las cosas que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda
es polvo por siempre y por siempre será!.
Cuando los capullos caen de la rama
dos veces seguidas no florecerán...
¡Las flores tronchadas por el viento impío
se agotan por siempre, por siempre jamás!.
¡Los días que fueron, los días perdidos,
los días inertes ya no volverán!.
¡Adiós a mi alegría llena de bondad!...
A. Storni.