miércoles, 23 de enero de 2013

Algo se mueve en Holanda

Nadie debería dejarse fotografiar al lado de una cornamenta


Desde hace unos días, y tras la confesión de Armstrong, Holanda vive en pleno terremoto por las confesiones de dopaje y, especialmente, por las revelaciones periodisticas. Si bien en el país ya habían confesado corredores como Steven Rooks o Jesper Skibby -danés que corrió siempre en Holanda-, se puede decir abiertamente que otro país calvinista se suma a la ola de confesiones. Los católicos seguimos esperando.

Hoy el canal público NOS publica una lista de ocho corredores del PDM (todo el equipo menos el veterano Kneteman, que se retiraba) que corrieron el Tour 1988 completamente mamados, después de que el periódico Volkskrant haya tenido acceso a la libreta del médico de entonces, Bertus Fok. Sí, entre ellos están el citado Rooks, pero también otros muchos, incluyendo el héroe nacional Van der Poel. El PDM era el mejor equipo de la época, y donde militó Pedro Delgado en 1986 y 1987, para aprender. Las prácticas incluían testosterona, cortisona y dopaje sanguíneo.

El médico era tan minucioso -ojalá algún día podamos ver todos esos archivos- que anotaba todos y cada uno de los tratamientos en una libreta, lo que es una mina para investigar en los orígenes del dopaje contemporáneo: recuerden que Rooks es el corredor que ha confesado usar la EPO desde más antiguo, incluyendo ese Tour 1988. El día que Rooks ganó en Alpe d´Huez, se había chutado corticoides y cuatro tubos de otra sustancia; tras la etapa, Andriol, la conocida marca comercial de testosterona sintética. Nunca antes ni después volvió a lograr entrar entre los cinco primeros de una gran vuelta.

Para todos los sufridores de este deporte al que sin embargo amamos, esta noticia -que esperemos que tenga continuidad, insisto-, supone la más importante novedad en muchos años, y lo digo completamente en serio. Si el archivo es tal y como apunta Volkskrant, nunca antes de habrá podido tener acceso a una información tan de primera mano para poder contestar a esa pregunta lacerante: ¿cuando se empezó a joder el ciclismo?

Por otra parte, mañana el seminario Vrij Nederland publicará importantes novedades sobre la hégira de la UCI bajo la presidencia de su compatriota Hein Verbrugghen: durante años avisaba -con charlas privadas en la sede de la UCI a cargo de Mario Zorzoli o Lon Schattenberg, un miembro holandés de la comisión de dopaje- de los parámetros sanguíneos que empleaban para lo que era dopaje y lo que no a los mejores corredores del pelotón.

Entre dentro del procedimiento jurídico más normal que, si te van a vigilar por algo, sepas cuales son las condiciones de ese algo. Lo que no es tan normal es que no informasen a todos los corredores y que los agraciados con la información lo fuesen de manera privada. Estaría bien conocer el contenido de esas charlas, que ya apuntó Hamilton cuando lo llamaron a Aigle -la sede suiza de la UCI- tras la ya mítica cronoescalada al Ventoux en el Dauphiné 2004.

A la espera de lo que publique mañana el Vrij Nederland, se puede confirmar lo intuido en el ya lejano 2007, cuando se supo que entre los efectos incautados a Eufemiano Fuentes, y que llevaba con el en todo momento, se incluía una tarjeta con el número de teléfono personal de Mario Zorzoli.  Seguramente para hablar del tiempo y ¿cómo está la familia? Mario Zorzoli sigue teniendo altas responsabilidades en la UCI, relacionadas con su especialidad: el dopaje. O el antidopaje.

Y el tercer frente abierto por esos malditos calvinistas de las Provincias Bajas viene por el Rabobank. Salió este sábado, pero el domingo ni Marca ni As decían cosa alguna al respecto, porque el ciclismo está cambiando, pero el periodismo ni te digo. Doce corredores que militaron en el Rabobank en diferentes épocas, confirman el dopaje sistemático en el equipo holandés entre 1996 y 2012, esto es: la totalidad de los años de existencia del equipo, aunque ahora continue bajo el nombre de Blanco y, abusando de la confianza y la ingenuidad del aficionado, sin ese tipo de prácticas.

