jueves, 30 de agosto de 2012

Ciclismo de finales de etapa

El pelotón está sobreviviendo al paso por Galicia. Con la de hoy ya son tres las etapas disputadas en suelo gallego, que ha acogido cálidamente la ronda española en toda su franja costera atlántica; eso sí, las etapas -incluyendo la contrarreloj- están siendo absolutamente intranscendentes para la clasificación general, como viene siendo la Vuelta.

El martes la carrera llegó a Sanxenxo, la Marbella gallega -oxímoron donde los haya- por un recorrido muy tranquilo que asistió a la ¡cuarta! victoria en cuatro sprint de Degenkolb: no está llegando ninguna escapada en esta Vuelta -salvo cuando ganó S. Clarke, hoy también en la fuga-, y cuando se llega al sprint siempre gana el mismo. La supuesta emoción en la general -donde el líder no se mueve, al revés del año pasado con 11 cambios de liderato- no se traslada a otros ámbitos de la carrera, fuertemente maniatados.

El alemán ganó esta vez con un sprint prolongado y en cuesta, demostrando lo versátil que es. El damnificado fue Bouhanni, que a pesar de la falta de triunfos está haciendo muy buena Vuelta: es su primera grande, es su primer año,y parece que va a más, especialmente cuando el sprint pica hacia arriba. Poco más se puede decir de esa etapa.

La crono tenía un recorrido entre Cambados y Pontevedra subiendo un puerto de tercera, donde se pudo ver un arcén señalizado como carril-bici. Es bien famosa la siniestralidad viaria gallega -cuya especifidad fue resaltada por el antiguo director de la DGT, Pere Navarro, y fue criticado por señalar la verdad-, pero viendo ese carril-bici con señales para el tráfico de 70 km/h, con curvas ciegas, y en pensar en lo peor fue lo mismo.

O el descenso del puerto, con curvas cerradas, gravilla y Pontevedra al fondo. La crono fue para Kessiakoff, que ya había ganado sorprendemente la crono de Suiza, fue al Tour y estuvo disputando la montaña, y aquí en la Vuelta ha batido a Contador y Froome. Parece que al sueco le van las cronos duras. Nadie se cayó y todos pudieron pasar el puente atirantado que, obviando cualquier escala y adecuación al entorno, han plantado en Pontevedra con motivo de los Quince Años de Despilfarro.

J. Rodríguez pudo conservar el liderato por apenas 1" sobre Contador, que hizo una buena crono y salió de la misma aventajando a Froome en 15" en la general, mientras Valverde cede con el líder 59", que serían 4" de no haberse caído camino de Valdezcaray. Los cuatro mejores corredores de la carrera, como ya se vio en la tercera etapa con final en Arrate, están separados por un único minuto.

Los más optimistas, que suelen ser los que compran acciones preferentes y sellos como instrumentos de inversión de sus ahorros, dicen que es porque las fuerzas están igualadas, y yo creo que es porque no ha habido terreno para marcar la diferencia. Es extremadamente triste para el ciclismo que produzca más diferencia una etapa con repecho final+bonificación que la única crono de la carrera.

Y ¿por qué no decirlo? Es extremadamente triste que un corredor como J. Rodríguez salga líder de una gran vuelta tras la última crono. Es un recorrido ideado por él -como el Coll de la Gallina- y para él, como se ha visto hoy en la súbida al mirador de Ézaro, una auténtica cuesta de cabras con picos de hasta el 30% -eso no es ciclismo, es simplemente mantenerse de pie- que sólo favorece a sus características y a las de nadie más.

Presentado como el "Olimpo celta" por El País, que en su sección regional adquiere toques nauseabundos y de naftalina -y aún así es el único medio de la zona que se puede leer-, de la crónica escrita en gallego aunque redactada en castellano se extrae cosas muy divertidas. Vean esta: "la Vuelta no sólo será un maná económico puntual, sino un escaparate incomparable". No, es la dos cosas al mismo tiempo: es puntual, y es un escaparate incomparable si no fuese porque la horrenda retransmisión televisiva apenas deja apreciar nada: ni la carrera, ni el paisaje.

