iba a ir a tope a por el Tour 2004, a pesar de que ahora diga que dejó el dopaje tras ganar el Mundial CRI de 2003, título del que fue desposeído.

Ahí aprendió Millar: no voy a decir que voy dopado desde que empecé a correr, que me quitan victorias, una táctica seguida por todos los de su calaña. Recuerden que Roberto Heras tiene tres Vueltas, para que crean en ellas sus seguidores bejaranos."Porque hayan cometido un error, no se les puede encasillar en dicho error de por vida".

Existe otra vida fuera del ciclismo, pero si algo demuestra la lucha antidopaje es que la mejor medida es la sanción de por vida ante el primer positivo. Así nos ahorraríamos tener que aguantarte a tí y al periodista que te utiliza para contar su propia historia de su profesión entendida como un ejercicio de cinismo. Y como existe otra vida fuera del ciclismo, que se la busquen, pero que no vuelvan al ciclismo.

"Creo que hubo una época en la que los periodistas no querían saber la verdad, no indagaban lo suficiente, y eso también formaba parte del problema: que había cierta negación en todos los niveles del deporte, desde la UCI hasta los propietarios de los equipos, los patrocinadores, los periodistas…" ¡Y es David Millar el que dice esto a Carlos Arribas! No puede haber mejor epitafio: este deporte no tiene remedio.
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La etapa del 14 de julio en el Tour fue absolutamente preciosa. La carrera llegaba a la zona de Sette -la más turística por masiva del Mediterráneo francés- por carreteras junto al mar, lagunas marinas, bungalows y una espléndida realización televisiva. El infatigable Morkov se escapó una vez más y fue neutralizado en la subida al Mont St. Claire, un peñón no muy pronunciado que parece un gigante en un paisaje dominado por la cota cero del mar.

Poco antes se había descolgado Valverde, desentendido por completo de la batalla por delante. Y eso que la etapa le favorecía. La subida separó al grupo y hubo una espléndida persecución por parte de un increíble Lotto -pasaron a cinco corredores por delante- a la peligrosa pareja de Albasini y Vinokourov.  Poco antes del repecho final, atacó Luis León Sánchez, con fuerza y categoría suficiente para llegar, pero el propio Wiggins encabezó la persecución.

El británico superó al murciano mientras este realizaba aspavientos desaprobando su actitud, que el nefasto Duo Cómico de TVE no supo o no quiso interpretar correctamente: "le estaba indicando que le superase por la derecha". No, lo que el joven Liberty decía era que estaba hasta las narices del dominio acaparador del Sky, y lo corroboró en meta: "Lo quieren ganar todo". Lo mismo dijo Roberto Heras de Pantani en el Giro 1999.

El UkPostal mejora a su modelo del UsPostal: Armstrong nunca lanzó un sprint en sus años victoriosos, pero Wiggins quería hacerle un favor a Boasson-Hagen. Inútil: el noruego sólo fue tercero, superado por Sagan y por Greipel. El eslovaco, más veloz, perdió la etapa por no dar ese último golpe de riñones propio de los sprinters, cosa que si hizo Greipel para obtener su tercera victoria de etapa. La actitud del Sky empieza a cargar a todos, incluso a alguien tan pusilánime como SMS Sánchez.



sábado, 14 de julio de 2012

De dopado a dopado

Oye Brad, ese maillot me suena
La etapa más larga de este Tour tenía dos primeras en los primeros 100 km., perfectos para formar la fuga, y dos trampas al final, perfectas para despertar al personal, que no entiende este tipo de etapas, puestas de moda desde que en 1999 el Tour metió el Tourmalet a mitad de una etapa, y el resto llano hasta Pau.

Se formó una gran fuga de la que sobrevivieron 5 corredores destacados de los demás subiendo el segundo primera: Kiserlovski, Millar, Peraud, Egoi Martínez y un Europcar, que ya están todos recuperados de su rodilla colectiva y patologías varias. Otro grupo de fugados donde todo el interés lo ponían dos gregarios del Liquigas para llevar a Sagan al punto intermedio fue neutralizado por la gran labor del Green Edge para su su líder Goss.

Superado ese punto de interés (ojo: un sprint intermedio) el pelotón se dejó llevar a gran velocidad -la marcada por la salida de la etapa y el paso por los momentos cruciales- y la etapa acabó con gran adelanto. Los fugados colaboraron muy bien y, en la cota que subía a un bonito pueblo en la rivera del Ródano, se marcharon Peraud y Millar. El británico no tuvo problemas en batir al francés y celebrar su victoria a su manera: tirándose al suelo y contando su vida.

