lunes, 25 de febrero de 2013

36 años para ganar una clásica de pavé

Una miradita para evitar un susto
Fue un clásica de apertura belga disputada bajo un frío intenso de 1º y la victoria, también heladora, de un viejo zorro y conocido del pelotón como Paolini, de joven eterno aspirante a todo, y de muy mayor convertido en corredor insidioso, trabajador y, merced a la especial arquitectura del Katusha, jefe de filas para las clásicas flamencas. Con 36 años.

La Omloop Het Nieuwsblad fue bastante aburrida, con el Quick Step jugando al copo como siempre, y cuyo desenlace se fijo a muchos kms. de meta. Subiendo el Taainenberg, que brillaba, se fueron Chavanel, Van Avermaet, Geraint Thomas, Paolini, Roelandts, Vandenbergh, el desconocido Vandousselaere, Egoitz Garcia, Wynants y Bandiera.

El primero de ellos, el de más caché, se intentó ir solo a 40 km. de meta, mientras su compañero Vandenbergh controlaba por detrás. Su ventaja nunca fue más allá del medio minuto y, cuando fue neutralizado, al gigantón de Vandenbergh le tocó presionar en el Padderstaat, con el resultado que se fue por delante con Paolini.

Sorprendentemente, o no tanto si tenemos en cuenta que el italiano corrió con Lefevre en el Quick Step -y fue bautizado como sucesor de Bettini, ahí es nada-, el equipo belga dio la fuga por buena y Vandenbergh se puso a tirar hasta meta. Paolini pasaba al relevo, es cierto, pero viendo la diferencia volumétrica de ambos, todo sonaba a chiste y a tongo, especialmente porque el italiano es un corredor rapidísimo, incluso con su provecta edad.

En meta, tras un sprint sin color, todos felices; Italia, porque gana una clásica del norte por primera vez desde el Flandes de Ballan en 2007, un periodo tan largo de digiuno que da hasta vergüenza ponerlo; Vandenbergh, porque tiene cara y pinta de tonto, y de quedarse como percherón del Quick Step toda su vida; el Quick Step, porque Boonen y Chavanel, que son los que cuentan, han ido bien.

El tercer puesto fue para el joven y desconocido Vandousselaere, que atacó en los últimos metros, y el sprint fue para un Geraint Thomas que asusta y enamora al mismo tiempo: batió a gente mucho más veloz como Van Avermaet o Roelandts. Egoitz García, por su parte, fue el último del grupo, pero ya es todo un éxito haber estado atento al corte.

La victoria de Paolini -que sigue para el Katusha la racha de J. Rodríguez en Lombardía- es una buena oportunidad para repasar la trayectoria de este italiano, que está viviendo una segunda juventud con los rusos. De hecho, la carrera del sábado es su mejor victoria como profesional, algo sorprendente en alguien que llegó a acumular un bronce mundialista y dos terceros puestos en Sanremo con menos de 30 años.

Evidentemente, su trayectoria está salpicada por lo mismo que todos los de su generación. Y por la amistad. En 2005, Pozzato le enseñó su techo en el Mapei tras ganarle un increíble sprint en el GP de Hamburgo, y el corredor lombardo se fue al Liquigas. Fracasó en el norte, y en la Vuelta ganó la etapa de Guadalajara, dentro de la preparación que su amigo Bettini le había exigido para el Mundial de Salzburgo.

Marca del diablo con su apodo, Gerba
Me voy a ese año porque en años anteriores fue acusado, dentro de la investigación en torno a Mazzoleni, de haber traficado con EPO en ese último año en el Quick Step, y de haber recibido otros productos dopantes en su domicilio. Su  domicilio había sido registrado dentro de la Operación Athena, basada en informaciones provenientes ¡de España!. Uno de sus amigos era Basso y su famosa hermana, la de la relación con Mazzoleni.

En 2007 también se quedó fuera del equipo italiano por asuntos oscuros, aunque Bettini agradeció públicamente que se hubiese hecho los cientos de kms. entre Milán y Livorno para llevarle "agradecimientos". Parece ser que el italiano suple un importante papel en el profesionalismo, además de llevar toda una vida luchando en el Norte.