Hoy si se ha visto: como en una burda parodia de la Milán-Sanremo, la etapa ha ido pegada al mar por el inicio de la Costa de la Muerte, conocida así no por sus múltiples naufragios, sino por lo que espera a los naúfragos una vez en tierra. Pasando por poblaciones que se conocen por la sección de sucesos o por la película Mar adentro, el pelotón ha llegado lanzado a la subida a ese famoso mirador de Ézaro, o Olimpo celta si ustedes son unos flipados.

Para ser un Olimpo, había muchas torres de alta tensión -hay un famoso "salto de agua" cerca, el mismo que cercena el único río de Europa continental que desemboca al mar en cascada- y molinos eólicos, pero ya saben que el gusto gallego es particular, incontrovertible,  y con mucha uralita y granito. Atacó Antón en la base y después J. Rodríguez.

Tras el catalán sólo pudo aguantar Contador, que no quería pasar al relevo en las partes más duras, por lo que ambos se pararon. Parecía que por detrás podrían volver a agruparse, pero en una subida tan corta e intranscendente, J. Rodríguez se fue un poco más adelante y acabó ganando esta etapa diseñada para él -que sin embargo desconocía en su recorrido- con 8" de ventaja sobre Contador, al que ya supera en la general en 13".

Valverde fue tercero, y el que ha perdido más tiempo ha sido Froome. Sin embargo, pasar a relatar tiempos en la enésima etapa de la Vuelta diseñada para ser un simple final y no una etapa de montaña que haga diferencias, sería hacerles el juego a Olano, Guillén y toda la banda que ha ideado esta vuelta por etapas que se decide por las bonificaciones, y no por el recorrido. Y mañana, más Galicia. Con Ferrol del Caudillo.
***
Así es La Voz de Galicia, un periódico que es una hoja parroquial: un titular para una sección, y otro titular para otra sección, a pesar de ser la misma noticia. 
***
Soren Svenningsen será otro de esos daneses ejemplares que pagan sus impuestos, llevan a sus hijos a Legoland y tienden a consumir productos nacionales sobre los importados.  Soren es también miembro de la Federación Danesa de Ciclismo, la misma que ha tenido entre sus federados a Kim Andersen -el ciclista con récord de positivos-, Bo Hamburguer -el primer ciclista en dar positivo por EPO-, Bjarne Riis o Rasmussen. A Soren le gusta el ciclismo y lo practica en categoría Máster, por lo que es mitad monje, mitad soldado. Soren acaba de dar positivo por tres sustancias diferentes. 
***
Los holandeses, calentando su Mundial. Resulta que se conoce ahora que Camenzind prometió a Boogerd 40.000 francos suizos por dejarse ganar el Lombardía 1998.  Ese año el Mundial se disputó en el mismo lugar que el de este año, en la holandesa Valkenbourg. Recordando la carrera, el más fuerte de la misma era el holandés, que pinchó inoportunamente -habría que revisar las imágenes- y acabó quinto. Días después era el Lombardía y volvió a ganar Camenzind, con Boogerd -que venía de ganar el Giro del Piamonte- segundo. El holandés dice que nunca le pagó esa cantidad prometida. Este deporte está fatal. Pero fatal-fatal.
***
Esta es la calidad de los vídeos que se pueden encontrar en Eurosport.  Profesionales e interesantes. Mención aparte merecen las declaraciones de Contador, que no de haber sido ciclista hubiese sido "veterinario" -seguramente para evitar el gran fraude con clembuterol que hay en el vacuno español, el vasco en concreto- y cita como referentes ciclistas a Armstrong y Pantani.
***
"Aunque no se comunicó a los medios, ahora se sabe que Puerta murió de una cardiopatía familiar" Y tan familiar, oiga, aunque aquí lo que más importa es lo de "aunque no se comunicó a los medios". Todo clarito, ¿te enteras?