En el pelotón quedaban por repartir los jugosos puntos de la sexta plaza de la etapa, y Goss desvió su trayectoria de muy mala manera para impedir que Sagan le adelantase. El eslovaco, gesticulando con la mano como un italiano, le dedicó un sonoro y pautado "Vaffanculo", y no era para menos. Al principio del Tour ya se quejó Freire de las malas artes de este australiano que gana muy poco. Ayer las vio todo el mundo.

Eso incluye a los jueces, que aplicaron una sanción de -30 puntos en la clasificación de la regularidad a Goss por su marrulería, un castigo que envía directamente a la mierda el fenomenal trabajo que hicieron Albasini y Weening neutralizando la fuga de los Liquigas para el sprint intermedio. Es dudoso que Goss haya aprendido la lección, y en un sprint más numeroso volverá a aplicar la guerra sucia propia de los sprinters de su país: Allan Davis, McEwen, Renshaw a codazo limpio o Cooke.

Con la victoria de Millar ya son cuatro corredores británicos diferentes que ganan etapa en este Tour, después de Cavendish, Froome y Wiggins. La etapa de ayer, obtenida por un corredor de 35 años y con un larguísimo historial, sirve de gozne perfecto para una serie de sucesos correlacionados que también se produjeron ayer.

Al parecer, era el 45º aniversario de la muerte de Tom Simpson, ese referente del ciclismo británico que murió en las faldas del Ventoux porque quiso transformar su fisiología de clasicómano a ganador del Tour según el nivel tecnológico de su época, 1967: anfetaminas. Era británico, muy británico. Millar también: un contrarrelojista del que se alababa su clase (¡esa etapa de Córdoba! ¡esa etapa de Beziers!) cuando todo era fruto del nivel tecnológico de su época: EPO.

Según dicen los propios interesados (ciclistas y gente que vive del ciclismo, desde fabricantes de bici a los necesarios periodistas), esa época tecnológica de la EPO ya se ha superado, y con ella todo el dopaje. Ahí está el propio Millar, que se ha construido un personaje ad hoc copiando las técnicas de los pastores evangelistas americanos y la dialéctica del cristiano renacido: antes era pecador, ahora estoy purificado. Gano limpio.

Gano limpio y dedico la victoria a un corredor que murió completamente dopado. Como si alguien gana algo y lo dedica a Pantani. Así es el ciclismo, el deporte esquizofrénico transmitido por periodistas acríticos que, cuando oyen el nombre del británico o el italiano, aplauden igualmente. ¿Qué referente puede ser Tom Simpson? Murió dopado, murió a causa del dopaje, intentó tragar más de lo que le cabía  ¿Qué intentan transmitir con eso?.

A mí, francamente, no me extraña nada que Millar dedique su asqueroso triunfo de etapa a Simpson: es su referente necesario, dentro del personaje que se ha construido. ¿Sabían que pertenece al comité asesor de la AMA? Sí, y es el mismo corredor que cuando volvió de su sanción lo hizo militando en el Saunier de Mayo, Cobo, Piepoli, Simoni, Ricco y Marchante, el mismo que estuvo en el Tour 2008 del cuarto puesto del gregario Vandevelde, el mismo que consiguió al año siguiente el hasta entonces incapaz de subir un puerto con los mejores Wiggins. Millar, el que en 2010 se hizo Giro-Tour-Vuelta-Mundial. Y todo limpio.

Fue una dedicatoria de dopado -le gusta que le llamen ex, pero ¿la condición de dopado se pierde alguna vez?- a dopado, pero vendida como algo elogioso. Sobre el nuevo ciclismo británico, ese que ha ganado en este Tour cuatro etapas con cuatro corredores diferentes (sprint, montaña, crono, fugado), ya comenté en el lejano 2009, cuando empezaba a asomar la patita, lo que me parecía. Simplemente aplican el nivel tecnológico de su época. Simpson, anfetas; Millar, EPO; esta nueva hornada, todavía no se sabe.

Casualmente, el mismo día de esta apoteosis bufa de Millar ganando una etapa en el Tour , Bradley Wiggins publicaba una columna en The Guardian que merece un tratamiento más extenso, donde dice que gracias a la cultura del fair play de los británicos nunca se podrá dopar, que eso pondría en peligro muchas cosas de su entorno y, bueno, más propaganda para la mente británica y gran parte del mundo del ciclismo.

