miércoles, 20 de febrero de 2013

La kunda del Phonak

Hamilton con El Búfalo. Les gusta volar juntos
En España se hizo una ley hace veintipico años, que bien podría haberse llamado Ley Corcuera si no fuese porque la derecha empleó ese nombre para otra cosa, según la cual se podía expulsar a los yonkis del centro a la periferia. Entre sus motivos, se alegaba la salud pública, el mismo asunto que se dilucida en el juicio-farsa de la Operación Puerto.

Como yonkis seguía habiendo, pero ya no podían consumir sus sustancias estupefacientes en público, se organizó un servicio informal de taxis también informales que acercaban a los adictos que tenían la mala suerte de vivir en los centros de las ciudades mientras sus camellos vivían en el extrarradio, en chabolas convertidas en palacios y fortines, todo en uno.

En Madrid se conocen como kundas, y salen de una calle aledaña a la populosa e inhóspita Glorieta de Embajadores, lo que no deja de tener su gracia. ¿Su destino? los descampados o las shanty towns que los medios de propaganda han bautizado como "supermercados de la droga". Se sabe el origen y se sabe el destino.

Con el asunto del dopaje no pasaba lo mismo: se desconocía el origen, pero se sabía el destino. Siempre Madrid, siempre los pisos-patera de Eufemiano Fuentes y su banda criminal, que en nada tienen que envidiar  a los destinos de las kundas: simplemente es una versión más discreta y que satisface los mismos deseos, exige lo mismo y ofrece las mismas condiciones. Éticas e higiénicas.

Ayer declaró Tyler Hamilton en el juicio de la Operación Puerto. A Carlos Arribas le ha hecho mucha gracia, y ha menospreciado su testimonio en una crónica que empieza con una frase no tan contundente como la que puso en boca de una fuente anónima al inicio del proceso ("el mayor problema del ciclismo son los arrepentidos"), pero que es indicativa del afán de este otrora prestigioso periodista.

Tyler Hamilton es una arrepentido y, por tanto, un problema para esta clase de periodistas, que viven mucho mejor como palmeros de los deportistas que les dan de comer. No se si la memoria del americano dará para una tesis doctoral, pero si da para un buen artículo periodístico, que es lo que se pide. Un poco de dignidad, siquiera un poco.

Declarando dos horas y media, y empezando a las 15:00 después de una mañana de declaraciones de expertos médicos (incluyendo al Dr. Segura, que ha confirmado que en Barcelona se conservan 173 de las 223 bolsas de sangre requisadas en la Operación Puerto), Hamilton fue ratificando lo ya expuesto en su confesión ante la Usada y en su libro, que en España nadie tiene a bien publicar.

Sin embargo, llegado el momento final (a la Usada y al público americano al que iba dirigido sus anteriores testimonios no les interesaban estos asuntos), el americano se puso a hablar del Phonak, el equipo suizo que lo fichó como una estrella en 2004, y donde acabó estrellado. Por entonces, ya llevaba con Eufemiano Fuentes dos años.

Cambio el maillot, pero no cambió el médico, que tan buenos resultados le había dado. Y explicó como el 3 de junio de 2004 cuatro corredores del Phonak como Sevilla, Quique Gutiérrez, Santi Pérez y él mismo cogieron un vuelo Lyon-Madrid-Lyon para ida, trapicheo sanguíneo en un hotel al lado del aeropuerto, y vuelta al día siguiente; Se escaparon, seguramente sin que su director Álvaro Pino lo supiese, de una concentración en los Alpes, para cambiarse la sangre en Madrid. Fíjense en el detalle: al menos cuatro corredores de un mismo equipo, y no se habla de dopaje de equipo. Ni de su director. La omertà ciclista tiene que ser ampliamente entendida. Y extensible.

Una kunda aérea, propiciada por el enlace directo que había abierto recientemente Easyjet entre la capital española y la ciudad del Ródano. En tres días comenzaba el Dauphiné Liberè de aquel año, convertido en momento mítico de la decadencia de este deporte, merced al rendimiento metahumano de los ciclistas; tanto, tanto, que el propio Armstrong llamó a su amigo McQuaid ante la certidumbre de que sus rivales estuviesen usando algo mejor que lo suyo propio.

