No es nada nuevo, porque desde su creación en 2010 -y que inicios más penosos en la carretera- siempre van por ahí pontificando sobre sus virtudes, entre las que no se incluye señalar a los tramposos: ellos hacen su preparación y su carrera, consiguiendo resultados sólo al alcance de la medicina a base de entrenamiento, orden y progreso.
La fórmula la inventó el ONCE -que era un equipo con valores, una "familia"-, la mejoró el UsPostal y el Sky ha entrado en una nueva fase. Previsible, pero angustiosa y de consecuencias aún más nefastas para este deporte alanceado por aquellos que siempre encabezan las revoluciones sanitarias e higiénicas. Es una historia a la que habrá que volver penosamente en el futuro.
David Walsh es un conocido periodista de ciclismo que ahora mismo vive un subidón tras la caída de Lance Armstrong, con el que tuvo trifulcas históricas y de cuya desgracia se ha intentado aprovechar publicando un instant book algo más gordo de lo normal y que no está nada mal, considerando las circunstancias. Su prestigio viene de haberse opuesto al americano mientras la gran mayoría de los demás callaban, pero eso no le hace bueno ni débil ante otras cosas.
Sin embargo, rendimientos pasados no garantizar rendimientos futuros, y menos en esa profesión que practica, la misma que se pone medallas por haber entrevistado a Manzano en 2004, o publicado papeles filtrados de la Operación Puerto en 2006. "Ya está hecho, a vivir de las rentas" "Eh, que yo estuve en la vanguardia de la denuncia del dopaje". Así es Walsh, así son todos.
David Walsh publicó el domingo en el Sunday Times un publireportaje sobre el equipo Sky, que lo ha agasajado con una posición de embedded (empotrado) en el equipo durante cinco días de su ya larguísima concentración en Mallorca, sobre la que habrá que volver. Walsh ha vuelto iluminado, pero es que ya viajó despidiendo la misma radiación que GusiLuz: hay empatía y necesidad mutua.
El título no deja lugar a ninguna duda sobre la entrega: No Hiding Place, casi como una popular canción de la Motown. El publireportaje empieza fuerte: Alain Farrell, de sólo 34 años y médico titular del equipo, le ofrece de entrada a Walsh ver los análisis sanguíneos del equipo. No los screenings, no: como saca sangre a las ocho de la mañana.
Eso no es transparencia, es exhibicionismo. Y Walsh cae y llena de bonitas palabras un reportaje nauseabundo desde su propia aceptación: que Wiggins le dijo al prometedor Dombrowski que se quitase "esa jodida pulsera de Livestrong" que lucía el pobre chaval americano de 21 años y muy poquito más que sea relevante. Cinco días con full access a todo, y para escribir esa puta mierda que da hasta pena.
"Queremos ser transparentes", dice el mandamás Brailsford. Por eso vestimos de negro. Por eso Wiggins llama wankers a los que dudamos de que se puedan obtener los mismos resultados en carrera que famosos equipos de dopados yendo supuestamente limpios, que se pueda convertir a un corredor de serie Z de Kenia en un corredor de grandes vueltas de la noche a la mañana, que hasta los rodadores suban montañas.
No me lo creo y nunca me lo creeré. Parece que Walsh sí. Su coito periodistico ha recibido críticas de Kimmage, otro periodista con la misma fama y palmarés que Walsh, que intentó lo mismo y se encontró puertas cerradas, especialmente si preguntaba por Geert Leinders, el famoso médico dopador del Rabobank fichado por Sky en 2010 y 2011. Sobre este controvertido tema Walsh deja este ripio de auténtica hipocresía británica:
"Some got jobs in the team by denying or concealing a doping past but when new information became available they were moved on"Pues todavía les queda por explicar lo de Rogers, que ha salido del equipo pero oficialmente nunca ha sido sancionado por doping. Por supuesto, su nombre no sale en todo el reportaje. Si sale el de Kerrison, el hemodruida australiano que está detrás de la sangre del equipo. Dice que sus mayores dificultades profesionales están con la gente que no habla bien inglés. Tal cual. Urán, espabila.
Si esa es la mayor dificultad del gurú en la sombra -que hasta se muestra apenado si hace una egobúsqueda en Google y ve que su nombre aparece asociado al dopaje, pobrecico- es que en el Sky viven muy bien. Intocables, hasta el punto vergonzoso que remontan su historia de limpieza a los tiempos de Peter Keen, el entrenador de Boardman; sí, el hombre-bala que batió el récord de la hora de Rominger y Ferrari simplemente con su postura, y que tenía un certificado médico por baja producción de testosterona, y que dejó el ciclismo con una osteoporosis androgénica a los treinta años, un caso entre un millón. Por cierto, la literatura médica ha asociado la osteoporosis al abuso de cortisona.
Se creen que somos tontos.
Si no fuese así, ¿como explicar esta noticia? La parte del león del equipo Sky para primavera planea plantarse directamente en las clásicas desde Tenerife sin pasar antes ni por París-Niza ni por Tirreno-Adriático. ¿Verdad que suena a algo conocido? ¿A ese equipo amarillo que desaparecía en mayo, que no iba a los campeonatos de España por miedo a las caídas, para reaparecer en el Tour de rosa? Si es que en el ciclismo no hay nada nuevo inventado. Y en la propaganda, tampoco.
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Impresionante vídeo de 2008, seguramente grabado por el propio Badiola, de la Junta de Accionistas de la Real Sociedad que llegó a presidir: comunica que el club dedica una cantidad ingente de pasta para pagar la droga y los onorarios de Eufemiano Fuentes. Se oyen exclamaciones de indignación. No se sabe si porque Badiola diga eso, o porque se reconozca sin decirlo que el club se dopaba. Sinceramente, creo que este vídeo tiene que pasar a la pequeña historia de este país.
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Antón siempre ha sido un heterodoxo. Por eso su segunda respuesta puede ser leída sin complejos y con una sonrisa leve. En el Tour nos basta con que ganes una etapa. Y escapado. Pasa de la general, por favor.
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Prensa rosa sobre Eufemiano.
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Esta es divertida sobre RSOC: Karpin, un vaso comunicante de manual (RSOC, Valencia, Celta, RSOC en segunda juventud, Karpin Galicia y de nuevo fútbol en Rusia) dice que nunca se dio cuenta de ninguna práctica extraña.
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Arribas publica documentación de la Operación Puerto, porque siempre ha estado a favor de desentrañar esta madeja. Que el trabajo de los arqueólogos lo hagan los periodistas. Publica la documentación a su manera: fíjense como el documento final está salvajemente mutilado y recompuesto, para ocultar a saber qué. Es tan burdo que el "5" está después del "6".
En fin. Es la lista de la compra de un equipo de fútbol con las columnas de EPO, hormona de crecimiento y demás, multiplicadas por el número de jugadores. Es una cantidad ingente de droga, incluso desde el punto de vista logístico. De lo poco que se intuye de "5" es que son localizaciones geográficas, seguramente correspondientes con concentraciones de equipos de balompié, porque ya está bien: si hay algún periodista por ahí, que relacione el conocido código "Sancti Petri" con equipos de fútbol, especialmente en el hotel Meliá.
