domingo, 25 de enero de 2009

Historia de Odio y Amor para Tere.

Esta historia se la dedico con todo cariño a mi querida amiga Tere:

http://decorazonacorazon-tere.blogspot.com/


Terry llegó a casa de los Marquessi cuando era apenas un cachorrito. Ahí creció junto a los niños de la familia en medio del cariño y los juegos que tanto le gustaban. Todo era maravilloso para él, nada lo hacía mas feliz que correr y saltar junto a los pequeños. Hasta que un dia, la llegada de un nuevo miembro de cuatro patas rompió todo ese mundo de alegría que lo rodeaba.
Era horrible, flaco, odioso y lleno de cicatrices...un callejero. Y ni siquira mencionar que todo lo que era de él ya no le pertenecía, porque ese instruso mal educado hasta su cucha le había invadido. Pero lo que quizas más le dolia, era ver a sus amitos desvivirse por él. De repente había caído en un segundo plano.

Ese perro callejero sin raza definida y bueno para nada, le habia robado todo su universo. Y decidió que no le daria ni el minimo gesto de simpatia que el nuevo huesped le demostraba, asi que sacó sus colmillos y sus gruñidos se dejaron escuchar amenazantes encendiendo en sus amos y en su declarado enemigo una señal de alerta. Todo cambió a partir de entonces, y la paz y tranquilidad que antes reinaba en la casa, se transformó en un campo de batalla, y asi fue como se vio atado a los barrotes de una reja por sus amos mas grandes, sin dudas temerosos de que pudiera atentar contra la vida de ese horrible can, que de pronto entro a reinar en sus dominios. Ya no era dueño ni siquiera de su libertad.
El tiempo pasó y nada cambió. Una mañana vio que su enemigo se escabulló por la puerta del patio que sale a la calle, sin dudas por un descuido de sus amitos, ya que siempre la mantenían cerrada. El chillido agudo de uno frenos de automóvil se dejó sentir. La tragedia acababa de desatarse.

Eduardo Marquessi ingresó al patio de su casa seguido de sus hijos. Terry pudo observar las lagrimas correr por las mejillas de sus amitos. Una bolsa negra, conteniendo al parecer algo muy querido por ellos y una pala que de poco se fue hundiendo en la tierra, hasta que un gran pozo quedó dibujado en la superficie.El mayor de los niños se acerco a la reja, desató las cadenas de Terry y le dio unas palmaditas en el lomo. En su rostro se podía adivinar la resignación.
Minutos despues ya todo estaba consumado. La bolsa fue a parar al pozo e inmediatamente cubierta por la tierra, y un manojo de flores quedó depositada en el bordo húmedo.
Momentos después los Marquessi, horrorizados, vieron como Terry cavaba con furia en el pozo, desenterraba la bolsa y la sacudía...observaron como se rasgaba y dejaba al descubierto el cuerpo de su amigo atropellado. Se arrimaron al lugar con un gesto de disgusto en la cara, y de pronto vieron como la cola del perrito se movía...como trataba con esfuerzos de respirar, y a Terry a su lado lamiendo sus heridas. Con gran prisa, lo cubrieron con una manta y lo llevaron con urgencia a la veterinaria. Sin lugar a dudas lo habían dado por muerto y Terry lo había presentido y había evitado que fuera enterrado vivo.
Terry siempre habia odiado a la nueva mascota, y sin embargo no lo dejó morir en ese pozo. Hoy son grandes amigos, y la paz reina nuevamente en el patio de los Marquessi, salvo cuando el pequeño animalillo, de tan juguetón, se cuelga de las orejas o de la cola del impaciente Terry.