Aquí, que ya hemos visto cartas semejantes de alguien tan mentiroso como Contador -ha competido toda su vida con un certificado de hematocrito del 52%, y a partir de 2005 con un certificado de epilepsia- uno que es capaz de decir en un juicio en el TAS que "siempre me he rodeado de gente que ha rechazado el dopaje" -incluso el reciente médico Pepe from Valencia, sancionado de por vida por la USADA-, ya sabemos el valor que tienen esas cartas.

Para mí, ninguno. De dopados hemos oído de todo, incluso alguno ha convocado manifestaciones de apoyo popular en su pueblo -el toque berlanguiano que no tendrá un inglés, es cierto-, y siempre con las mismas argumentaciones mientras estaban en la cresta de la ola, las que ahora repiten los británicos, que se dirigen a una audiencia nacional mucho menos familiarizada con el ciclismo que la nuestra.  Sin embargo, esa falta de trato con la historia del ciclismo ¿lleva a que se desconozca que Simpson murió completamente dopado? ¿O es que ya se da por bueno todo, hasta una dedicatoria? No me creeré a ningun adalid del antidopaje o del nuevo ciclismo -ambos términos están relacionados- jamás, y menos si con una nueva victoria va a una dedicatoria a alguien como Tom Simpson.
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Jopé, qué entrada de blog más currada, aunque el tema sean cotilleos. Cosas del New York Times: los piques en twitter entre las parejas de Froome y Wiggins, con visión general al mundo de twitter en los ciclistas, dopaje y otras cosas.
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En el próximo Purple Weekend o Euro Yeye, seguro que vemos a algún leonés o asturiano súbitamente interesado por el ciclismo. 

viernes, 13 de julio de 2012

Ya pasó el momento-Tour. No volverá.

Froome, en España con su padre
Algunos ciclistas anglosajones dejaron ayer por twitter que la etapa del día había sido la más dura que recuerdan. Suelen ser así de enfáticos, pero los números no dicen lo mismo: 150 km. raspados, 71 de ellos de ascensión pura, a una media de 31´3 km/h para el vencedor de la etapa. Acabó cerca de las seis de la tarde, media hora por encima del horario previsto. Y 4h43´, cuando todos los años se ven etapas de montaña de más de 200 km. con 7h encima de la bici.

Quizás haya contribuido a su relativa dureza que, por una vez, hubo ataques y movimientos de lejos. Sin embargo, el auténtico momento-Tour se produjo bien cerca de la meta, para que vean la importancia relativa de los diferentes factores. Fue una etapa de montaña bastante buena; podía haber sido mucho mejor si un equipo que viste de negro no fuese una marcha o dos por encima de los demás.

Prácticamente de salida se formó un numeroso grupo con, entre otros, cuatro Astana, un Valverde que se unió más tarde y dos Europcar, Christophe Kern y Pierre Rolland. Este equipo, investigado por dopaje un año después de su sorprendente actuación en el Tour 2011, ha ganado las dos últimas etapas del Tour, y con qué dos hombres. Al conocido caso de la rodilla y parón de Voeckler, ahora se une de Kern, que se arrastró y abandonó en Dauphiné -cuando la rodilla ataca, ataca a todos, como un virus- donde había sido 6º en 2011, y que ayer se hizo la Madelaine él solo tirando de las opciones de Rolland en la fuga.

Rolland llegó a meta solo, ganando su segunda etapa de alta montaña en la carrera, la segunda con un recorrido con distancia no superior a los 150 km. Ayer había estado escapado y gastando muchas fuerzas, pero eso da igual. Ya lo vimos a De la Fuente y Cobo en la pasada Vuelta, por ejemplo. Franceses contentos, el resto del grupo no tanto, al menos al compañero que hizo segundo en la París-Roubaix después de atacar durante todo el día se le ha empezado a ver la patita, como a todos. Como siempre.

Entre los favoritos, el Liquigas mandó a Oss y Sagan que aguantasen como pudiesen la Madelaine, y después los mandaron por delante. Parecía que iba a haber algún movimiento de Nibali, pero nada. Boasson Hagen se las bastó el solito para neutralizar cualquier acción. Por qué no se movieron Basso o Szymd queda para otra ocasión.

