jueves, 8 de noviembre de 2012

Bertagnolli, otro caballo que rebuznaba

Fotografía inédita dentro del camper de Ferrari
¿Cúando fue la última vez que supimos de Bertagnolli, uno de los corredores más sputniks de todo el pelotón? Tampoco hace mucho: en la previa del Tour 2012 se supo que su equipo lo suspendía -y el aprovechaba para retirarse- por problemas con el pasaporte biológico en 2009 y 2010, cuando estaba en el Androni, ese equipo modelo que suma positivos, mientas nadie suma dos y dos para apartar a Gianni Savio del ciclismo.

Su equipo era el Lampre, otra bonita cueva de positivos y extraña trayectoria, y que recientemente ha despedido a Scarponi -su corredor estrella- por lo mismo que hoy vuelve Bertagnolli a este modestisimo blog: Michelle Ferrari, el dopaje, el ciclismo italiano y cómo está combatiendo el dopaje, hasta el punto de sacrificar a sus máximas figuras y sobrevivir con un presente de cero victorias de prestigio. Casi como en España, vamos.

En el informe de la USADA contra Armstrong aparece el sorprendente testimonio de Bertagnolli, que jamás corrió con el cowboy en su equipo o en las mismas carreras, al revés que Simeoni. Al observador circunstancial le puede parecer que el trentino ha colaborado voluntariamente -no está sometido a la misma obligación de testificar por juramento que los estadounidenses del informe-, cuando la verdad es que lo ha hecho porque ya lo interrogó el NAS italiano en la primavera de 2011. Como a Scarponi. Entonces dijeron que no pasaba nada, y vaya si ha pasado.

De hecho, el testimonio de Bertagnolli es de mayo de 2011. Desde entonces no hizo nada en el equipo que le pagaba, en la tradición de este ciclista que hacía el butrón en Cofidis, Liquigas y donde fuese, eso sí, sólo durante dos años. Su testimonio es un homenaje a la mentira, que invariablemente fue saludado en el mundo anglosajón como muy valioso, porque decía cuatro o cinco nombres de saldo y desecho.

Dice que conoció a Michelle Ferrari en sus tres primeros años de profesional, pero que no recuerda quien le dio el contacto, que quizás fuese en 2002 (era neoprofesional). Conviene recordar que Bertagnolli no tuvo resultados amateurs destacados, y que pasó a profesional por ser amigo y paisano de Gilberto Simoni, el Roberto Heras italiano en tantas y tantas cosas.

Será por eso que Bertagnolli no se acuerda de ese primer momento con Ferrari, equivalente en el ciclismo profesional al primer beso o al nacimiento de un hijo. ¿Significa esto que Bertagnolli rompe el tabú del ciclista que confiesa, el de dejar vírgenes e inmaculados sus primeros años? Pues no: según su testimonio, aquel encuentro de 2002 no llegó a más, y sólo volvió a Ferrari a finales de 2006, cuando iba a debutar con Liquigas.

Evidentemente, el aguililla de Bertagnolli se reserva para su ajuar su increíble rendimiento 2004 en Saeco, donde en el Giro trabajó indistintamente para Simoni y Cunego -subiendo mejor que muchos jefes de filas-, y después hizo un verano fantástico ganando varias clásicas italianas con 26 años. Ese rendimiento le valió fichar por el Cofidis en 2005 en loor de jefe de filas, con el consiguiente y lógico descalabro: huelga comentar que su equipo nunca lo alineó en esas dos temporadas en el Tour de Francia. Sí, dice que se dopaba en esa época, pero era por su cuenta, nunca por Ferrari o el equipo.

Lo mejor viene ahora. Se tienen que imaginar la escena: Bertagnolli, un tio que es ciclista porque era pariente de Simoni, descarnadamente feo como en una película de neorrealismo italiano, declara ante el juez, a renglón seguido de lo de Ferrari, que padece problemas de tiroides desde ¡1997!, y que por eso volvió con el médico dopador a finales de 2006. La escena es digna del mejor Rosellini, mi facia il favore, signore.

Dice que todo se realizó con el consentimiento del Liquigas -está bien recordar que este equipo quiso demandar a Ettore Torri cuando dijo que todo el ciclismo iba dopado, en un gesto canalla- y que de los 12.000 euros apalabrados, sólo le pagó 3.000 porque en marzo le vino un mal al corazón que le impidió competir hasta el verano....seguro que lo recuerdan. Prácticamente en su carrera de regreso, Bertagnolli ganó la Clásica de San Sebastian ante todo el pelotón que venía con la forma del Tour, en una de las mayores hazañas de burro transformado en caballo de carreras que se recuerdan.

En su testimonio Bertagnolli deja para más adelante que ganó tan importante carrera,  después de explicar que pasó todo julio dopándose con EPO en St. Moritz, donde coincidió con otros ciclistas profesionales: todos los que cita son perfectamente conocidos, pero evita mencionar a Nibali, situado en esa compañía y en ese lugar al año siguiente por el patrón del Amore&Vita, otro al que el tiempo ha dado toda la razón en sus postulados y afirmaciones.

Otro momento especialmente divertido es cuando afirma que su hematocrito sufre subidas y bajadas de entre "cuatro y cinco puntos" -justo los que te proporciona la EPO- debido a su tiroides en mal estado. Esta claro que Italia tiene un problema con "l´ematocrito ballerino", espero que Riccò se esté curando bien de su problema particular con el tiroides. Mi facia il favore, signore giudice.