Su mayor éxito por ahí es su tercer puesto en Flandes en 2007, carrera donde fue séptimo el año pasado con 35 años. Siempre se cuela en los movimientos previos a que se muevan los grandes, y quizás haya que tenerlo en cuenta para esta campaña apenas comenzada. Paolini, el amigo de Bettini, siempre ha estado ahí como un clásico, aunque haya tenido que esperar a los 36 años para obtener su primera clásica de pavés.
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Anuladas por mal tiempo tres carreras este fin de semana: una en Francia que debutaba -seguramente el año que viene volverán a debutar, quedaría feo para los libros de historia eso de "primera edición anulada"- por la zona del Drôme; el GP de Lugano -una carrera que iba creciendo año tras año-; y la K-B-K, la más prestigiosa y antigua de las tres, donde los organizadores no habían contratado un seguro de cancelación.
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Dani Navarro, el joven Liberty amigo de Contador que este año ha decidido volar en solitario en el Cofidis, gana la Vuelta a Murcia. La carrera tenía cinco etapas -que ya es exprimir Murcia- no hace mucho, cuando se podían permitir vetar a equipos italianos por "la injusta persecución del CONI a Valverde"; después pasó a tres etapas; este año sólo ha tenido una, y 77 participantes de salida.

Se llegaba al castillo de la terremotata Lorca. Tras las ingentes inversiones públicas, había que enseñar sus bellezas: lo han dejado de cartón-piedra, con cinchas para que no se caiga. Dani Navarro atacó en las rampas y consiguió ganar por pocos metros de ventaja a Mollema y Valverde, que iba colocado pésimamente. Es su segunda victoria de profesional.
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En Almería, al dia siguiente, ganó Mark Renshaw, otro Blanco. El equipo holandés, que tiene que buscar un patrocinador al mismo tiempo que hacer olvidar el Rabobank, ha empezado la temporada con sus ciclistas entonados en todos los frentes. Por ejemplo, el australiano ex-lanzador de Cavendish obtiene su primera victoria en la estructura, tras un 2012 sólo con etapa en Turquía.

Sin embargo, quizás la noticia de la carrera que quizás transcienda más en el futuro es el segundo puesto del joven sudáfricano Reinardt Van Rensburg, que ya el año pasado hizo una destacadísima Vuelta a Portugal (dos etapas y dos segundos puestos) y que ahora corre en el paraíso de los sprinters llamado Argos. Clase 1989, es muy rápido y sube muy bien.
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Ponferrada 2014 avanza con paso decidido. 
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Arribas tiene un twitter que siempre ha estado bajo siberia, resucitado recientemente para poner haikus y carantoñas con su amigo batasuno y austral Hardie. Por su relevancia e hipocresía, les pongo estos dos de hace nada:

 Lamentelle. Porque lo tuyo es demasiado evidente. Y no me des las gracias por la promoción.
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John Carlin es otro juntaletras que escribe en El País bajo criterios de autoridad. En 2007 decía que Islandia era un país modelo, y después quebró; hizo un libro malísimo como el betún sobre deporte, apartheid y alguna tontería más, que Eastwood llevó al cine en una de sus peores películas; escribe sobre fútbol, un fútbol que sólo el ve. Ahora ha compuesto esta crónica sobre el caso Pistorius donde, pásmense, no cita en ningún momento los productos supuestamente dopantes hallados en casa del tullido medallista y pistolero. Considerando que los anabolizantes y la testosterona incrementan la agresividad, a lo mejor le hubiesen ayudado a tejer su crónica ideada para dar pátina de veracidad a la hipótesis del asesino, pero traería más dudas. La excusa es que todavía se están analizando: la defensa dice que son ungüentos a base de hierbas; el agente al mando de la investigación, dopaje. Una vez más, el conocimiento del ciclismo ayuda en estos casos.

Es más: la crónica es tan artera, que parece que es el fiscal el que dice que hubo una discusión previa, cuando hay varios testigos que afirman haber oido gritos y discusiones. Este es el #levelplayfield del periodismo. Son héroes siempre, incluso cuando cometen los actos más execrables. Seguir así, con este periodismo de amiguitos y países que me caen bien, que acabareis vendiendo baterías de cocina llamando a los portales. Y poniendo acento inglés, para parecer más creíbles.
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Se rumorea que la Bundesliga quiere introducir los controles sanguíneos para el próximo año. De momento, parece que les falta dinero: una cifra inferior a un millón de euros en un circo que mueve 2.000 millones al año. Eso, los oficiales, que seguramente son muchos más. Con tanto negocio, dudo que pongan esa medida tan sanguinolenta. Y si la ponen, será una cura en salud ante el desembarco de Pep Nandrolona....