miércoles, 22 de mayo de 2013

La persecución política contra Marta Domínguez llega a la IAAF

Paseando al perro en Palencia
Decidí no tratar más el tema de la Operación Galgo en enero de 2011, cuando aún estaba calentita. La Guardia Civil, desesperada, había filtrado que entre las bolsas de la Operación Puerto había una de Marta Domínguez, y poco después -en medio de las vacaciones- El Mundo, que ya es decir, atribuía el apodo Urco a puro coraje.

Era todo muy sucio, y se explicó en su momento. Como veían que se les escapaba la galga, la maquinaria del Estado -y ahí también se incluye a la prensa afecta, que es toda la impresa- había emprendido una caza ad personam en la que nos les importaba: a) dejar en evidencia a los colegas que llevaron la O.P b) recurrir a supuestas nuevas pruebas, ya disponibles cinco años antes c)lo que fuese menester d)negar toda la sucesión de hechos

Lo de siempre. Incluso durante el juicio-farsa de la O.P, Arribas -que se quedó muy tocado con el tema, a Contador y Valverde jamás les hizo una persecución del género- volvió a las andadas publicando un documento donde se veía que Marta Domínguez, por entonces 21 años, había acudido ya en 1997 a la consulta de Eufemiano Fuentes, para que hiciese de ella algo.

Curiosa epopeya vital la de la palentina, que de joven iba a entrenar a Venta de Baños a una pista de atletismo que básicamente sigue siendo la misma que había en los ochenta (esos aros olímpicos metálicos y oxidados en la entrada, esa Castilla profunda) y donde ni siquiera era de las mejores. Es que era de desarrollo tardío, por eso con 21 años se puso en manos del más famoso médico dopador.

El mismo Arribas publica hoy una exclusiva, redactada de manera muy neutra, donde explica que la atleta ha caído gracias al pasaporte biológico, concretamente por el primer valor registrado en el mismo: el que arrojó en Berlín 2009, después de ganar los 3.000 obstáculos. La fecha, como siempre, es lo más interesante. Por lo que se puede inferir a partir de.

Era el 18 de agosto de aquel año. Tres años después de la Operación Puerto donde, recuerden, sólo había ciclismo; después resulta que también había atletismo, y lo sabían desde el principio. También sabían que estaba Marta Domínguez, porque entre los papeles incautados, además de la tabla de planificación de dopaje, también había documentos donde aparecían números de teléfono de personas de su entorno. Hasta el Guardia Civil gallego, dentro de sus destrezas básicas, lo podía saber.

Tambíen era la época en la que se suponía -pero nadie fue a comprobarlo- que Eufemiano Fuentes vivía alejado del mundo deportivo, escarmentado suficientemente por haber pasado tres noches en el trullo cuando la redada de la Operación Puerto. Esta bien recordarlo: un hombre que jamás sintió que hiciese nada punible, dejaba por voluntad propia de ingresar cientos de miles de euros al año totalmente limpios a cobrar la peonada de un médico de cabecera en un ambulatorio canario. Todo muy de sentido común, como siempre en este caso Puerto-Galgo.

¿Donde estaba entonces Arribas? ¿Donde estaba ese 18 de agosto de 2009? Pues cumpliendo sus labores de propagandista: "Todo un ejemplo de talento y coraje" Le parecía muy normal, sabiendo lo que sabía, que con 34 años y habiendo aprendido a saltar las vallas dos años antes -con mucho talento- ganase el Mundial. Allí donde acaba el sentido común, siempre queda la "épica", el "talento", el "coraje" y pasaporte biológico "de níquel".  No olviden que este conocido escriba sienta sus reales estos días en una mesa redonda bajo el auspicio de la AEA para hablar de la responsabilidad de los medios en el flagelo del dopaje. Pueden ir preparando las máscaras de gas.