De los doce corredores firmantes del escrito, sólo uno ha dado la cara: Danny Nelissen. Quizás alguno de los más veteranos se acuerde de este holandés. Era un corredor del montón, hasta que en 1994 le detectaron una cardiopatía y se recalificó como amateur, no se sabe si porque en esa categoría corren sin corazón. En el durísimo Mundial de Duitama en 1995 ganó dando una exhibición en solitario. Iba completamente drogado de EPO. En aficionados y con un problema en el corazón. Al año siguiente fue el copo de cuatro italianos entre los cuatro primeros, recordado no hace mucho, y con las mismas armas.

Tras ese éxito, Nelissen volvió a profesionales, estuvo dos años sin rascar bola -pero fue al Tour y certifica que todo el equipo iba drogado- y se retiró antes de los treinta. No habían pasado ni dos años cuando enganchó un trabajo de comentarista en la tele nacional, donde sigue en la actualidad. Por supuesto, todos los días con un micrófono delante y no ha dicho nada hasta ahora: como otros comentaristas ex-ciclistas en las diferentes televisiones que retransmiten este deporte.

Marc Lotz, un clásico de la formación holandesa entre 1997 y 2004, también se sumó al outing masivo y Thomas Dekker, cuya parábola vital merece comentario aparte, también ha confirmado que todos sus éxitos se han debido al dopaje masivo que se ejercía en el equipo. Eso sí, sólo tomo EPO a partir de 2006, cuando el año anterior y con 20 años ya volaba. Sin embargo, otro clásico como Marc Wauters ha negado la versión de sus compañeros, a saber por qué razones. Será que es católico, como Freire, Gárate, Barredo, Flecha y L.L Sánchez, los españoles que estuvieron por el equipo. Y qué españoles, especialmente el primero.

Quien se ha puesto en el ojo del huracán es Geert Leinders, el médico belga durante la mayor parte de la existencia del Rabobank. Dejó el equipo para fichar en 2010 por el recién nacido Sky, el equipo que empezaba de cero y sin ningún vínculo con el pasado oscuro del ciclismo, a pesar de lo que indica el color del maillot. Convenientemente apartado en 2011 en sordina, en el equipo científico declinan hacer declaración alguna sobre Leinders, y que puede haber aportado al equipo: seguramente homeopatía. En microdosis. La Federación belga lo está investigando.

Sin embargo, si el dopaje era de equipo en el Rabobank ("no comprabamos cada uno su dopaje: un porcentaje del 10% de los premios del equipo iba para la caja común de la droga", dice uno de los anónimos del equipo naranja), ¿cómo se explica lo de HumanPlasma, donde está comprobado que iban cuatro de los cinco capos del Rabobank? Eran Boogerd, Dekker, Rasmussen y Menchov. No se entiende muy bien que fuesen hasta un pueblo de Austria a hacer el metesaca, aunque quizás les quedase cerca de sus bases de entrenamiento, cuando Livigno -que está a dos horas en coche- estaba más de moda que Tenerife.

Boogerd ha admitido que conoció a Matschiner (el responsable del dopaje en Austria) y que le pagó en repetidas ocasiones, pero sólo por vitaminas y nunca por drogas; Dekker va camino de convertirse en un nuevo Millar, por eso está en el Garmin: no llega a confirmar que fuese a HumanPlasma, pero no lo niega; Rasmussen llegó a un pacto con el Rabobank en su demanda por despido improcedente que le impide declarar en contra de su exequipo, y Menchov también ha pagado para un acuerdo secreto.

Con HumanPlasma empantanado -las autoridades austriacas terminaron la investigación hace años y no ha salido nada en concreto-, parece que al Rabobank le ha estallado la burbuja por el flanco holandés, sin saber todavía por qué enviaba a los capos tan lejos.  De hecho, a pesar del acuerdo de confidencialidad con Rasmussen, ha transcendido que el equipo sabía el dopaje del danés para el Tour 2007 que le quitaron -no podía ser de otra manera- y que este iba armado con "cinco bolsas de sangre, 100.000 unidades de EPO, cortisona y hormona de crecimiento".

