domingo, 26 de agosto de 2012

Gilbert gana como siempre a Joaquím Rodríguez, esta vez en casa

Segundo-Primero-Especialista en Montjuic
Casi un año después de su última victoria, Phillipe Gilbert ha conseguido volver a alzar los brazos en la etapa que veía el regreso de la Vuelta a Barcelona, la gran capital europea que ha dado demasiado tiempo la espalda a la ronda española, en parte por el lamentable espectáculo de 1999, la última vez que llegó la Vuelta aquí.

Hubo un intento de parón por un supuesto circuito peligroso. Moreno, de los Moreno de toda la vida, tenía por entonces un equipillo y pasó del boicot, lanzado a Roscioli por delante, que ganó una etapa-farsa. En aquel equipo también militaba un caduco Ekimov, al que después rescató Armstrong: de militar en el Jazztel-Almería a subir el Tourmalet y ganar los JJ.OO CRI en Sidney 2000 y Atenas 2004.

¡Qué cosas! Nos dicen -aprovechando lo último de Armstrong- que eso es el ciclismo del pasado, como si ahora tengamos que tragar con normalidad que alguien que en 2011 arrasó de tal manera como Gilbert, este año se haya arrastrado sin que mediase caída o enfermedad alguna. Como este tema ya se ha tratado, para descrédito de este deporte, ¿para qué abundar?

La etapa, que fue seguida por la medallista olímpica de natación Mireia Belmonte -asmática y alérgica al cloro, chúpate eso-, se decidió en la subida a Montjuic. Atacó Alberto Contador a 5 km. de meta, y con lo más duro de la subida por llegar. Hasta el tradicional Dúo Cómico de TVE tuvo que criticar a su querido amigo, especialmente por su precipitación y por no conocer el terreno.

Parece que Contador, en esta Vuelta, ha vuelto a su "lo importante es dar espectáculo", mantra tibetano obsesivamente repetido entre la Operación Puerto -parecía que hablaba con acento de Torrelavega- y el Tour que le regalaron expulsando a Rasmussen. Que se gane o no ya es lo de menos, porque cada uno de los ataques de Contador en esta Vuelta se han traducido en pérdida de tiempo en la general.

Neutralizado el carnívoro de Pinto, saltó Ballan, secundando y después superado por J. Rodríguez y Gilbert que, muy listo, fue lentamente hasta la rueda del catalán. El corredor del Katusha no podía dejar de relevar a pesar de llevar a alguien tan rápido como el valón a rueda, porque está luchando por la general y, aún siendo segundo y los ocho segundos de bonificación, compensaba.

Dicho y hecho. En la meta Gilbert aceleró un poco y ganó, de la misma manera que ha ganado Amstel y Flecha 2011 con Joaquín Rodríguez segundo. Si no le ha podido ganar en su casa cuando se corre en Valonia, tampoco le ha podido ganar en su casa catalana. La diferencia en meta con los favoritos se traduce en que el corredor catalán ya tiene 53" con Froome en la general, y 1´ con Contador, que volvió a perder tiempo en la general sin ganar nada. "Lo importante es dar espectáculo".

El día anterior en el Coll de la Gallina Alberto Contador atacó a un km. de meta, para después ir pedaleando en el aire en los metros finales -con un desarrollo de cicloturista-, mientras Valverde y J. Rodríguez le superaban en los últimos metros. La subida, como suele pasar siempre que hay porcentajes del 15%, apenas produjo diferencia entre los favoritos.

Mañana hay día de descanso, para favorecer el traslado de 1.000 km. a Galicia, donde la Vuelta disputará ¡cinco etapas!, incluyendo la única CRI de la carrera, 40 km. por Pontevedra, y dicen que un puerto de tercera. Como el propio Valverde reconocía en meta, y que se puede extender al 95% del pelotón, "apenas conozco las carreteras de Galicia". Pues que se santigüen. Por Santiago.
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Degenkolb ha ganado los tres sprints de la Vuelta, todo por potencia en los últimos metros, muy parecido a Boonen. La comparación no es baladí: el alemán ha sido quinto este año en Sanremo y sólo tiene 23 años. Su último triunfo ha venido en Motorland Aragón, una fenomenal inversión de 80 millones de euros de dinero público para asfaltar un secarral al lado de Alcañiz y decir que eso es un circuito de carreras.

Está la pista. Están las gradas. Está el paddock. Pero no hay gente, ni vergüenza. Los últimos cuatro km. de tomas aéreas, retransmitidas para toda Europa que tiene que pagar los excesos de estos Quince Años de Despilfarro, constituyeron una buena muestra de la vergüenza propia que algunos ciudadanos de este país experimentamos ante esos dispendios. Se habla mucho del aeropuerto de Castellón, pero hay cientos de ejemplos equivalentes por toda la geografía de la Península, incluyendo sitios como Alcañiz (Teruel).

Para dar algo de uso al recinto, en 2010 se trajo el circo de las motos, pero que exige un canon creciente de siete millones de euros por Gran Premio. Hay uno al año: quedan otros 51 fines de semana donde el recinto se llenará con la Copa Megane o los supertractores, o que se yo. Dicen que cada GP tiene un retorno de 30 millones: no se lo creen ni ellos.

Ahí ganó Degenkolb: en un decorado de Mad Max o Waterworld, ante un graderío vacío -había 42º y no estaba a la sombra- y encima de una pista que no está construida sobre asfalto, sino sobre deuda. Es la Vuelta a España.
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Espectacular triunfo de Boasson-Hagen en Plouay. Rui Costa atacó muy bien a cinco de meta, pero el noruego cerró el hueco y, mientras el corredor de Movistar intentaba hacer amago de parar porque no le interesaba llegar con él, el Sky se fue solo para delante y entró en solitario como los grandes campeones. Costa amarró el segundo puesto, señal de que tiene muy buenas piernas.
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Se ha disputado estos días la Vuelta a Dinamarca, decidida una vez más por la crono. Ganó Westra y se llevó la general. Sprints para Greipel y Cavendish.
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David Blanco, el ciclista gallego que pedalea remando, 37 años, gana por quinta vez la Vuelta a Portugal. El año pasado Matxín lo fichó para el Geox, y rindió al nivel que cabe esperar. Volvió a Portugal y ha obtenido este éxito enrolado en un equipo que logró los tres primeros puestos en la etapa de montaña, entre otras lindezas. En Portugal se viene desarrollando desde hace años un ciclismo alternativo a medio camino entre la feria de los monstruos y el circo con bestias, y que probablemente sea el ciclismo del futuro.