martes, 19 de marzo de 2013

Sorensen, otra confesión mal entendida y peor aprovechada

Su compañero en la tele danesa se olía algo...
Por esa tormenta sobre el dopaje en el ciclismo -y sólo el ciclismo, porque también en los países luteranos no se tocan otros deportes- que azota desde hace semanas a Dinamarca y Holanda por los vasos comunicantes que suponen el Rabobank y Rasmussen, un histórico de la negación y la mentira como Rolf Sorensen ha acabado confesando su dopaje, con unas cautelas que hacen despreciable su testimonio.

Según el danés, se dopó esporádicamente durante los noventa con EPO y cortisona, pero nunca con transfusiones de sangre o lo que el llama "doping duro", a pesar de que Danny Nelissen afirmó que en el Tour 1996 el Rabobank -era la primera temporada del danés con los holandeses, donde estaría cinco años- iba totalmente drogado.

¿Por qué confiesa ahora? Desde luego, no por cargo de conciencia. Lo hace por el clima mediático que hay en su país y, especialmente, confiesa de esta manera tan fallida porque es comentarista en la tele, igual que también lo es el citado Nelissen, otro que habló y guardó la ropa. Rolf Sorensen ni siquiera ha dado la cara: le ha bastado con escribir una carta a un periódico, donde dice que no dirá nombres ni prácticas.

Aceite de oliva Sorensen, quien sabe si UsPostal
Pues vale. Normal que no quiera abundar mucho, porque es un ejemplo perfecto del cambio médico que supuso la introducción de la EPO en el pelotón a principios de los noventa, gozó de una atalaya excepcional: corrió en la flor de su carrera en equipos italianos, idioma que habla perfectamente y país donde pasa gran parte del año, concretamente en Toscana, muy cerquita de la residencia de Cecchini. Al parecer, cultiva olivos y vende su propio aceite, al mismo tiempo que hace de pastor a todos los escandinavos que quieren dar el salto a la mejora deportiva.

Compara su relación con el doping con la de un fumador social (ese que sólo fuma cuando sale o en bodas, banquetes y bautizos, si es que existe), descargando cualquier responsabilidad y, por supuesto, sin poner en entredicho sus grandes triunfos, que fueron bastantes para uno de los corredores más elegantes de su época, la misma sobre la que ningún español quiere aportar su testimonio.

Pasó a profesional en 1986 con 21 años sin haber brillado particularmente en categorías inferiores. De 1´87 metros de altura, no se esperaba gran cosa de un corredor que al año siguiente, y todavía enrolado en un equipo menor italiano, ganó la Tirreno-Adriático. Este triunfo le valió fichar por el Ariostea, el equipo de Martinelli que siempre careció de interés para las generales de grandes vueltas, el mismo que le sobraba para cazar etapas a pares.

De fondo, cerámica Ariostea
Subía bien, era fuerte contra el reloj y al sprint podía imponerse a los mejores si antes había habido desgaste. ¿Un referente actual? SMS Sánchez, aunque ya le gustaría al murciano llegar a conseguir la mitad del palmarés del danés. En 1991 acaba segundo en Sanremo, tercero en Flandes y Lieja, y está cuatro días líder del Tour, hasta que tiene que abandonar con el maillot amarillo por rotura de clavícula.

Como recuerda Carlos de Andrés habitualmente, el danés dejó una frase enigmática sobre ese incidente: "no se lo que hubiese pasado sin mi caída, me encontraba muy fuerte". Estamos hablando de un corredor de clásicas que jamás logró puesto alguno en la general de una carrera de tres semanas. Debía tener algo que pensaba que el resto no tenía: será por eso que su equipo consiguió en ese Tour ¡cuatro etapas! con cuatro ganadores diferentes, incluyendo la CRE.

Y cómo las ganaron, claro: hay que recordarlo. En tres días consecutivos: después de que Indurain cogiese el maillot amarillo en Val Louron, al día siguiente ganó Cenghialta, después Argentin y por último Lietti, un auténtico paquete que no volvió a hacer nada más en su vida. Tres días seguidos de Ariostea en el podio. Tenían algo. Suerte, seguramente.