Subiendo ya la Croix de Fer, y con Kern fundiendo a casi todos los que había en la fuga del dia -qué manera de subir- el Sky cambió la locomotora del tren a Rogers y Christian Knees, el buen corredor alemán, mucho más rodador que escalador, pero eso ya da igual en el equipo de contrarrelojistas que suben mejor que los escaladores.

Van Garderen atacó a 10 km. de coronar, en plena carretera del Glandon, Moinard que iba en la fuga se descolgó, y ahí se fue Evans. Era la primera vez en sus 35 años que realizaba un ataque desde tan lejos. Desde el principio se vio que no iba muy bien, con Van Garderen yendo medio metro por delante y mirando atrás.

Brutal gráfica del trabajo del Sky en la etapa
El intento se solventó a los pocos km., pero dejó el grupo reducido a ocho corredores, cuatro de ellos Sky. Aunque después entraron mucho más corredores, hubo alguno que se descolgó entonces y ya no volvió, como Menchov o Monfort, hasta entonces muy arriba en la general. Quizás eso explique la relativa dureza de la etapa: esas arrancadas de favoritos neutralizadas por contrarrelojistas, pero que dejaban el pelotón diezmado, acostumbrado a subir a ritmo.

Ningún favorito atacó bajando el Mollard, probablemente el descenso más peligroso de Francia después del Joux-Plane, y juntos se fueron a encarar La Toussuire, otro puerto vendido como facilote porque no tiene pendientes muy pronunciadas, como si alguien no se hubiese dado cuenta que esos puertos, precisamente porque se pueden subir a más velocidad, suelen causar gran daño.

Brajkovic, también en su primer ataque como deportistas profesional, saltó a 12 km. de meta. Le siguió Pinot -tremendo este chaval, tremendo- y poco después Van den Broeck. A 10 km. fue el turno de Nibali, que al menos consiguió limpiar a Porte de cabeza del pelotón, y le tocó pasar a Froome quizás demasiado pronto.

De hecho, el nacido en Kenia, apenas duró 1´5 km. tirando, y Wiggins se tuvo que poner en cabeza a 8´5 km. de meta. Parecía que había una buena oportunidad de reventar al tres veces campeón olímpico y seis mundial en pista, especialmente porque estaba en una etapa de alta montaña y lo suyo canta mucho, pero el keniata Froome se recuperó y empezó a poner una marcheta en el grupo que acabó con los valientes que habían atacado. Y de lejos. Bravo.

A 5´5 km. de meta Evans se quedó, y Van Garderen con él para ayudarlo, pero el joven y talentoso americano (23 años, contrarrelojea con los mejores y sube que es un primor) iba bastante más fuerte que su viejuno jefe de filas, repitiendo la escena de la Croix de Fer. Al final se dejó en meta 1´30" con los favoritos, y tendrá que disputar la tercera plaza del podio a cara de perro contra Nibali y Van den Broeck.

Como vengo diciendo, las dos primeras plazas del podio serán para los Sky Wiggins o Froome, o Froome y Wiggins. Ayer el keniata atacó como un poseso justo en un momento en que el maillot amarillo flaqueaba, y parecía que se iba a ir solo. Por el maldito pinganillo le avisaron del desastre que estaba causando, e inmediatamente paró y todo volvió a la marcheta. Fue el momento-Tour, la demostración de que va más que su jefe de filas. Ninguno de sus rivales, que ya habían atacado durante la etapa -todos lo hicieron, esa es la auténtica novedad- no tenían ya fuerzas para seguir a la ofensiva.

Froome sí, y quizás habría que meterlo en el grupo de "los rivales". Al parecer, le dieron vía libre para el último km., y el keniata que no existía para el ciclismo de alto nivel hasta la Vuelta del año pasado, hizo un rush final desatado y rabioso. Sin embargo, Thibaut Pinot -otra vez más- ganó el sprint por la segunda posición, y es un corredor que enamora por su juventud, su buena planta y sus espectaculares resultados y progresión.

