viernes, 1 de febrero de 2013

Rasmussen nunca dio positivo

Ayer el día comenzó agitado: a primera hora se difundió que Michael Rasmussen, que no necesita presentación, iba a dar una rueda de prensa a las 14:00; y que después, a las 15:30, iba a haber otra rueda de prensa a cargo del Antidopaje Danés. Avanzada la manaña, la tele pública danesa confirmó que haría una entrevista a Rasmussen a eso de las 21:00. Todo en el mismo día y sin previo aviso.

Evidentemente, Rasmussen iba a confesar su dopaje, que siempre había negado. A la hora acordada, compareció visiblemente demacrado -y considerando su habitual aspecto físico, eso es mucho-  y rodeado de publicidad de su equipo actual, el Christina Watches. También estaban los patrones.

De una manera muy breve, concisa y llorona, el escalador danés especifícó que se había dopado desde 1998 hasta 2010 sin interrupción, con el arsenal típico de "EPO, bolsas de sangre, cortisona, hormona de crecimiento e insulina". También que dejaba el ciclismo. Hora y media después, el Antidopaje Danés empezó su rueda de prensa apuntando que al ciclista se le había olvidado citar "DynEPO", lo que tiene su interés.

Al borde del llanto, Rasmussen admitió que había colaborado "al 100%" con la agencia antidopaje de su país natal, con la francesa, con la Usada y, especialmente relevante, con la AMA, que siempre es la más cualificada para esto. Ninguna de las cuatro agencias referidas ha salido para enmendar la declaración del delgadísimo escalador, que parece bastante cierta, por este aspecto interesante:

Al revés que la gran mayoría de los que confiesan -salvo Sinkewitz-, Rasmussen no ha querido reservar nada de su pasado lejos de la mácula del dopaje, incluyendo su exitoso pasado en el mountain-bike, donde llegó a ser campeón del mundo en 1999: ganó dopado. Podría haber dicho que empezó cuando pasó a profesionales en 2001 en el CSC de Riis, pero no: por eso parece que es verdad lo que dice.

¿Y por qué ahora? Evidentemente, por la marejada que viene de Holanda en torno al caso Rabobank: no sabemos si fue primero T. Dekker el que quiso hablar, o Rasmussen, pero ambos casos se retroalimentan. Ambos tienen que hablar de HumanPlasma, ambos estuvieron en ese Tour 2007 donde el joven holandés subió Palhieres silbando y el danés estuvo a punto de ganar la carrera.

En España, siempre bien informados
Además, Rasmussen ha apuntado a que quiere volver como director del Christina Watches cuando haya cumplido su nueva sanción (que parece que será rebajada de los ocho años facultativos por reincidente a sólo dos por colaborar), lo que no es especialmente favorecedor para el ciclismo. Ha estado mintiendo durante ¡catorce! años. De momento, se dedicará a vender relojes.

Ya por la noche, ante la tele danesa -y conozco esto gracias a la transcripción al inglés de @mrconde- Rasmussen se mostró más explícito: "Durante mi carrera he probado diferentes métodos de dopaje, por lo que al final alcanzas una gran maestría en "prepararte" para las grandes citas", que combinado con "en el Rabobank sólo querían que fuésemos rápido en las carreras, y no preguntaban como lo conseguías", indican que el acuerdo extrajudicial que alcanzó con su antiguo equipo por la demanda por despido improcedente en 2007 incluía una claúsula para no hablar mal de la escuadra holandesa.

Supongo que la AMA no se habrá tragado esta trola, pero quizás sea mucho suponer. "Por eso me iba a Livigno a chutarme EPO, HGH y todo lo necesario para prepararme. En esos momentos de preparación, siempre estaba "positivo", por lo que me tenía que esconder. Nunca fui a Mexico para prepararme". Y sin que lo supiese el equipo. Ya.

¿Y cómo es posible que nunca diese positivo en carrera? "Supongo que los controles no eran muy buenos" ¿Por qué se siguió dopando durante su suspensión entre 2007 y 2009? "Supuse que los mejores equipos querrían contratar a su vuelta al mejor escalador del mundo". Esta declaración es tremenda, porque es lo mismo que argumenta un yonki de las llamadas "drogas sociales" para justificar su adicción: mantener el nivel.

Con su pareja mexicana
Del día de furia de Rasmussen, a pesar de que la parte del león la ha reservado para las autoridades, se pueden colegir muchas cosas. La primera, muy evidente, es que los controles antidopaje sirven para muy poco: Rasmussen nunca dio positivo en doce años de droga por un tubo, igual que no han dado Armstrong, Ullrich, Basso o Valverde. No es que "los controles no sean muy buenos", es que la trampa es mayor, por eso la única solución es la sanción de por vida a los que caen. Y seguir mejorando los controles, porque el nivel de mentira es patológico.

La segunda es que Riis vuelve a quedar manchado: fue quien pasó a profesional a su compatriota en 2001 con el CSC, donde estuvo dos años. Ahí también se dopaba, algo que también han corroborado Hamilton -con el que coincidió en 2002- y que se niegan a admitir, estableciendo extraños cordones sanitarios en su carrera deportiva, gente como Julich o Basso. Riis sigue siendo una vergüenza para este deporte: que siga vinculado a él y que encima reciba elogios por su buen hacer.