Parecen bicis, pero son Ferraris
En el 93 Sorensen pasa al Carrera con Martinelli, ese sabio que sacó de la manga y de la farmacia a gente perenne como Luttenberger, Pantani, Beat Zberg -otro Rabobank y Mercatone Uno que estaría bien que hablase- y que llevo al caduco Roche a ganar una etapa del Tour de ese año, la última para el ciclismo irlandés. Nuestro protagonista aprovechó para ganar la Lieja, una edición increíble en un mano con Rominger, otro con el que compartía métodos y preparación, al que literalmente fundió. Sólo duro un año.

En el 94 lo vemos en el GB-MG, la unión de Ferreti con Lefevre, ese director que tampoco sabe nada de dopaje y por eso sigue en el pelotón al frente del Quick Step, igual que Martinelli hace lo propio al frente del Astana, sólo un escalón por debajo de Vinokourov. Ganó una etapa en el Tour al ONCE Neil Stephens, que hizo un Barredo-Burghardt ante el danés, "en un Tour que no ha salido bien a los de Manolo Saiz", que literalmente se arrastraron por la carretera.

Tour 1994 y 1996 para el ONCE: no anduvo ninguno del equipo
En el 96 pasa al Rabobank, donde su número de victorias y buenos puestos decrece sobremanera, salvo por el fogonazo increíble de ganar Flandes en 1997, en una de las mejores carreras ciclistas que se recuerdan, fundiendo a Jalabert y fugado todo el día. Hasta la Sanremo de Freire en 2004, fue la mejor victoria de los holandeses. También fue plata olímpica en Atlanta 96, donde provocó el corte que se jugó los metales.

Como ven, pocos corredores como Sorensen podrían explicar mejor como se introduce la EPO en el pelotón, sus efectos y cómo cambia el ciclismo. No parece que quiera contribuir mucho a aclarar la historia de este deporte. Mantendrá su puesto de comentarista televisivo, por supuesto. Porque este deporte no tiene remedio mientras no se aparte y vilipendie a quienes han vivido de la mentira toda su vida, incluyendo cuando dicen confesar. 
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Primera etapa de la Volta, Calella-Calella como el año pasado. Bajando la C-61 que comunica el interior con la costa a la altura de Arenys de Munt, el Sky -que ya había puesto su trenecito subiendo el puerto de tercera- corta el pelotón y se plantan en meta 12 destacados con 28" de ventaja sobre el pelotón. Casi todos los favoritos (J. Rodríguez, Gesink, Scarponi, Valverde) en el corte,  para que gane Meersman al sprint, tras la pésima colocación del murciano, que entró tercero regalando 6" de bonificación.

El Sky emplazó tres corredores delante: Cataldo, que parece otro desde su cambio al equipo de negro, y que destrozó el pelotón en la etapa de montaña de Tirreno; David López, que directamente es otro corredor respecto al de hace unos meses; y Wiggins, del que viendo las imágenes de la llegada se puede decir que se metió en el sprint con toda la intención. O la UCI para esto o va a ser peor que el Gewiss.
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(Relacionado con lo anterior) Algunos Sky se están poniendo muy nerviosos, fíjense si no en este twitter de Richie Porte:

Disparan al mensajero. Seguramente se refiere a Backsted, comentarista -y muy bueno- en Eurosport UK, la emisora que está retransmitiendo la Volta para el público inglés, y que dejó comentarios inequívocos sobre lo que le parecía el rendimiento del equipo de Porte durante la pasada Sanremo mutilada. Supongo que con la etapa de ayer de la Volta serían parecidos. Comentarios que serán opiniones, pero que reflejan la realidad de lo que se vio. 
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#BrandySchleck niega lo de Munich y, paralelamente, RadioShack anuncia que deja el patrocinio del equipo formado en torno a los dos hermanos caídos en desgracia porque....porque realmente ellos llegaron para patrocinar a Armstrong, y miren con lo que se han quedado. Asimismo, Vacansoleil anunciará a finales de abril si continua el patrocinio de su equipo ciclista, que a día de hoy compite ferreamente con Euskaltel en el dudoso honor de no haber ganado ni una carrera en lo que va de año.
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Alex Rasmussen, que seguramente recordarán por su peculiar historia, ha cumplido su sanción de año y medio por haberse saltado tres controles antidoping. Nunca se movió de Girona, y siempre mantuvo la calma-omertà exigida. ¿El premio? Fichaje inmediato por el equipo local Garmin, que ya lo había contratado en 2012 "sin saber nada". Vuelve como si nada hubiese pasado: al mismo equipo, con las mismas costumbres. De hecho, dicen que lo van a llevar a las clásicas belgas de esta semana....
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(relacionado con lo anterior y con el ciclismo que cambia) La primera etapa de la Volta también sirvió para el retorno a competición de Vande Velde, Zabriskie y Danielson, los tres corredores avecindados en Girona y sancionados con seis meses de sanción por confesar su dopaje dentro de la investigación de la Usada sobre el UsPostal. Han vuelto con el equipo que tenían, el Garmin dirigido por Vaughters y epítome de la hipocresía del ciclismo. Sanciones de por vida ya, no hay otra solución.
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Con motivo de la Sanremo, los medios se acuerdan de Freire. Arribas en El País le pregunta por el dopaje de equipo en el Rabobank, y Freire pretende hacernos creer que nunca vio nada; es más, su última respuesta abarca también sus años en el Vitalicio y en Mapei. No gana nada diciendo lo contrario, salvo dignidad.

En Deia van más a lo vasco, simplemente el deporte y la competición. Nada de asuntos espinosos. Ambas entrevistas resultan deliciosas en su conjunto por la resolución que tiene Freire para hablar de los detalles y asuntos que le conciernen, y son francamente recomendables por sus verdades como puños. Incluso por sus mentiras. Como puños igualmente.
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"Nadal, de asombro en asombro", titula el propagandista de El País para tenis. El mismo no parece creerse lo que escribe, especialmente las estadísticas. Y termina "se llama Rafa Nadal y sus resultados dicen que ha vuelto para quedarse". Con el personal, como los periodistas.
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Tiger Woods y Lindsey Vonn son la nueva parejita Nike, como en su día intentaron vender -en contra del más mínimo sentido común y del más elemental gusto estético- a Sergio García y Martina Hingis, entonces parejita Adidas (creo). El mundo del deporte se parece cada vez más al de las celebrities de la música, auténticos peleles sin cerebro y con todos sus derechos, hasta los más íntimos, en manos de la multinacional que posee su derecho de pernada, nunca mejor dicho. Me pregunto si lo de Sheryll Crown y el cowboy fue también algo parecido.
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Estos días la comisión del COI visita #noaMadrid2020. Están recibiendo una pleitesía indecente de todas las autoridades españolas. Al mismo tiempo, se hospedan blindados en la planta 28 -reservada en exclusiva para ellos- del hotel Eurostars de Madrid, ubicado en una de las cuatro torres semivacias que se edificaron sobre la antigua ciudad deportiva del Real Madrid. Toda una metáfora.

La alcaldesa de Madrid, que ocupa el cargo por su valía y no por ser la mujer de quien es, afirma dentro de su sabiduría que "en Londres, durante el trimestre en el que se celebraron los Juegos, el PIB subió un punto, a lo que habría que sumar algo tan intangible como la repercusión que tiene la retransmisión de unas Olimpiadas en todo el mundo". Sí, todo es intangible. 

Note también el lector que ningún medio discrepa de la propaganda oficial, y que ningún medio publica los nombres de la comisión del COI, no vaya a ser que alguien tenga la iniciativa de escribir al namibio Frankie Frederiks para decirle la vergüenza de que un país en quiebra económica técnica y con sajamientos brutales a la educación y la sanidad se candide para unos JJ.OO. Por tercera vez consecutiva. O sexta, si contamos la chirigota sevillana que dejó detrás un estadio de tamaño olímpico que no tiene uso.