Hoy hay etapa de Alpes de más de 200 km. pero con los puertos de salida y después recorrido complicado y no más, perfecto para el control del Sky. Fuga sin peligro por delante, que los rivales directos están fundidos, y control durante todo el día. Día de conversación en el pelotón. La general está muy decantada, e incluso el propio Froome tendría que recuperar 2´ a Wiggins para ganar el Tour: eso sólo será posible con un desfallecimiento del británico, porque por el pinganillo ya le han dicho que no puede atacar. No va a ganar la carrera el más fuerte, ni tampoco el más listo, va a ganar la carrera el equipo que va una o dos marchas por encima de los demás.
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Mención aparte merece la retransmisión de RTVE. En un momento dado Probenecid se puso a comer fuera de cámara, pero se supo porque hablaba con la boca llena y se oía ruido de papel de plata, en su caso Reynolds. Peor aún fue a cinco km. de la llegada, cuando el inefable Carlos de Andrés dejó el micrófono abierto y se oyó como discutía con realización sobre si retransmitir el podio o no.  No le hicieron mucho caso: se cortó y cataplún, que habían llegado tarde y era La Uno. Con las motos ponían el podio aún retrasando el Telediario, para éxtasis de Ernest Riveras. Qué servicio público más lamentable.

jueves, 12 de julio de 2012

Por fin montaña

Mi favorito para la etapa de hoy
Fue una buena etapa de montaña, incluso con algo más de lo que se podría esperar, pero si ganó Voeckler y llegó la escapada tampoco es demasiado. Hubo un puerto que debutó -y la carrera volverá próximamente, igual que han hecho con Bales en los Pirineos-, hojarrasca y una buena resolución.

Se formó una escapa de salida con 25 corredores, incluyendo clásicos de los últimos Tour en este tipo de situaciones: Egoi Martínez, Casar, Voigt, Voeckler y SMS Sánchez, al que Carlos de Andrés llamó en antena de esta manera, no se sabe si porque lee este blog -que lo hace- o porque estaba recibiendo un nuevo SMS de Pedro Celaya. O de Jesús Losa, como el murciano.

También había gente nueva, claro, como Sagan y Devenyns, el escalador del Quick Step que siempre sale a hacer la general y acaba luchando por las etapas. Todos estos corredores afrontaron la subida a Le Grand Colombiere, nunca antes subido en el Tour, donde se fueron por delante Voeckler, Scarponi, SMS Sánchez y Devenyns, incluyendo un número en solitario del corredor del Rabobank, que después confesó en meta que estaba fundido: a lo mejor se debe a esas cosas que hizo durante la etapa.

Correspondió a Voeckler el honor de pasar el primero por el inédito puerto, algo que siempre quedará para los registros, y también acabó ganando la etapa por ser el más listo. Con la investigación por dopaje sobre su equipo, él mismo diciendo que estuvo 13 días antes del Tour sin tocar la bici porque tenía la rodilla malita, consiguió ganar la etapa ante los otros cuatro fugados, donde al final también se metió Voigt y sus 41 años.

Entre los favoritos atacó Van den Broeck dos veces en la subida, la última a 500 metros de coronar, y se llevó consigo a Rolland. No fueron muy lejos, al revés que Nibali: el siciliano atacó bajando, sabedor de que Sagan todavía iba por delante, y con el eslovaco logró abrir una ventaja de casi un minuto, pero bastó el simple concurso de Porte para echar abajo la fuga a 25 km. de meta. VDB y Rolland se volvieron a ir y el RadioShack tiró ayudando a Sky para que el belga sólo tuviese en meta una renta de medio minuto.

Salvo Nibali y Van den Broeck, todos corrieron para asegurar su puesto, y al Sky le valió con dos hombres en toda la etapa: un incombustible Boasson Hagen y Porte. Para hoy se espera, aunque sólo sea porque el recorrido hay que aprovecharlo y no va a haber muchas oportunidades parecidas, algo más, aunque tampoco se confien.

La gran etapa de los Alpes de este Tour tiene 150 km., de los que 71 km. son de subida. Madelaine de salida, Croix de Fer, Mollard y final en La Toussuire. La estación de esquí no se había subido en ninguna carrera profesional hasta 2006, cuando ganó Ibán Mayo en Dauphiné, tras culminar una larguísima fuga con Arroyo, Sevilla y Piti


De aquel día se recuerda el peligrosísimo descenso del Mollard, que quizás sea clave en la etapa de hoy. Es la primera vez que el Tour sube por encima de los 2.000 metros en esta edición, y tampoco habrá muchos más casos. La clave para ver algo de carrera consiste en desgastar al equipo Sky: no es de recibo que Boasson Hagen pueda tirarse la mitad de la etapa tirando el solito, porque así siempre van a llegar cuatro hombres de negro a los kms. finales. Tiene que haber ataques de lejos, colocar gregarios en el recorrido, y que se mueven los que no tienen nada que ganar ni perder.

