jueves, 13 de diciembre de 2012

El deporte español se homenajea. A su manera (I)

¡Qué felices aniversarios! En estos días el Comité Olímpico Español está celebrando 100 años de gloriosa existencia y su simpático y gótico presidente está donde más le gusta: rodeado de políticos y saliendo en las fotos de los diarios, que siempre cantan las gestas de nuestros guerreros. Las del pasado, las del presente y las del futuro, que hay que seguir pidiendo dinero.

El modesto presidente del COE, una eminencia en lo suyo, ha montado con todo lujo y boato el simpático aniversario. Anteayer se reunía en La Moncloa con su paisano gallego en un "homenaje a los deportistas", que dejó para la cruel pequeña historia de este país declaraciones a la altura de sus personajes, para descrédito de una ciudadanía que dicen que cada vez es más crítica, y que sin embargo calla ante estos espectáculos de propaganda de régimen.

A Rajoy le gusta poner el deporte como ejemplo de valores. No falla en sus campañas electorales un baño de masas con los numerosos deportistas que se identifican con el ideario de su partido, hasta el punto de poner su cara a un acto de partido como un mítin. A Rajoy también le gusta mucho el deporte, en general, y ha confesado que su lectura favorita es el Marca.

Así se entienden cosas como las proferidas anteayer: "El deporte nos ha enseñado a todos como superar los desafíos" Perdonen, pero esta frase en boca de un presidente de Gobierno de un país que ha sido y probablemente sigue siendo centro radial del dopaje mundial es contraproducente: el deporte, tal y como se defiende desde las instituciones españolas, es la exaltación de la trampa.

A lo mejor es un mensaje interno a su partido, que acumula una senadora galga, una saltadora de altura cántabra, un diputado supuestamente extorsionador, un jefe de finanzas corrupto, amiguitos del alma, lideresas que llaman hijo de puta a los arquitectos, alcaldesas de capital -la monárquica y la republicana- que están ahí por sus méritos propios y no por estar casadas con quien están o recibir bolsos de Louis Vuitton y, en fin, gente que bien puede haber cogido las "enseñanzas del deporte" para inspirar su vida política.

Leer el discurso íntegro del presidente de Gobierno con mayoría absoluta es un ejercicio duro y áspero. "El COE y el CSD (...) ejercen una función insustituible. Su labor de acompañar y de apoyar a los deportistas a lo largo de cuatro años de dura preparación es algo que merece la pena y que la sociedad demanda que se haga, porque luego nos gusta vernos altos en el medallero y eso no es consecuencia, como casi nada en la vida, ni de la suerte ni de la improvisación.". El subrayado es mío. El estupor es de ustedes, y perfectamente legítimo.

Al margen de los chistes fáciles que se podrían hacer sobre la propia labor en el Gobierno de Rajoy y esa alusión "a la suerte y la improvisación", quédense con eso de "función insustituible" y el subrayado. ¿Cómo ha canalizado la sociedad esa "demanda"? Yo todavía no he visto una pancarta con el lema "Dinero para nuestros deportistas", aunque no dudo que todo se andará.

Ahí tenemos al político, de siempre demiurgo de lo que la sociedad quiere o anhela (y si no, acota lo que es la sociedad hasta dejarla reducida a sus fieles y militantes, como hacen todos los nacionalistas, los primeros de ellos los españolistas) dándonos ya masticado lo que queremos. Que a nadie le extrañe: hacen los mismo con la Monarquía, por poner un ejemplo bien visible.

Ya me gustaría a mí que me preguntasen qué me parece que se destine dinero público a cosas como el plan ADO, mientras se recorta en sanidad y en educación, y todo para que me lleve el chocolate del loro de "nos gusta vernos altos en el medallero". No me identifico en ese "nos" y, cuanto más conozco como se maneja el deporte de élite y, especialmente, la política de estado a su favor, menos.

(Saquen las trompetas de fanfarria) "El esfuerzo de nuestros atletas es un referente de los mejores valores del conjunto de nuestra sociedad y de la fuerza que guía a los españoles a superar cualquier dificultad". El deporte como cuna de valores, cuando es netamente competitivo, egoísta y jerárquico. Más aún: el deporte como cuna de valores y referente. El deporte español, donde está prohibido hablar de dopaje.

(Saquen los tambores de asedio) "El deporte, por tanto, nos enseña a todos cómo superar los desafíos por grandes que éstos sean. El deportista sabe que para estar entre los mejores, para llegar al instante de la competición decisiva y para aspirar al triunfo sólo hay un secreto: entrenar, entrenar y entrenar; es decir, consagrar todo nuestro empuje a una sola meta". Sólo hay un secreto: y ojito al que diga que hay un secreto, pero secreto de verdad. Es una apología del triunfo a toda costa sin paliativos: "una sola meta".