De esa carrera queda el estratósferico triunfo de Mayo en la cronoescalada al Ventoux, donde todavía hoy detenta el record que también fue, en tiempos, de Vaughters, conseguido con las mismas armas. Hamilton fue segundo aquel día, y segundo también en la carrera; tercero Sevilla; sexto Quique Gutiérrez; noveno Pereiro, también compañero del Phonak, y que en el Tour atacó una y otra vez mientras los otros Phonak iban fundidos.

Hamilton se quedó en el primer puerto de aquel Tour, y en su momento se intentó justificar con la dolorosa pérdida de su perro Tugboat. La realidad es mucho menos prosaica, y parece que fue porque le chutaron una bolsa de sangre equivocada, la misma que dejó restos sanguíneos de otra persona en su muestra de los JJ.OO -anulada- y en la victoria de la crono de la Vuelta dos meses después; de Sevilla, un petimetre en la montaña, se dijo que renqueaba del golpe en la cadera que tuvo en el Mundial de Hamilton en 2003; de Quique Gutiérrez no se dijo nada, porque era un gigantón cuyo sexto puesto en Dauphiné desafiaba las lógicas de la física; y de Santi Pérez menos, puesto que era un media mierda que no había hecho nada en su vida deportiva, y aún así seguía protegido.

Sin embargo, en aquel Tour brillaron los Phonak Pereiro -décimo final, dice que hubiese sido podio si el equipo hubiese esperado por el tras su caída en la CRE: los tiempos indican que hubiese sido quinto o sexto, nada mal para un debutante- y Santos González (el año anterior con Cipolli), que logró ser quinto en la cronoescalada a Alpe d´Huez y décimo en La Mongie (el Tourmalet), dando tiempo a muchos escaladores. Al año siguiente fue expulsado fulminantemente por su equipo en plena Vuelta a España.

El resto de aquel Phonak lo formaban Bert Grabsch, Nicolás Jalabert y Martin Elminger. El primero para la CRE -el Phonak fue segundo tras el UsPostal-, el segundo para agradar a los organizadores y el tercero por la cuota étnica de un equipo que nominalmente era suizo, aunque en su dirección estuviese un gallego, el 50% de los corredores fuesen españoles, y el médico un ginecólogo canario.

Sin embargo, y de cara a los efectos procesales del juicio de la Operación Puerto, no es precisamente positivo que Hamilton dijese que esa bolsa de sangre que marró su Tour 2004 -y también el de sus otros compañeros- la infundiese el médico del equipo ("haciendo un favor") y no el propio Eufemiano, temeroso de la prensa que había. Es curioso este detalle: el Tour salió mal para los cuatro de la kunda Lyon-Madrid-Lyon, pero Eufemiano no les puso la bolsa. Se mantiene el mito de la invencibilidad del hemodruida.

El médico del Phonak ("un alemán") es, sin lugar a dudas, Tomas Klimascha, al que Hamilton ha estropeado su carrera (continuada en el Leopard y actualmente en el Katusha, donde está con Mikhailov, el Dr. EPO del TVM) al haberse saltado, sin querer y por las insistentes preguntas de la juez, la omertà del pelotón. La misma que le hace situar en la kunda a Madrid a cuatro compañeros de equipo, exactamente los cuatro que ya estaban salpicados inequívocamente por la Operación Puerto.