En Holanda están en ebullición, a la espera de lo que pase con el archivo de Bertus Fok. Como buena muestra de ese interés, hace dos días Danny Nelissen fue entrevistado en horario de máxima audiencia en la televisión pública. A pesar del interés del periodista por inculpar a Boogerd, el antiguo campeón del mundo amateur no soltó prenda. Ni de este corredor ni de ningún otro. Recuerden: trabaja de periodista de ciclismo. Eso sí, tras la entrevista dijo: "he recibido del orden de 300 mensajes, pero sólo uno de un antiguo compañero: Boogerd". Así es el ciclismo y los que confiesan, siempre con la boquita cerrada. Por eso es tan importante ver el archivo de Fok. La libreta es un buen anticipo. A descifrar, una vez más.
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No es difícil ver la pluma de Arribas en esta lamentable columna de El Acento, por lo general muy bien escrita por su encargado habitual.  Eso de "todos jugaban con las cartas marcadas" es muy grosero, porque Armstrong tenía todos los ases. O los fabricaba. Es igualar a todos. Es lo que le gusta al autor del artículo. Por seguir con las frases hechas, mal de muchos, consuelo de tontos.
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Javier Ares, que pasa por "experto en ciclismo", opina esto sobre Armstrong. Dura bastante, pero merece la pena.
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Para S. Sánchez, "la ambición pudo con Armstrong". Además, "yo prefiero mirar hacia el futuro y no al pasado", especialmente porque en su pasado brillan con luz propia los sendos positivos que acumuló en aficionados a finales de los noventa. Si ya saben como eran los controles en profesionales en esa época, imagínense como serían los de aficionados. Seguro que fueron por accidente y no por ambición. 
 
Por lo demás, la típica entrevista del corredor de 35 años asturiano, que aspira a ganar una gran vuelta con esa edad. Fíjense en ese tic que siempre le ha acompañado de contar como propias o ciertas victorias que nunca fueron: "Si no tengo ya una vuelta grandes es por circunstancias. Sobre todo, la Vuelta a España que acabé segundo tras Valverde (2009). Sin la caída, Alejandro y yo nos habríamos disputado la carrera en la contrarreloj final, y ahí yo fui más fuerte."

Me quedo con este extraño piropo: "mi mujer corrió con Marta Domínguez".
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Pereiro, siempre chispeante y xestoso, dice esto sobre Messi. Ojalá el Barça tome las mismas medidas que tomó con Juan Antonio Alcalá. Después estuvo toda la tarde intentando negarlo.
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El periodismo anglosajón acaba de llegar al ciclismo al calor de Wiggins, al que son incapaces de ver en su auténtica dimensión. Miren que escriben aquí: "son of Ryan" por Hijo de Rudicio. Bueno, y después lo de tenistas, atletas y futbolistas indultados en la O.P, que queda como muy bien, pero a lo mejor se callaban un poco si supiesen que alguno de ellos era británico. Y muy famoso.
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Noval, del que me encantaría escribir un libro -la foto sería la del Rey con el elefante en Botswana, y dentro sólo habría páginas en blanco, como su palmarés-, dice que sigue admirando a Lance Armstrong. "Igual el se siente mal pero yo me siento bien". Esa es la tragedia del antidopaje en España: que alguien como Noval se sienta bien y siga compitiendo.
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Xavier G. Luque, que hacía demasiado tiempo que no salía por aquí, dedica una breve y muy buena crítica al libro de Fignon. Iba todo bien, hasta que espeta este último párrafo: "Dudo que el dopaje tenga relación con mi enfermedad", explicaba en una de sus últimas entrevistas "En todo caso lo achacaría a mi escaso control alimentario. Siempre me alimenté de cualquier forma". 

Ya saben: el cáncer de páncreas con 49 años y habiendo sido ciclista de superélite se debe a una mala alimentación, y no al dopaje.  Si La Vanguardia no se hubiese convertido ya en un periódico de chiste, sería para escribir al director.
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Por algo que no acabo de entender, tengo muchos seguidores triatletas. Seguro que es de su interés este muy bien compuesto artículo.