(Saquen las campanas celestiales) "una gran lección para la vida: saber que, si las cosas salen bien, no es por ningún azar, sino porque hemos luchado por ellas" ¡Y lo dice el del partido fundado por Fraga (con axuda do apostol venceremos al Prestige) y que tiene como Ministra de Empleo a alguien que se advoca a la Virgen para salir de la crisis! Pandereta y Berlanga. Y un poco de azar.

(Saquen los matasuegras de bochorno y chufla) "El deporte es uno de los grandes activos de nuestro país y es un ingrediente fundamental a la hora de dar significado a la Marca España. Los innumerables éxitos de nuestros deportistas han favorecido de modo muy importante el impulso de la imagen de nuestro país hasta los lugares más remotos del planeta"

¿Pero alguien le ha dicho la imagen que tiene el deporte español en Reino Unido, Francia, Italia y Alemania, nuestros principales socios comerciales? Se lo habrá dicho Rubalcaba, el forofo del deporte e hincha del Real Madrid, que hizo todo lo posible -y era mucho en su calidad de responsable de las fuerzas de seguridad- para que de la Operación Puerto desapareciese cualquier vestigio de otros deportes que no fuese el ciclismo.

Y mejor no hablemos de la cacareada Marca España, porque el presidente de la patronal esta en el turullo por ladrón. El presidente-de-los-empresarios-españoles está en la trena por ladrón. Y hay muchos más ejemplos del mismo jaíz. Que hablen de Marca España, cuando lo que realmente están pensando en hacer de España un país de Marca es incluso más hiriente. Porque lo están consiguiendo.

Es el discurso machacón que ya utilizaba Zapatero y que dice explícitamente Rajoy en una frase aterradora: "Uno de los elementos que más contribuyen a favorecer la unión y la cohesión de una sociedad es el deporte", algo ya analizado en su momento. Que diga "unión y cohesión de una sociedad" con dos procesos separatistas en curso es todo un aviso a navegantes: la propaganda y el apoyo a todos los niveles a esos elementos que sirven de amalgama será todavía mayor.

Lo mejor del discurso de Rajoy es que ha tenido ocasión de acordarse de todos esos artífices en la sombra detrás del milagro deportivo español, ese que ha conseguido 133 medallas olímpicas en 100 años, curiosamente 106 a partir de Barcelona 92. Lo ha hecho a su manera, de gallego y sin darse cuenta, pero yo he visto en estas palabras un homenaje a todos los médicos, preparadores y gurús que viven bajo el amparo del Estado español, que jamás los ha perseguido e incluso les facilita recursos públicos para ejercer su labor.

"Cuando se habla (...) de todas las personas que están en la mente de todos los aquí presentes y de otros que no están en la mente pero podrían estarlo en cualquier momento, se habla de España y se habla de España con respeto y con admiración. Los logros de nuestros deportistas contribuyen a aumentar el prestigio de España en el mundo y eso es algo que no tiene precio y que nos llena de orgullo"

No hace ni dos meses que la EE.UU ha vetado de por vida a García del Moral, Pedro Celaya y Pepe from Valencia. Así estamos. Nos gusta vernos altos en el medallero. Lo demandamos como sociedad. Quizás sea verdad.
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Lo importante no es la noticia en sí, sino que La Senadora tenga actividad parlamentaria.
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Giancarlo Ferretti, el amigo de Arribas y de Flecha, publica un libro a su mayor gloria. Viendo la editorial en la que sale, la foto que ha escogido para la portada, y la catadura moral del personaje, es muy probable que tenga la misma trascendencia que la publicación anual de las Páginas Amarillas. Qué malo es el ego.
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Jose Carlos Carabias, escribiente en ABC con la de paro que hay en este país, publicó ayer una mierda de artículo lleno de mentiras e incorreciones sobre el Katusha, Contador y todo eso. Se lo enlazaría con gusto, pero el periódico en quiebra -como todo Vocento- considera que alguien va a pagar dinero por la edición en papel para leer esos contenidos.

Es una decisión empresarial acertadísima, como todas las de este grupo.

También tiene un blog que no lee ni comenta nadie, y es normal por el nivel de las entradas. Fíjense en esta, antología del disparate y la vergüenza nacional. Con ripio y todo. No me des las gracias por las visitas, Jose Carlos.
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Como últimamente hablamos mucho de libros de deporte, les comento el de Sergio Ramos. Esta escrito por Enrique Ortego, que últimamente se ha especializado en este tipo de productos, y editado por la editorial leonesa Everest. Es un libro con escasísimo contenido escrito y abundante despliegue gráfico, dirigido a un público iletrado, ágrafo y silvestre, casi tanto como el protagonista. Es el ejemplo perfecto del libro de deporte que triunfa en España: es un libro porque tiene tapas y lomo, y poco más.

Lo que más me ha impactado, además de su PVP de 20 eurazos, es que se distribuye por el canal kioskos, al lado del ¡Pronto! y, evidentemente, del Marca. Va dirigido a ese público. Será un buen regalo de Navidad en las 3.000 viviendas, para que vean lo lejos que ha llegado su paisano.