Algo debió salir mal en el control de aquel campeonato, porque es entonces cuando parece que "empiezan" las investigaciones sobre Marta Domínguez, una truculenta historia tan mal llevada que, al final, fue vendida por el Partido Popular como una persecución política, otorgando -es cierto que salió a las urnas, pero ya me entienden- un escaño de Senador a la atleta en las elecciones de 2011. Palencia tiene pocas banderas de enganche -y los que son de ahí siempre dicen que son de Valladolid- y capitalizaron todo el voto ya de por sí conservador en torno a la heroína perseguida.

No se preocupen, que en las elecciones de 2016 seguramente vuelva a ir en las listas y los habitantes de la ribera del Carrión volverán a respaldar con su voto (y eso que la papeleta del Senado permite sortear en cierta medida las listas cerradas) a la conciudadana, la misma que llevaba sus ganancias a Andorra. Cuando alguien escriba la historia de la decadencia de este sistema político, que tenga en cuenta este caso. Berlusconi pone a bellezas televisivas en puestos políticos ¡electos!, aquí se pone a deportistas. No a dedo: votados.

Otra cosa que destaca sobremanera en la paradigmática historia de Marta Domínguez es que, finalmente, la sanción ha tenido que venir por un organismo internacional, y por una muestra sacada fuera de nuestras seguras fronteras. No es un positivo -y seguro que argumenta en su vida pública de esta manera-, pero es mucho más de lo que ha hecho la RFEA en todos estos años, donde la palentina llegó a tener una Vicepresidencia de la federación.

Hace unos días el programa de entretenimiento deportivo El Larguero entrevistaba a la ínclita Ana Muñoz Merino, que supuestamente tiene mano dura y que va a combatir con nuevos instrumentos legales el dopaje en nuestro país. De momento, y lleva en el cargo año y medio, no ha hecho absolutamente nada, salvo publicitarse personalmente como plataforma de lanzamiento hacia otra responsabilidad en la Administración.

Según Arribas, ya en en enero -y con el juicio de la Operación Puerto en marcha- la IAAF comunicó a Marta Domínguez que su pasaporte biológico no era "de níquel". En enero. Las investigaciones ya venían desde un año antes. Es sencillamente increíble pensar que la AEA no sabía nada, incluso con esas cosas de la confidencialidad y la intimidad. O será que la IAAF, bien escarmentada de los casos de Paquillo y Josephine Onya, ya no trata con ninguna autoridad deportiva en este país. Hacen bien.

Sea como fuere, esto es lo que decía en El Larguero Ana Muñoz Merino sobre la atleta palentina:


Los mismos argumentos de siempre: no hacemos nada porque otros nos han dicho que no pasa nada. ¿Iniciativa? ¡Que inventen otros! Por eso siguen ahí los santuarios de Girona y Tenerife. Ahora, con esta información en la mano, ¿hará algo la AEA y sus potenciados instrumentos legales para combatir el dopaje? Creo que todos sabemos la respuesta, y desde hace años. Ah, que pregunten a su empleado Enrique Bastida lo que se hizo con el domicilio personal de Merino Batres en la calle Fernández de la Hoz. O quien es CFA.

Y, ya por último y visto que ningún medio de propaganda lo dice -y muchos menos lo pide-, que quiten a Marta Domínguez el campeonato del mundo de 3.000 obstáculos de 2009. Sería como quitárselo a Odriozola, el que sigue en el puesto porque también ha ganado unas elecciones.
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Hoy hay una bonita etapa del Giro con final en la espectacular Vicenza: suben un repecho-puerto duro justo antes de meta. Por otra parte, la Gazzetta anuncia que Giau, Stelvio, Gavia y Lavaredo no se podrán subir, por lo que se supone que la organización está esperando un milagro: me cuesta pensar que estén diseñando ya un recorrido alternativo.
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En Holanda siguen con su particular final de la edad de la inocencia: ahora sacan como noticia que la Juventus iba dopada en el final de la Copa de Europa de 1996, donde ganaron al Ajax de los jugadores de 18-20 años, el vigente campeón con Kluivert, Seedorf, Davids, Finidi George y los De Boer. Aunque a mí lo que me ha parecido más escalofríante es ver a Díaz-Vega en la foto.