Seguramente conocedor de la ronda de delaciones que había emprendido Rasmussen, el taimado calvo danés ya dejó filtrar hace dos semanas que en 2002 había avisado a Rabobank sobre los extraños comportamientos de Rasmussen, corredor al que acababan de fichar. Cubríendose las espaldas, una vez más. No me creo eso de Riis, y menos en esa época: sería romper todas las leyes del pelotón, esas que tan bien interpreta Mr. 60%.

Ehhhhh tío, devuélveme mi Tour...dame un euro para el bus
Riis afronta 2013 con un Saxo Bank renovado en torno a la figura de Alberto Contador, pero den por seguro que nadie vinculará a ambos. Contador, el que se llevó el Tour que iba a ganar Rasmussen, y lo hizo enrolado en el Discovery Channel de Bruyneel, lleno de corredores que dejaron el doping ¡oh casualidad! el año antes. Ayer Riis, ¡oh casualidad!, anunciaba nuevos copatrocinadores para su equipo, el mismo donde sigue ¡¡¡¡¡¡Benjamin Noval!!!!!!

La tercera es que el mountain-bike también queda manchado. Últimamente salen muchas modalidades fuera del ciclismo de carretera masculino en este blog, pero la realidad manda. Por aquella época en la que Rasmussen era una de las estrellas de la modalidad, también competía Evans. Ya saben eso del "level playfield". Y bueno, también la inocencia impostada en la que se mueven deportes como el BTT, el triatlón y, en general, todos los de resistencia: están tanto o más podridos que el ciclismo. Y el "más" viene porque, al no reconocer la realidad y vivir todavía en la edad de la inocencia, los desmanes son mayores. Un saludo a todos los seguidores y practicantes de estas modalidades y deportes que siguen este blog: el mundo es así y no lo he inventado yo.

La cuarta es la extraña acotación del antidopaje danés con lo de "y DynEPO". No es tan extraña si se tiene en cuenta que fue la misma sustancia con la que dio positivo retroactivamente -en una historia que dice muchísimo sobre el ciclismo- Thomas Dekker. Por lo que cuentan desde las cavernas del pelotón, la DynEPO, especialmente en microdosis, sigue siendo virtualmente indetectable, a pesar de que los laboratorios antidopaje han aislado las moléculas específicas que la diferencian de la EPO corriente o de la CERA hace tiempo. Esto es un aviso a todos los integrantes del Rabobank de aquellos años, que todavía tienen muestras congeladas que pueden ser analizadas buscando, una y otra vez, DynEPO. No pasará, pero es tecnológica y legalmente posible.

Adiós
La quinta es el extraño mensaje de los patrones del Christina Watches, respaldando a alguien que ayer daba toda la imagen de un Pantani: trabajo intermedio en la empresa hasta coger el volante cuanto antes mejor. Ese mensaje de limpieza y pulcritud -el propio Rasmussen dice que dejó la droga en 2010 en ese equipo porque sabía que ya no iba a ir a ninguna carrera de nivel, y ojo al razonamiento- casa muy mal con la pretensión de fichar a Constantino Zaballa, por no decir que tienen a Schumacher en sus filas, que el año pasado hizo una gran temporada. Claus Embo, el patrón, lloró un poco al final de la rueda de prensa: "hoy es un día feliz, un día de fiesta, estamos intentando hacer del ciclismo un deporte mejor". ¿Fichando a Zaballa? Venga......

Y la sexta es lo sumamente extraño que, habiendo declarado ante tantos sitios diferentes, no se haya producido ninguna filtración. Ayer sonaba como uno de los delatados el nombre de Nicki Sorensen -el único de los que estaban en el CSC 2001-2002 que sigue en activo-, un auténtico politoxicomano muy apreciado por su actual jefe de filas, que exigió que estuviese en su Vuelta victoriosa de 2012. Habrá que ver qué carreras disputa este año, pero ya digo que si todavía está Benjamín Noval en el equipo poco podemos esperar. Como casi siempre que hay confesiones, sólo afectan al propio interesado, que nunca dio positivo.
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La Vuelta a Murcia de este año constará de ¡una etapa!. Ya que pasa al formato prueba de un día, podrían llamarla Memorial Jose Luis Martínez, y hacer un homenaje a todos los chaperones murcianos, que al parecer son muchos.
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La Federación Belga cierra por cuestiones legales la investigación abierta a Bruyneel. Por si había alguna duda, el responsable advierte a sus vecinos holandeses sobre su comisión de la verdad: "¿Dónde quieren llegar? ¿A Zoetelmek?" Más claro, agua: es la misma federación que ha acabado dejando en blanco al positivo y sancionado Leukemans, que no investigó la confesión con la boquita cerrada de Museeuw, o que ampara a Lefevre.
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Armstrong contesta un Q&A en cyclingnews.com, un medio ya identificado por Landis como asquerosamente pastelero con el americano y con la UCI, cuando no directamente conchabado. Es patético, y no pasa por entrevista. Lo mejor de todo es cuando, al final de su breve galería de justificaciones, Armstrong dice que cada generación ha ido dopada y cita a Bartali, del que estoy seguro que no conoce el nombre de pila.
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Este modestísimo blog cumple hoy ocho años, una cifra respetable bajo cualquier perspectiva. Evidentemente, en tan largo espacio de tiempo pasan muchas cosas. No se si habrá algo establecido como crisis de los ocho años, pero se parece bastante a lo que estoy atravesando: o redoblar o dejarlo. Siempre igual.