miércoles, 5 de junio de 2013

Otro año sin Tour

El ciclismo cambia. Y tanto. La tradicional crono del Dauphiné, que siempre era la más larga fuera del Tour de Francia -y en ocasiones era exactamente igual, como en 2011-, ha pasado de cincuenta y pico kilómetros a sólo 34 en esta edición de 2013, que sin embargo han arrojado unos resultados ciertamente espectaculares para este sufrido deporte.

Ya no es una crono larga: es una crono intermedia, y se queda muy por debajo de la crono de este año en el Giro o en el Tour, y en la órbita de las cronos-decoración de la Vuelta a España, con una importante salvedad. Su valor no es tanto para la victoria final en la prueba, como para calibrar el estado de los favoritos a tres semanas vista del inicio del Tour de Francia.

No se puede decir nada del ganador de la etapa, el superespecialista Tony Martin (tanto, tanto, que lo raro es que ganase aquella Paris-Niza en 2011, aunque no tanto estando en el HTC-Columbia), capaz de rodar a 52 km/h en un recorrido a traves de una zona lacustre completamente llana. Salen las cuentas: 34 km, 36´. En sus marcas, apunten, disparen, fuego.

Envió al sorprendente segundo -y nuevo líder de la general- a 47", nada menos que otro representante de la nueva generación: Rohan Dennis, australiano, formación de pista, aguanta en la montaña, jovencísimo, pupilo de Vaughters y vecino de Girona. El antiguo líder, el también sorprendente David Veilleux -Canadá, 26 años, neoprofesional- aguantó bien la primera parte de la crono, para perder 3´53", la mayor parte en el último tramo parcial.

Atención, que estamos hablando de 34 km. Froome fue el primero de los favoritos, perdiendo 52" con la locomotora alemana, pero sacando estas diferencias, que bien merece la pena elencar:

  • 28" a Porte
  • 50" a G. Thomas
  • 2´31" a Rolland
  • 2´37" a Valverde
  • 2´38" a Van den Broeck
  • 2´45" a Contador (puesto 61º de la etapa)
  • 2´56" a J. Rodríguez
Es una burrada para la distancia y sin mediar viento o condiciones climatológicas excepcionales. No sólo ha sido Froome, claro: a Kiryenka, que hizo incluso peor tiempo que J. Rodríguez, le mandaron descansar, pero ahora mismo en la general hay cuatro Sky entre los seis primeros: el segundo, el cuarto, el quinto y el sexto. El trenecito, con los vagones llamándose respectivamente Froome, Boasson Hagen, Porte y G. Thomas.

Al margen de lo evidente, resalta la burrada de segundos perdidos por km a cargo de Valverde o Contador, en torno a los 5"/km. Por supuesto, al diplomático Vaticano nada humano le derrota y ha achacado su deficiente crono -no hace una a derechas desde el 2009- a la alergia, que este año ha llegado tarde. Una alergia que le hacía ir dando saltitos encima de la cabra, el mismo lugar donde lo dobló Porte, gregario de Froome.

Y que te doble un gregario de tu rival dice mucho en el ciclismo.

Seguramente van todos con la preparación retrasada. Y los Sky, con la preparación adelantada, tanto como puede estar adelantado el futuro. Contadoristas: vuestro héroe no es el mismo, y ahí se está difundiendo la coartada de que ya tiene 30 años, que no es una edad para rendir en una crono con tiempos de escalador puro, no al menos no por alguien que llegó a hacer esto. Creyentes en el ciclismo limpio: tendreis una prueba de vuestra fe cuando, dentro de cuatro semanas, los tiempos se estrechen mucho más, porque en cuatro semanas se pueden enjuagar estas diferencias. Minoría silenciosa que asiste a la decadencia de este deporte: este año tampoco hay Tour.