El otro médico oficial del Phonak, que Arribas olvida identificar (lo suyo si que daría para una tesis doctoral, sobre la decadencia de su profesión) es, como no, un español: Iñaki Arratibel, miembro de la cofradía de médicos vascos, los que van desde Ibarguren del Quick Step a Celaya del UsPostal. Formado en Friburgo, que en estas cuestiones hace competencia a Ferrara, tras encajar los positivos de Camenzind, Hamilton y Santi Pérez dijo que la culpa era de la UCI y sus sistemas de detección.
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Reportaje de 60´en la EITB (y posterior debate) sobre dopaje, para el que le interese el medio y el formato. No lo he visto, pero me interesa el hecho de dónde se ha hecho y con la celeridad apretada por RSOC. A ustedes, que seguramente creen que Evolé es un periodista y no un payaso, les queda preguntarse por qué no se trata el asunto en sus "programas-denuncia". Ni el, ni ningún otro miembro del circo audiovisual español. ¿No había un programa que se llamaba "La Noria"? Pues eso: ya ha vuelto a bajar.
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(Relacionado con lo anterior)  Entrevista a Madariaga, que dice que la mejor victoria de Euskaltel es el oro olímpico de Samuel Sánchez. Lo ganó con la selección española. Y así, todo. Está fatal de lo suyo.
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Entrevista al experto antidopaje Douwe de Boer, que manifiesta sus dudas sobre el pasaporte biológico. En Holanda siguen muy preocupados con la extensión del dopaje y su virtual invisibilidad. Para el que no quiera ver, claro.
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Resulta que en China han descubierto, como el que se encuentra un billete de 10 talegos en la calle, que también son "la fábrica del mundo" en sustancias dopantes. En una dictadura comunista que controla hasta el más mínimo tweet o búsqueda por Internet, se sorprenden por ser la fábrica de productos dopantes. Por cómo montan las cosas en el país, no sería como el bajo de Jose Luis chaperon Martínez, sino más bien unas instalaciones dignas del IX Plan Quinquenal.
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A Contador, ese hombre, le preguntan por el dopaje en Oriente Medio -pero un occidental, no se crean que a los petrojeques les interesa el ciclismo- y se niega a responder. Es que sin Jacinto Vidarte no somos nadie...
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Interesante artículo sobre los años de formación académica oficial de Eufemiano Fuentes, con abundante material gráfico. Mi preferida es la sexta foto, de auténtico canarian lover.
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El domingo ABC, el periódico histórico de la rancia y alcanforada derecha española -la turboderecha de los últimos años va a otras cabeceras como El Mundo- hizo el domingo una entrevista al presidente de la AMA, que no le llega ni a la altura de los pies al gran Dick Pound. Afortunadamente, se va dentro de unos meses.

Si se fijan en las respuestas, unas para agradar al periodista en su calidad de español, y otras dando unos palos tremendos (como que España lleva cuatro años prometiendo adecuar su legislación antidopaje a la internacional, y todavía no lo ha hecho), parece que hayan estado cocidas, o al menos alteradas en su orden, para alegrar las vetustas vistas del lector medio del ABC.
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Tengo un consideración muy baja de la inteligencia de Thor Hushvod, incluso dentro del mínimo que marcan los ciclistas profesionales. El noruego llegó a decir hace dos años que "jamás he visto dopaje, no se lo que es", y ahora se desmarca con unas declaraciones algo subidas de tono sobre Lance Armstrong, incluyendo un wagneriano "iba llorando por las montañas cuando me enteré". Conviene recordar que cuando estaba en Credit Agricole y empezó a mutar en prologuista-subidor de repechos, vivía en el Rosellò catalán, a tiro de piedra de Girona, grupetta con la que entrenaba a menudo. Eran los primeros compases de la década pasada, cuando Xabier G. Luque lo consideraba casi catalán, pero parece que ya se ha olvidado de esas cosas. Igual que nos hemos olvidado de Xabier G. Luque, claro.
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Cadel Evans, que tiene 36 añazos pero de los de verdad, y que dice que todavía tiene grandes objetivos, cita a ¡Jalabert y Armstrong! como ejemplos de ciclistas que volvieron más fuertes después de tomarse una pausa.....
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Viendo estas dos noticias como un conjunto por la pertenencia de ambos al BMC, aconsejaría al doctor rebajar la dosis de Prozac...
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Promocionando su producto....con tanta fiebre con la bici y afines en las ciudades, normal que la sección de Madrid de El País dedique este espacio a lo que es, a todas luces, un publireportaje. Por cierto, fíjense en que va vestido de negro, pero se queja de las pocas horas de luz. Y circula por nacionales con ese artilugio.
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El tenis sigue de cerca a los clientes de Del Moral en su deporte limpio e inmaculado.