En este escenario idealizado de carrera -tengo miedo de que todo acabe en un tostón de último puerto-. Mi favorito, dado el recorrido, es Alejandro Valverde. En un Tour muy aciago para el equipo -además de los tres abandonos, Plaza y Kiryenka están muy tocados- el murciano puede intentar hacer algo que lo reconcilie con si mismo, con lo que queda en carrera y con parte de la afición. Por fin hay montaña, a ver si se aprovecha.
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Muy interesante lo que cuenta Nibali y recogen aquiTras su ataque bajando Le Grand Colombier, neutralizado por Porte en exclusiva, Wiggins entró en meta mirando desafiantemente al italiano, en plan Armstrong. como diciendo "mejor no lo vuelvas a intentar". Nibali dice que esto no es fútbol, que es un deporte donde siempre se ha respetado al rival, y que a Wiggins le falta respeto para ser un gran campeón. Y eso que el británico dice que se inspira en el modelo de Induráin. Esto va a acabar mal.
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Tremendo: McQuaid reconoce en una breve entrevista en sporza.be que puede haber sustancias indetectables (y pone el ejemplo de Marion Jones) y que para el ciclismo no sería nada traumático que Armstrong perdiese sus siete Tours...además, dice que la UCI no tiene nada que ver con la causa de la USADA.
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Relacionado con lo anterior, el Sueddeustche Zeitung se cuestiona la cacareada cifra armstrongniana de que ha pasado unos 500 controles antidopaje en toda su vida.
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Interesante entrevista de Arribas a Zubeldia, nuestro hombre del momento. Hay algunos pasajes muy buenos, pero ninguno como el glorioso "siendo vasco en un equipo vasco, como un equipo de pueblo, eso pesa bastante".  ¡Como lo lea Madariaga se va a montar la Marimorena! ¡O la Mairena!
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¿Alguien se acuerda de Roberto Heras? Desde luego, nadie de las autoridades antidopaje en España. Se ha ido a acordar del lamentable escalador bejarano un diario fallecido por incapacidad ideológica y empresarial, Público, lo que en el fondo es un sentido homenaje de tu a tu. Escribe un tal Alfredo Varona, que tiene nombre de compositor de baladas chungas. Un ejemplo: "Supo alejarse del ciclismo de carretera y encontró un nuevo amor en la bicicleta de montaña". No supo alejarse: le echaron por dopado, después estuvo llorando que quería volver, pero como quería cobrar más de lo que estaban dispuestos a pagar por alguien de 33 años, se convirtió en vendedor de bicis y actor circense de las Brompton, entre otras cosas.

"Yo llevo en la sangre la pasión por el ciclismo" es un guiño que Heras hace a sus seguidores. "No tengo nada que reprocharme" es otro guiño que hace, esta vez a sus detractores, por si alguna vez hay alguna duda sobre este lamentable personaje.
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Joseba Irrutia, de Gara, clava la conclusión que hay que sacar tras las declaraciones de Valverde en el día de descanso del Tour, y lo dice en el titular. El murciano se queja mucho de que no le dejan moverse, y también de que muchos corredores corren simplemente por el puesto debido al "sistema de puntos de la UCI". Bueno, antes también se corría por el puesto, y su compañero Mancebo en el Tour 2005 es un buen ejemplo. En la misma línea de criticar el inmovilismo en el pelotón se sitúa Frank Schleck en esta entrevista.
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Los italianos proponen que haya una alternancia de fechas entre el Tour y el Giro: un año el Tour en julio y el Giro en mayo, al siguiente el Giro en julio y el Tour en mayo. Para seguir con el circo, Berlusconi vuelve a la política en septiembre.
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Antonio Alix, conocido todólogo (inventó el triatlón en España, ¿lo sabíais? También pone la anchoa en las aceitunas rellenas) que sin embargo trabaja en un medio minoritario, también escribe en un medio aún más minoritario.  Desde hace unos años se está construyendo un personaje -otro más- sobre su supuesta intolerancia al dopaje. También tiene fama de decir las cosas claras, menos a sus amigos, que son prácticamente todos los del ciclismo. Así cualquiera.

Por ejemplo, en el artículo que enlazo deja esta frase para recordar: "Yo no dudo del Sky, lo que hacen no me parece sospechoso; es más, ¿no será que si ahora todos van más limpios es cuando la calidad y el trabajo salen a relucir sin que incida lo bien trucado que se tenga el motor?". Qué personaje más penoso. Hacía lo mismo con su amigo y paisano Contador.