Su primera hemotransfusión vino a mediados de 2008, debido a la implantación del sistema de localización ADAMS. Por entonces Liquigas ya le decía que había que dejar de ir a esos médicos. Aunque no se indica la razón, fue después de que se supiese que Di Luca había ganado el Giro 2007 para el equipo meando "pipí con valores de bebe" en la etapa de Lavaredo, por que lo que fue sancionado con tres meses y le costó no ganar el UCI ProTour de ese año, además de la expulsión del equipo.

Deja a entrever que la bolsa de sangre que se sacó en el Trentino 2009 fue la que le ayudó a ganar su increíble etapa del Giro 2009, disputada un mes después, aquella de la fuga de Pauwels (¿donde está? ¿quien contará algún día la verdad del Cerveló 2009?) mandada abortar por su compañero Carlos Sastre in person. El testimonio tiene poco más, aunque a continuación se añade el informe policial de las conversaciones telefónicas interceptadas con Ferrari.

Estas se realizaban desde teléfonos públicos, ante la sospecha de escuchas tras las declaraciones del patrón del Amore&Vita, ¡al que demandó! (y de lo que se pavonea después en conversación privada con Ferrari). Lo que no sabían es que la policía italiana ya tenía pinchado el móvil de Ferrari y también su furgoneta ambulante, y daba igual que recibiese las llamadas desde un teléfono público: ahí está el elenco de consejos sobre arritmias cardiacas y el curioso término de dentro e fuori para el mete-saca de las bolsas de sangre.

Lo más interesante es una conversación donde Bertagnolli y Ferrari hablan como dos aficionados del ciclismo, eso sí, en la vertiente médica: eslovenos (como Grega Bole y Spilak, por entonces en el Lampre) pasando AICAR, Ferrari diciendo que Petacchi va a acabar mal por el asunto que acabó con su fiel Bernucci, Astarloa y su médico de cuatro duros italiano (Filippo Manelli, que también llevaba a Gontchar y Celestino, entre otros), y Contador, claro.

Según las expertas palabras de Ferrari, Contador dio positivo por clembuterol y los famosos plásticos por utilizar bolsas de transfusión baratas, no como las que recomendaba el, que venían del círculo veterinario. Además, aprovecha para insultar al juez que ha autorizado el micrófono-espía que hay en su camper y por el que conocemos la conversación, aunque los policías que transcriben -e interpretan- el diálogo no los reproducen.

Una pena: tenemos la imagen de los médicos como alguien de cultura y respetables, y seguro que dicen bastante villanías. La única que se recoge es deficente (literalmente, subnormal), lo que seguramente ayudará a que el juez, cuando acabe esta larga instrucción, pueda meter en la cárcel a Michelle Ferrari. A mí  no me cabe duda que hay pruebas de sobra, lo que no entiendo es que estén tardando tanto. Como con Eufemiano. Quizás por miedo a lo que puedan decir, bastante más grave que llamar deficente a un juez.
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Wiggins se come un coche entrenando -de lo único cierto del suceso es que era en el acceso/salida de una gasolinera, un cruce donde hay que extremar las precauciones- y se rompe varias costillas. Todo lo que ha rodeado el asunto se mueve entre la oscuridad y bambalinas, a lo que no ayuda nada que el borracho y alcohólico campeón olímpico haya suprimido su cuenta de twitter. Este es el medio donde han publicado más en las primeras horas, y tampoco es mucho. 

Si se fijan en la foto, eso de salir a entrenar a las 18:00 en el noviembre inglés y con una bici negra (¿dónde está la marca Pinarello? ¿qué bici es esa?) para después sufrir un accidente parece algo lógico.
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La salida de la Vuelta 2012 de Pamplona, para solaz de Eusebio Unzué y algunos más, ha arrojado este pésimo balance económico. Hace unos años no hubiésemos sabido nada, pero una de las buenas consecuencias de La Crisis de Nuestra Vida es que ahora hay un poco más de luz -tampoco mucha, ojo- sobre estas cosas.

El timo de la estampita empieza por el significativo detalle de que la misma empresa que organiza el evento es la misma que ofrece los datos del impacto, "porque el Gobierno no dispone de medios para encargar un estudio de estas características y tampoco veía conveniente realizar un gasto en este sentido". Claro, que nos lo den todo hecho.

La Parlamentaria de Bildu lo clava: "es un informe que atenta contra la inteligencia de las personas". Menos de los responsables políticos, siempre interesados en el oropel. Se acabará pagando un millonazo de euros, y desde Unipublic dicen que ha habido 1.773.000 euros de retorno directo, más otros cinco millones indirectos. Para esos fantasiosos cálculos, y sólo refiriéndome al retorno directo, se llega a contar 80.000 euros en gasolina repostada, que considerando que la gasolinera se queda un 3% de la gasolina que vende, supone que en los dos días navarros de Vuelta se repostó gasolina a cargo de la caravana multicolor por valor de 2´66 millones de euros.

Esa cantidad, considerando depósitos llenos de 70 litros y un precio de gasolina de 1´30 (ya ven que soy conservador en el precio y tiro al diesel), y considerando que hayan repostado con dos llenos en los dos días (de nuevo tiro al optimismo) arroja una caravana ciclista de unos 15.000 vehículos. Y si repiten los cálculos con hoteles y hostelería le salen todo categoría cinco estrellas a 300 euros la doble, y cubierto a 90 euros.